Juliette
Ha pasado una semana desde que escuché a mis papás hablando sobre algo que me ocultaban y a pesar de que Derek se ha esforzado más de la cuenta para distraerme, no logro sacarme la idea de que tal vez voy a perder a mi mamá. Nuevamente estoy un poco triste, me mata no saber qué es lo que tiene y cómo ayudarla aunque sé que en una enfermedad grave es poco lo que puedo hacer más que darle mi apoyo y acompañarla siempre.
Tal vez estoy siendo demasiado pesimista y hasta exagerada pero, ¿qué se supone que deba pensar después de lo que escuché? ¿Si cuando están hablando y entro yo se callan de golpe? ¿Si el otro día fueron al médico? Siendo que mamá nunca ha sido de las que asiste a controles más que cuando ya se siente demasiado mal, esto no tiene buena cara y siento que explotaré en cualquier momento si nadie me da respuestas.
Estoy sola en mi habitación porque Derek fue a entrenar hoy temprano, tengo en mis manos un ejemplar de Madame Bovary pero no logro concentrarme en nada. No puedo dejar de pensar en mamá y en que no podría vivir sin ella, estoy tan angustiada que antes de siquiera notarlo, estoy derramando varias lágrimas.
—Desayuno a la cama para dos —anuncia mamá subiendo la escalera e intento limpiarme con rapidez los ojos aunque debo tener la nariz colorada así que es un poco inútil.
—Buenos días.
—¿Qué pasa?
Le enseño el libro y ella pone los ojos en blanco.
—¿Otra vez llorando por ese libro? Si ya sabes cómo termina.
—No deberías haberte tomado tantas molestias, podría haber bajado yo y desayunábamos juntas en la cocina.
—¿No puedo regalonear a mi hija de vez en cuando?
—Sí, pero hace unos días no te sentías bien y no quiero que hagas esfuerzos innecesarios.
—No es demasiado esfuerzo subir una escalera, además, ya sabes que soy fuerte como un roble. ¡Ahora, vamos a comer antes de que se enfríe!
—¿Cómo puedes estar tan positiva? ¿Tan tranquila?
—¿Por qué no lo estaría? ¿Viste el día que hay fuera?
—¿Por qué no me dicen la verdad de una vez? —exploto y rompo a llorar nuevamente, ahora sin importarme estar en frente de ella—. Ya no soy una niña y tampoco soy estúpida.
—¿De qué estás hablando, Juliette?
—¿Te vas a morir?
—¿Qué?
—Te escuché hablando con papá hace unos días, estabas vomitando, te sentías mal y tú nunca te sientes mal. Le dijiste que no querías que yo supiera nada para que no sufriera por tu culpa, ¿me lo vas a negar?
—Así que eso era lo que te tenía tan extraña estos días —se acerca para abrazarme con ternura, no entiendo por qué está sonriendo—. Mi chiquita, no tienes que preocuparte por nada, no estoy enferma.
—Yo sé bien lo que escuché...
—Bueno, no lo escuchaste todo. No estoy enferma, amor, estoy embarazada otra vez.
—¿Me estás tomando el pelo? ¿Sabes todas las cosas que me imaginé que podrían pasarte y solo estás...? ¡¿Estás embarazada?!
—No quería decírtelo porque no quería que nos ilusionáramos otra vez por nada, después de las dos pérdidas anteriores solo quería pasar los meses más críticos para contártelo estando segura de que todo estaba bien.
—Mamá, debiste contármelo, no soy una niña y no puedes seguir guardándote todo para protegerme.
Para mi sorpresa, ese último comentario parece ponerla muy nerviosa, ¿será que me está ocultando otras cosas también?
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Cuando llegue tu amor (LCA #1)
Novela JuvenilDerek y Juliette son mejores amigos desde los tres años, comparten todo y no se imaginan la vida separados del otro. A medida que pasan los años, juntos van descubriendo la vida, aprendiendo de sus errores y viviendo experiencias que jamás podrán ol...