CAPÍTULO 2

4.3K 404 82
                                    

Derek

Cuando tenía cinco años, Juliette y su madre dejaron la casa de mis abuelos y se vinieron a vivir a la nuestra, que en verdad quedaba al lado. Nunca entendí por qué no lo hicieron antes si mis abuelos lo que menos hacían era pasar tiempo en la casa y sinceramente nos las necesitaban; creo que era uno de esos temas de grandes que nunca entendería y que tampoco nadie me explicaría. Decidimos buscar un lugar secreto para jugar sin interrupciones o para escondernos cuando teníamos malos días y como nadie usaba el tercer piso, nos encerrábamos ahí.

El tercer piso siempre estuvo abandonado, no sé por qué si era increíble. O tal vez nosotros lo veíamos así porque teníamos mucha imaginación. La entrada quedaba al final del pasillo del segundo piso, había una puerta cerrada con llave que daba a una escalera. Yo, como era un niño muy curioso, un día encontré la llave y con mi amiga fuimos a investigar y quedamos enamorados de ese lugar. Ese fue el primer secreto que compartimos, acomodamos ese lugar con lo que estaba a nuestro alcance y lo convertimos en nuestro.

—Si tuviese dinero y viviera en una casa como esta, me refiero a ser la dueña, no la hija de la ama de llaves —dijo cuando estábamos «celebrando» su cumpleaños numero nueve ahí arriba—. Obligaría a mis padres a que me dejaran dormir aquí, sería genial tener esto como habitación.

—¿Quién sabe? Tal vez algún día cumplas tu sueño.

—Ambos sabemos que eso es imposible, y yo soy feliz con lo que tengo. Lo más cerca de mi sueño es pasar el tiempo aquí, contigo.

—Mamá dice que nada es imposible.

Hace un año decidí lo que quería regalarle en su cumpleaños número diecisiete, ya estaba grande para tener que dormir en una habitación separada solo con una puerta de la de sus padres, así que cuando volvamos a casa se llevará una gran sorpresa. Por eso organicé toda esta salida, y en la noche iremos a una fiesta; cuando regresemos le daré la sorpresa.

—¿Por qué estás tan pensativo? —estoy sentado en una reposera frente a la laguna y siento su voz por detrás. Se pone frente mío luciendo un bikini calipso que para ser sinceros me deja con la boca abierta—. ¡Oh Dios!

—¿Qué? —parecía asustada.

Hace muchos años que no venía a veranear con nosotros, y a su madre no le gustaba que estuviera en la piscina conmigo cuando estábamos en casa por lo que hace mucho no la veía así.

¿En qué momento su cuerpo de desarrolló tan bien?

Juro que hace unos años Julie era literalmente una tabla y según ella así se quedaría toda la vida. Pero no, ahí estaba aun más maravillosa que antes.

—Nada, es solo que hace mucho no venías a la playa conmigo.

—Deja de mirarme los pechos, Archibald —¡Mierda! Me descubrió—. Sí, ya no soy Julie, la tabla andante.

Son pocas veces las que me sonrojo pero esta vez no puedo evitarlo, esta chica me tiene loco desde hace varios años y tienen todo el derecho a llamarme patético por haber inventado que quería ayudarla a prepararse para su primer beso sin ninguna otra intención. Tenía mis razones, no podía dejar que ese idiota le diera su primer beso; ella merecía que fuera con alguien que la quisiera y, ¿quién la quiere más que yo? Ya lo dije antes, soy patético.

Sé que Juliette ama el agua así que no se molesta cuando la cargo en mis brazos y corro con ella hacia el agua, es más, lo disfruta. Puedo ver de reojo su sonrisa radiante, esa que siempre está en su rostro pase lo que pase. Creo que solo una vez no la he visto sonriendo y fue cuando el idiota de Eric terminó con ella hace unos meses; me dolió verla sufriendo por otro siendo que yo la quería tanto y nunca la haría sufrir, pero creo que lo que más me dolió fue ver que su sonrisa se borró durante unos días. Eso fue lo que necesité para partirle la cara a ese idiota y advertirle que no se acercara más a ella.

La intento lanzar desde el pequeño muelle que hay pero se aferra tanto a mí que caigo con ella. Nunca he podido tomarla por sorpresa, es mucho más inteligente que yo y todos lo saben.

Nos separamos al caer y comenzamos a lanzarnos agua, como en los viejos tiempos. Luego, la tomo en mis brazos mientras ella engancha sus piernas a mi cintura; apenas toco el fondo con mis pies así que como ella es más pequeña no llega. Su risa me llena completamente de felicidad y la tengo tan cerca que no sé cuanto tiempo podré soportarlo, ¿qué pasaría si la beso? ¿Se alejaría o me lo devolvería? ¿Arruinaría nuestra amistad?

Mi mirada se desvía hacia su boca y la suya hacia la mía, estoy un sesenta por ciento seguro de que quiere hacerlo también pero aun así, las posibilidades de que me mande a la mierda son altas. Elevo la mirada hacia sus ojos y me la quedo mirando fijamente, no sé en qué momento nos acercamos tanto pero estoy a centímetros de su boca. Ella desvía la cara junto con la mirada con brusquedad y no puedo evitar sonreír.

—Me pusiste nerviosa —admite sonrojada y no vuelve a mirarme a los ojos, pero sigue abrazada a mí.

—Es lo que suele pasar, cuando las chicas ven este cuerpo —me apunto y ella se ríe, siempre uso mi «arrogancia» para que no esté incomoda o para relajar un poco la situación.

—Eres un idiota —dice hundiendo mi cabeza en el agua.

—Al idiota que más quieres —respondo cuando saco la cabeza y sacudo mi cabello para mojarle la cara.

—De eso no hay duda.

Salimos del agua y juntos preparamos el almuerzo, Maggie nos enseñó a cocinar a ambos así que nos repartimos las tareas y terminamos rápido. Debo admitir que ella lo hace mucho mejor que yo, es mejor en casi todo. Pasamos el resto de la tarde frente a la laguna y cuando llega la hora de volver a casa, le aviso que esa noche iremos a una fiesta para esperar sus diecisiete. Soy consciente de que las fiestas llenas de gente desconocida no le agradan mucho pero necesito mantenerla fuera de casa hasta después de las doce para darle la sorpresa.

Sé que debería ir con la vista fija en la carretera mientras estoy conduciendo pero es imposible no mirarla de vez en cuando. Se quedó dormida hace unos veinte minutos con una expresión de paz en su rostro, estaría ciego si no me diera cuenta lo hermosa que es.

¡Dios! Estoy tan sumergido que no sé si al final podré respirar o me seguiré ahogando en este mar llamado Juliette. 

Holaaaaa, estoy demasiado feliz porque ayer llegaron demasiadas nuevas personas a la historia y me hicieron reír mucho con sus comentarios xD, les quiero contar que tengo un grupo de lectores en facebook donde informo más cosas de todas mis historias, así que los invito a unirse, pueden encontrarlo como Lectores de Hopi (allyouneedishope) o en el link: https://www.facebook.com/groups/LectoresdeHopi/?fref=ts 

Los espero ahí, y espero les haya gustado el capítulo. Actualizaré la historia todos los lunes por lo menos de aquí a fin de año (creo que quedan dos lunes más xD) y a partir de enero intentaré actualizar dos veces por semana :3 No olviden dejar su estrellita y comentario si les gustó, me hacen muy feliz con eso. Sin nada más que decir para aburrirlos xD me despido, un beso enorme.    —Hopi <3

Cuando llegue tu amor (LCA #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora