Recovecos

Locura

—Estás loco —dijo Uno, meneando la cabeza y suspirando.

—Claro que lo estoy —contestó Dos sin siquiera ofenderse—. La locura es la base de todo, sin locura no somos nada...

—De todo lo que te he escuchado decir, esto es lo peor.

—No lo creo, ya lo has dicho antes, de todas maneras estar loco es lo mejor que le puede ocurrir a alguien, la mente se abre de otra manera, es otra la llave que nos hace girar los pensamientos, vemos todo de manera distinta y mejor...

—No, es decir, te comportas de una manera infantil y absurda.

—Absurdo tú, Uno, que viviendo en un mundo con tanta riqueza te limitas a querer «madurar». Y va entre comillas porque dices ser maduro cuando no eres más que alguien que jura lo sabe todo y no es más que un pobre ignorante.

—Oh, lo siento, quizás me equivoqué con algo que dije, Dos.

—Es por personajes como tú, Uno, que prefiero mil veces estar loco, escuchar, comprender y seguir feliz en mi vida. Sinceramente espero nunca ser como tú y ojalá ese sueño mío se cumpla, la locura por siempre en mí, en lugar de ser un amargado como tú, Uno.

—Besos, ya me tengo que ir, cuídate mucho.

—Lo que digas, Uno, lo que digas. Y cuidado con lo que te dicen tus amigos, porque en realidad pueden estar tan equivocados como tú, ten tu vida, búscate una y deja de ser como eres, porque en realidad apestas.