Recovecos

Lo más importante

Cuando te miro dormir, acurrucada entre las sábanas, respirando con suavidad, con tranquilidad, sin casi moverte. Te veo tan frágil que me dan ganas de cuidarte y protegerte, que nunca nada malo te pase, que nunca nada malo te toque, que nunca nada malo te haga llorar, que nunca nada malo se atreva siquiera mirarte... Te veo dormir tan tranquila mientras esos pensamientos cruzan por mi cabeza que ni cuenta me doy que mi puño se aprieta y me dan ganas de golpear algo... pero así soy, a pesar que pocas veces lo notes y quizás nunca sepas todos los rostros heridos que dejé en el pasado por aquellos que osaban acercarse a ti.

Pero es que tienes que entenderme, nunca dejaría que alguien se robara tu inocencia y tu pureza. Debía cuidarte, tu ingenuidad te hacía caer en trampas y tú siempre confiando en todos... o por lo menos eso demostrabas, siempre pensando que todo lo hacían por querer ayudar, así como tú lo haces, pero no era así, claro que no, por eso tenía que defenderte, nunca dejaría que nada malo te pasara ni se acercara, y los chicos eran lo más malo que podían rodearte, todos menos yo, eso era obvio.

Por eso cuando te miro dormir al fin junto a mí, sonrío por todo eso que nunca te enterarás, por más que preguntes. Sonrío por todo lo que te cuide, sonrío porque tu inocencia fue mía, sonrío porque seré el único que podrá disfrutarla y sonrío aún más al saber que tu corazón sólo me pertenece a mí y, que a pesar de todo y todos, sigo siendo el chico más importante en tu vida.

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