Recovecos

Atardeceres y sombras

No sé cuántos fueron en total, sólo sé que fueron varios. ¿Tú los recuerdas? Yo traté de olvidarlos, pero no pude... simplemente no pude.

A veces me hubiera gustado quedarme contigo como en aquellos días, cuando no había preocupaciones, cuando no había nada malo, cuando todo se basaba en juegos, travesuras, diversiones... Risas por todos lados... sólo risas y tu sonrisa...

Pero comenzamos a crecer, yo por un lado mirándote cada vez más como una mujer; tú por el otro sólo pensando en qué broma haríamos al otro día y quién sería el infortunado que caería. Yo te hablaba de amor y te demostraba que me gustabas con diferentes cosas; tú no te dabas cuenta de ninguna de esas cosas, siempre tan distraída, siempre tan despistada... siempre tan inocentona...

Comenzamos a crecer entre atardeceres y sombras. ¿Tú los recuerdas? Yo traté de olvidarlos, pero no pude...

Algunos los pasamos en el parque, otros a la orilla de un lago, otras en una casa en el campo, algunos sentados a los pies de un árbol, nuestro árbol, en ocasiones solos en nuestros hogares, enojados, sin comprender, confundidos...

Después yo los pasé con una chica entre mis brazos... Tú continuaste con tus travesuras y juegos...

Yo me quedé con los atardeceres, tú te convertiste en una sombra, nuestros caminos se fueron separando de a poco, al final te fuiste lejos, muy lejos... Yo hice mi familia, tú buscaste otras oportunidades...

Entre atardeceres y sombras, yo no los pude olvidar, espero que tú tampoco... Atardeceres y sombras, es lo que me gustaría volver a revivir, pero contigo... sólo contigo...