Recovecos

Vicente era...

Vicente era distraído, pero no porque naciera así, sino que se hizo así... Las constantes peleas entre sus padres, las idas y venidas de su hermana mayor cuando se enojaba, agarraba sus cosas y se marchaba de casa; todas aquellas veces que su hermano del centro llegaba a casa sin saber de nada, sin saber qué se fumó y sin saber qué se bebió...

Vicente era tímido, algo callado y muy reservado, no le gustaba hablar de sus problemas con nadie, sentía que no tenía derecho de andar molestando a otros con sus pesares, no era justo para los demás abrumarlos con cargas que sólo le pertenecían a él... sólo a él...

Vicente era de esos que podían leer un libro en un día si nada ni nadie lo molestara. Amaba leer más que cualquier cosa, soñar con mundos mágicos y de fantasía, llorar y reír junto con los personajes, sufrir y alegrarse con cada vivencia de ellos...

Vicente era de aquellos a los que el amor no había golpeado su puerta... hasta aquel día... La conoció en un día lluvioso, ella intentaba cubrirse de las suaves gotas bajo un paraguas, él simplemente se quedó mirándola, le parecía tan graciosa y divertida aquella chica vestida de escolar, que no pudo apartar su vista en ningún momento... pero el amor no era para él y ella no lo vio...

Vicente era de los que no se daban por vencidos, se propuso encontrarla, estaba decidido a que ella sería el amor de su vida, aunque sólo tuviera diecinueve años... Ella era para él, estaba escrito y su destino era ir tomados de la mano hasta el final, el final...

Vicente era de los que tenían mucha esperanza, una que lo llevó hasta la chica de sus sueños, uno que lo llevó hasta la felicidad que tanto deseó y le era negada. Ella le dio todo y él respondió de la misma manera.

Vicente era fiel, completamente fiel y nunca le haría daño a ella, menos luego de embarazarla, pero el destino es cruel y caprichoso, porque su corazón nunca latió por ella como lo hizo cuando vio por primera vez a Beatriz, tan alegre, tan viva, tan llena de gracia...

Vicente era feliz, completamente feliz. No lo había sido nunca hasta que la conoció a ella... no lo había sido nunca hasta que besó a Beatriz...

Vicente era de aquellos en los que se puede confiar, no tenía miedo en decir lo que pensaba y eso mismo lo asustaba, quería hacer feliz a ella y su hijo, pero para eso tuvo que perder a la que era su gran amor, sólo Beatriz logró hacerle latir el corazón a más de mil por hora...

Vicente era Vicente, triste, tímido, soñador. Alegre, enamorado y padre... padre...

Vicente era de los que tenían dos corazones, uno que descansaba junto a él, su esposa y su hijo; y otro que viajaba todas las noches en busca de Beatriz, su Beatriz, porque aunque no supiera nada de ella, él la seguía pensando noche y día, día y noche, no había nada que la borrara de su mente, no había nada que la quitara de su corazón...

Vicente era Vicente y Beatriz era Beatriz,nacieron para estar juntos, pero no en esta vida... y quién sabe si en otra...