Te veo dormir y te acarició la mejilla con mis dedos, te hago a un lado los rizos que caen por tu frente y los meto tras tu oreja, te mueves y te acomodas en la almohada y yo simplemente sonrío al mirarte.
Te veo dormir y te beso en la frente, luego en tus mejillas, esas que hace tan poco estaban sonrojadas por lo que hacíamos, ya sabes, retozos de nuestro amor. También beso la punta de tu nariz y tu oreja, luego vuelvo a sonreír por tenerte frente a mí.
Te sigo mirando y con mis brazos te rodeo por la cintura, te atraigo a mí y te acomodo para que tu cabeza quede apoyada en mi pecho, así puedo acariciarte el cabello y besarte en la cabeza, te protejo y te cuido, te quiero y te adoro, te amo y te deseo...
Siento como te mueves buscando una postura más cómoda, aprovecho y vuelvo a besarte en las mismas partes de antes, abres tus ojos y me miras adormilada medio frunciendo tus labios, o como sueles decir: «estirando la trompita».
«Déjame dormir» reclamas y yo sólo te miro sonriente para luego responder: «Tengo insomnio». Tú ya sabes lo que significa, intentas apartarte, pero no puedes, mis brazos te capturan y te apreso entre ellos, no podrás arrancar. Aunque no creo que quieras hacerlo...
Te miro y te beso, me abrazas y te acaricio, te sigo besando... Y lo que sigue lo guardamos para ti y para mí, porque eso son cosas que sólo a nosotros nos incumben.
Me sonríes y me susurras un «te amo», yo te regalo la mejor de mis sonrisas y bajo el telón.
ESTÁS LEYENDO
Recovecos
Short StoryCuando la mente decide formar parte de la vida de las personas, aparecen muchas historias que contar, y cada una de ellas es parte de un Universo mágico que hay más allá... Recovecos es la recopilación de varios relatos que nos enseña lo que pasa po...