CAPÍTULO 24

1.4K 111 8
                                    

Derek

El entrenamiento estuvo agotador, ahora más que nunca debo esforzarme porque todas mis cartas están echadas y en cualquier momento puede aparecer alguien de la universidad para ver si merezco la beca de deportes a la que postulé o no. Si bien, en la entrevista me fue muy bien, también deben comprobar que no he mentido cuando les envié mi información así que como decía mi abuelo, si quieres ser alguien grande en la vida, debes esforzarte por ser lo mejor en lo que hagas, da igual lo que sea.

Si no fuera porque esta semana solo tenemos clases lunes y martes, tal vez me lo hubiese saltado pero ya que nos dieron feriado todo el resto de semana por ser el jueves el Día de Acción de Gracias, solo tendré estos dos días para entrenar. Y no me molesta, a pesar de que hay días en que quiero tirarlo todo a la basura, hay otros en que me reconforta mucho ser el mejor en atletismo y no voy a negar que la gran cantidad de trofeos y medallas que hay en mi habitación, me sube bastante el ego.

Conduzco hasta casa escuchando un compilado de canciones que hizo Julie para mí hace más o menos tres años y me río cuando sale la canción de La Sirenita. Según ella se le había pasado por error pero con el pasar de los años me terminó confesando que era su canción favorita y quería que la escuchara siempre para acordarme de ella. Y finalmente, me terminé aprendiendo la maldita canción pero hace mucho que no la escuchaba.

Sha la la la la la, my oh my, looks like the boy's too shy, ain't gonna kiss the girl —canto inconscientemente y de repente por primera vez me pongo a analizar la letra.

Tal vez me estaba intentando decir algo y yo el muy idiota nunca me di cuenta. Se supone que hace tres años sentía cosas por mí, tendría sentido.

Cuando voy llegando a casa, un auto conocido en dirección contraria llama mi atención. Al pasar por mi lado reconozco a Ayden pero él no me ve a mí, parece ir perdido en sus propios pensamientos y con cara de preocupación, lo que es muy extraño porque a este chico la vida le puede estar tratando muy mal y aún así va a tener una sonrisa en la cara.

No entiendo qué hacía ahí pero supongo que después le enviaré un mensaje para preguntarle, ahora solo quiero llegar, abrazar a mi novia durante un par de horas antes de que me obligue a hacer los deberes. Porque sí, me obliga, si fue por mi no perderíamos el tiempo en eso y nos besaríamos a cada hora.

Luego de entrar a casa paso por la cocina a buscar un vaso de agua y me encuentro a Julie sentada en uno de los taburetes, también con la mirada perdida. ¿Qué está pasando aquí?

Me acerco y la rodeo por la espalda con mis brazos, le planto un beso en la mejilla y me sonríe pero esa sonrisa no es igual a la de siempre, esta no le llega a los ojos.

—¿Pasa algo?

—No, solo estaba pensando en mamá. Hoy tenía cita con el médico y no ha llegado.

—Todo estará bien, ya pasó los meses complicados.

—Lo sé, no estoy preocupada, estoy nerviosa. Hoy le dicen el sexo del bebé pero no he podido acompañarla porque... —niega con la cabeza— solo no he podido, tenía que comprar esos malditos materiales y había quedado para ayudar a Shelley con algo.

—¿Y dónde está Shell?

—En... en su habitación. Creo que dijo que tomaría una siesta, estaba cansada.

—¿Es mi idea o me acabo de encontrar con Ayden en el camino?

—S-sí, sí, pasó por aquí.

—¿Por qué?

—No... No lo sé —está tartamudeando demasiado—, creo que se le olvidó que tenías entrenamiento hoy y ha venido a pasar el rato contigo pero al ver que no estabas se ha ido.

Cuando llegue tu amor (LCA #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora