¿Te casas conmigo?

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«¿Te quieres casar conmigo?», fue lo que te pregunté aquel día, tú me miraste y dijiste «no», tan cortante que te miré incrédulo por bastantes minutos, unos en que tú reíste, volteaste y te fuiste a hablar con el mayor de mis hijos... Dejándome solo y, prácticamente, plantado. No supe qué hacer.

Sólo el de arriba sabe cuánto rato estuve practicando esas malditas palabras, para que tú me rechazaras... De seguro cuando veas esto me dirás que ya lo había hecho antes, y sí, pero fue distinto y bien lo sabes, estuviste allí, fue una cena en donde sólo se anunció aquello que ya se sabía, había sido padre...

Pensar que te lo tenía que proponer a ti me tenía nervioso, sentía que en el trayecto de la oficina a la casa me corría el sudor sin motivo alguno, con el hecho de pensar en que te vería y te propondría aquello me quedaba sin habla, estático, como un adolescente enamorado por primera vez... Y dijiste no...

Luego de aquellas palabras suspiré y me relajé, mi cuerpo se destensó y miré al frente, donde estabas tú con mi nene, él sonreía observando el suelo con algo que le habías enseñado a hacer, tú me mirabas a mí y me mostrabas lo que colgaba de tu cuello: un anillo con mi nombre. Me encogí de hombros y sonreí, hace mucho tiempo que me habías dado el «sí». ¡Pero yo quería que fuera más romántico! ¡Y me dices «no»!

Y nada qué decir de aquel día en la iglesia...

¿Sabes cómo me sentí cuando tu prima llegó a darme la noticia que habías arrancado por miedo al matrimonio? Casi se me cae el alma al piso mientras pensaba en la manera más rápida de buscarte por todo el mundo si era necesario. Pero no fue así, tu prima me informó que simplemente habías decidido cambiar el lugar de todo porque no te apetecía estar en la iglesia, y que por hacerme una «linda bromita» no quisiste decirme nada... Luego ella se echó a reír, de la misma manera en que tú lo hiciste cuando te interrogué... y aún estoy esperando una explicación...

Aunque, ahora que te miro y con mi pequeño en tus brazos, todo se me olvida y no hago más que seguir mirándote, pero sin que tú lo notes porque no quiero que sepas todo esto que me haces sentir con sólo tenerte cerca.

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