Juliette.
¿Conocen ese dolor muscular que se siente la mañana siguiente de ir por primera vez en la vida a un gimnasio? Creo que no existe una definición más precisa para mí en estos momentos.
Cuando abro los ojos, me encuentro todavía rodeada por los brazos de Derek y no puedo evitar sonreír al recordar lo que pasó hace un rato. Mucha gente me había hablado de sexo, quiero decir, de mis amigas siempre fui yo la única virgen y el único tema del que hablaban las últimas veces era de eso pero ni todas las charlas del mundo me podrían haber preparado para lo que había vivido con Derek. ¿Siempre se sentía así? ¿Como si estuvieras tan conectado con una persona que pareciera que solo fueran uno? Lo dudo, en ese caso Shelley debería haber sentido eso con cada chico que se había acostado y sé que no es así, con el único que creo que sintió algo parecido a lo que yo sentí hoy es con Ayden y no solo porque también haya sido su primera vez, sino porque está enamorada de él.
Al mirar la hora en el teléfono me doy cuenta de que solo estuve dormida unos treinta minutos y de que necesito con urgencia una ducha. Derek está profundamente dormido, por lo que beso su frente y me levanto con un poco de dificultad.
Al apoyar mis dos piernas en el suelo, estas casi ceden ante mi peso pero logro remediarlo y llego al baño sin demasiados problemas. Siento un dolor extraño en el estómago pero sé que eso solo está en mi mente, siento una especie de culpa aunque en el fondo sé que lo que hice no estuvo mal. Estoy enamorada de Derek y quería hacer el amor con él, ahora ¿alguien me puede explicar por qué siento un horrible nudo en la garganta si hace un momento estaba sonriendo como estúpida?
Me observo fijamente en el espejo y compruebo que nada ha cambiado en mí, sigo siendo la misma de siempre. Me seco con brusquedad un par de lágrimas que no logro retener y enciendo la ducha.
—No seas estúpida, Juliette —repito una y otra vez mientras entro a la ducha y siento que mi cuerpo se comienza a relajar bajo el agua caliente—. No es la gran cosa.
Pero sí que lo es, por lo menos para mí. Este era un paso importante y siempre soñé con que sería Derek el primer chico al que me entregaría completamente, eso lo hace importante pero también no lo siento real, siento que en cualquier momento despertaré y esto nunca hubiera existido.
—¿Julie? —la voz de Derek me sobresaltó, seguido de unos golpecitos a la puerta del baño—. ¿Estás ahí?
—Sí, me estoy dando una ducha.
—¿Puedo pasar?
Me quedo en silencio un momento. ¿Estoy preparada para verlo?
¡Agh! No seas estúpida, Juliette, adoras a este chico desde antes de saber leer y eso no va a cambiar ahora.
—S-sí.
Muevo hacia un lado la cortina de la ducha y lo observo, está igual de desnudo que yo, con un rubor natural en las mejillas que lo hace ver adorable y no puedo evitar pedirle que se acerque a mí. Entra a la ducha también y deja que el agua le caiga encima, luego afirma mi cara con ambas manos y me mira fijamente.
—¿Pasa algo? ¿Estás bien?
—Sí.
—Estabas llorando —no es una pregunta y su semblante preocupado me da más ganas de llorar.
—Es que no he podido evitarlo.
—¿Te... arrepientes?
—¡No! Claro que no —lo abrazo con fuerza y nos quedamos un largo rato ahí, bajo el agua—. No podría arrepentirme nunca, es solo que... no lo sé, es... extraño.
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Cuando llegue tu amor (LCA #1)
Teen FictionDerek y Juliette son mejores amigos desde los tres años, comparten todo y no se imaginan la vida separados del otro. A medida que pasan los años, juntos van descubriendo la vida, aprendiendo de sus errores y viviendo experiencias que jamás podrán ol...