Juliette
La semana que pasamos en Nueva York fue maravillosa y me atrevo a decir que en esos días fue la primera vez que volví a ver a Shelley sonreír como antes. Todavía está triste, eso es obvio pero al menos poco a poco comienza a disfrutar de los pequeños momentos de la vida y ya no se lo pasa pensando solo en su pérdida. Con Derek habíamos comenzado a preocuparnos porque ni siquiera fue capaz de terminar su año escolar y como tampoco quería que nadie más que no fuera cercano supiera ni que hicieran tratos especiales por ella, este año tendrá que repetir ese curso y ya no se graduará con sus compañeros.
Pero ahora mismo la que está llorando desconsolada soy yo en el terminal de buses sin querer soltar a Derek porque no sé cuándo vuelva a Nashville o cuándo yo viajaré de nuevo a Nueva York, lo que es mucho menos probable. Más que el hecho de que sea mi novio y que claramente lo extrañaré, está también el hecho de que hemos vivido juntos desde los cinco años, desde que tenemos memoria y saber que cuando baje de mi habitación a buscarlo todos los días como de costumbre, él no estará esperándome con un abrazo por primera vez en trece años, me parte el corazón.
—Viajaré todo el tiempo —dice Derek, secando mis lágrimas con sus dedos y besando mi frente—. Por favor no llores más.
—Te extrañaré mucho.
—También yo, pero no te darás ni cuenta cuando estemos juntos de nuevo.
—Odio esto.
—Yo también, pero es lo que nos tocó.
Nos quedamos abrazados un largo tiempo hasta que nuestro bus está a punto de salir y nos separamos el momento justo para vez a Shelley darle un pequeño golpe en el hombro a Ayden.
—Bueno, que estés bien —dice con una media sonrisa.
—Tú también.
Se dan un abrazo corto, luego se separan y nos miran a nosotros. Yo soy un mar de lágrimas y a Derek también se le nota la tristeza y ellos solo se despiden con un golpecito en el hombro y un simple «que estés bien».
Acerco mis labios a los de Derek por última vez antes de darle un abrazo de despedida a Ayden y Shelley a su hermano, para luego comenzar a caminar con mi mejor amiga hacia el bus. No encontramos vuelos para hoy, así que tuve que convencer a mi amiga de que tomar un bus nos sería tan terrible.
—No estés triste, Jul —dice mi amiga rodeándome con un brazo—. Sabes que Derek hará todo lo posible por viajar a casa cada vez que pueda. No tendrás tiempo ni de extrañarlo y ya estará de nuevo ahí.
—¿Tú crees?
—Sí, arriba ese ánimo y enséñame nuestros asientos. ¿Esta cosa tiene baño?
—Sí, pero no querrás usarlo, créeme.
—Anotado.
El viaje no es tan terrible, por lo menos para mí y Shelley disimula bastante bien que para ella tampoco. Lo terrible es llegar a la casa, subir a mi habitación luego de saludar a mis papás y a mi hermana, y darme cuenta de que Derek no volverá a subir a escondidas en las noches solo para dormir conmigo, que no me hará reír cada vez que esté triste. Me asusta depender tanto de él, sé que no debería ser así pero qué puedo hacer, trece años no se pueden borrar de un día para otro, si Shelley o Ginny se fueran creo que también estaría así porque estos chicos son mi familia.
Shelley sube a mi habitación en pijama y con su almohada bajo el brazo, intento disimular mis ojos enrojecidos e inflamados pero se nota de lejos que estuve llorando desde que me quedé sola. La chica con el corazón más roto que conozco se recuesta a mi lado y me abraza, consuela a su amiga, la que llora por una estupidez comparada con lo que ha sufrido ella pero no me juzga, solo se queda ahí, me comprende, sabe que todos sentimos cosas diferentes, en diferente intensidad y eso está bien.
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Cuando llegue tu amor (LCA #1)
Teen FictionDerek y Juliette son mejores amigos desde los tres años, comparten todo y no se imaginan la vida separados del otro. A medida que pasan los años, juntos van descubriendo la vida, aprendiendo de sus errores y viviendo experiencias que jamás podrán ol...