2. Dulce tecnología

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Alice le dijo a Magnus que era secreto que ella y Bianca serían sus mamis, así que aunque estaba tan feliz que no podía borrar su sonrisa, no le dijo a nadie.

Hubiera querido contarles a todos, sobre todo a Alec. Ellos se habían casado, ¿no debería Alec vivir con ellos?

Tal vez si hablaba con la nueva mami de Alec, ella entendería y lo dejaría vivir con él y con sus mamis.

Así que, con eso en mente, el pequeño Magnus fue a buscar a su futura mamá. La encontró en la cocina, ayudando a preparar la comida para todos los niños. Él tiró del pantalón de Alice hasta que ella se agachó. Magnus lo susurró porque su boda también era secreto: -¿Podemos pedir a la mamá de Aleg que viva con nosotros? Es mi esposo.

Dijo "Aleg" y no "Alec" porque a él le gustaba así, aunque ya no estuviera ahí.

Alice fingió pensar y después abrazó a su futuro hijo, besó su mejilla y le dijo que le tenía una sorpresa. "Si te digo ya no será sorpresa" le dijo cuando Magnus insistió.

Magnus hizo un puchero. -Pero, ¿es buena?

-¡Muy buena! Ahora ve a ponerte guapo, pequeño príncipe.

* * *

-¿Vamo a ve a Magu? -la pequeña Izzy estaba preguntando a Alec mientras éste se ponía su trajecito de vaca aunque no era de noche.

Pero es que ese había sido su traje de boda y quería que Magnus lo viera usándolo. Aun cuando su nuevo papá había querido tirárselo porque era viejo y él podía comprarle otros mejores. Pero Alec nunca iba a dejar que le quitaran algo que lo unía a su príncipe y esposo.

-Sí, pero sshh -Alec puso sus manitas sobre la boca de su hermanita-, es secreto. ¡Voy a darle una sorpresa a Magus!

Sopesa a Magu! -la pequeña Izzy alzó sus manitas gritando.

-¿Qué sorpresa? -preguntó Jace, vistiendo un elegante trajecito muy parecido a los de Robert. Él iba a ser como su papá para que estuviera orgulloso y lo quisiera mucho.

-¡Mami Maryse me va a llevar a ver a Magus! -le gritó Alec, porque los secretos pueden contarse a los hermanos, ¿verdad? Ellos no se traicionan.

* * *

La hora de la comida pasó con Magnus casi saltando de la felicidad, esperando su sorpresa. ¿Tal vez ya iban a llevárselo a casa las princesas?

Cristie estuvo a la hora de la comida, vigilando de cerca. Alice le había dicho a Magnus que no le dijera nada para que ella no se enojara más, pero Cristie era como una bruja, les gritaba siempre, y a veces los pellizcaba con sus largas uñas. Y dolía mucho.

Pero pronto Magnus se iba a ir con sus mamis, las princesas Alice y Bianca, y nadie iba a pellizcarlo ni tirarle agua encima nunca más.

Llegó la hora de la cena y seguía sin tener su sorpresa, así que Magnus empezó a hacer pucheros.

Alice llevó a los niños a lavarse los dientes y luego a la cama, preocupada porque  Maryse había llamado y dicho que Alec iría de visita a Pequeños Ángeles para ver a Magnus, pero no habían ido ni llamado para cancelar.

Iba con Magnus de la mano, había sido el último en lavar sus dientitos, cuando su móvil sonó. Sin soltar a Magnus, atendió la llamada, no, la videollamada.

¡Ahí estaban Maryse, la pequeña Isabelle y Alec!

Oda! -Izzy agitó su manita.

Alec se estaba asomando, seguramente buscando a su pequeño esposo.

-Tuvimos un problema y no pudimos ir -explicó Maryse-, pero prometí a Alec que vería a Magnus y aquí estamos.

Alice abrazó a Magnus cuando él escuchó su nombre y quiso arrebatarle el celular. -¡Aleegg!

Magus, Magus! -Alec se acercó mucho a la pantalla, se escuchó la risa de Maryse-. ¿Magus, me ves? Yo te veo.

-¡Te veo, Aleg! ¿Cuándo vas a regresar?

Alec hizo un puchero y miró a su mamá. -Papá Robert no nos dejó ir, pero cuando él se vaya de vacaciones, ¡mami nos va a llevar, Magus!

Y aunque no pudieron abrazarse, al menos pudieron verse y prometieron que no sería la última vez.



CONTINUARÁ...

Maratón esta semana 🙌❤

Mi pequeño corazón (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora