CAPÍTULO 23

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Juliette.

La vida se está riendo de nosotros, de eso puedo estar segura. Sé que no ha pasado mucho desde que con Derek somos novios, pero nos hemos esperado casi la mitad de nuestras vidas, merecemos estar juntos y ahora que todas mis dudas, todos mis miedos ya no existen, sé que quiero entregarle a él todo de mí. Sé que tomará lo que yo le ofrezco y lo cuidará como lo más preciado que tenga en la vida, así que quiero hacerlo, quiero dar el siguiente paso.

Pero —qué palabra de mierda esa—... desde que Shelley nos encontró en su habitación y luego de ser casi descubiertos un par de días después por el señor Archibald, decidimos que tal vez la casa no fuera un lugar seguro. Siempre hay demasiada gente, si no nos descubre uno, nos descubrirá otro así que esperaremos a estar completamente solos y lo estaremos cuando finalmente vayamos a Disney para vacaciones de Navidad, nos iremos el veintiséis y regresaremos el treinta y uno en la tarde, justo a tiempo para pasar el año nuevo con nuestras familias. Solo queda un mes para eso y yo cada día siento que se me hace más difícil estar alejada de él. Malditas hormonas de adolescentes, nunca antes me había pasado algo así.

Es sábado, y como casi todos los sábados por la tarde, Derek va a sus entrenamientos de atletismo, me encuentro sola en mi habitación intentando leer un libro pero mi mente se va una y otra vez a mi novio. Me imagino cómo será cuando por fin estemos juntos, él tiene mucha más experiencia que yo, bueno, todos la tienen y no quiero que se sienta decepcionado al darse cuenta de que yo no sé nada con respecto a ese tema, digo, he leído sobre eso pero los libros nunca serán igual que la realidad.

—¿Estás... estás ocupada? —la voz temblorosa de Michelle me hace levantar la mirada, estaba tan ensimismada que no la he escuchado subir la escalera. Al examinarla con más detenimiento me doy cuenta de que estuvo llorando, todavía tiene un par de lágrimas que no se le han secado en las mejillas.

—¿Qué pasa?

—No sé qué hacer —más lágrimas caen de sus ojos, parece estar paralizada así que me levanto y la ayudo a llegar a mi cama para que se siente.

—¿Con respecto a qué?

—Hice algo muy estúpido, Julie —casi no le sale la voz, como si algo le impidiera hablar—. Algo muy... pero muy estúpido.

—¿Qué hiciste?

—Tengo... tengo un atraso.

—¿De cuánto?

—Dos semanas.

—¿Y con quién lo hiciste?

—No... no puedo decírtelo —se tapa la cara con ambas manos, está muy atormentada pero tengo que saberlo. ¿Cómo puedo ayudarla si no?

—¿Por qué no? —no responde nada y yo estoy rogando para que no sea lo que estoy pensando—. Shelley, por favor dime la verdad, ¿sabes tú siquiera quién es?

Lanza una risa seca y me mira por primera vez, sé que tal vez no fue la mejor pregunta pero es mi mejor amiga, no me voy a andar con rodeos, ambas sabemos que este último tiempo no ha sabido dónde ha estado parada.

—Creo que desearía no saberlo, ¿sabes? Sería todo más fácil porque solo he estado con una persona desde que me llegó el periodo por última vez y desearía no haberlo hecho. Les arruinaré la vida a todos, Julie.

—¿Quién es, Michelle? Soy tu mejor amiga, no te voy a juzgar. ¿Por qué no puedes decírmelo?

Su llanto silencioso de pronto deja de serlo, comienza a llorar desconsoladamente y se me viene a la mente que solo la he visto llorar de esa forma por una persona. No puede ser posible.

Cuando llegue tu amor (LCA #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora