👆 una belleza de Mavitomo ❤* * *
Alec estaba usando su trajecito de vaca y Magnus el de gatito. Los dos con grandes sonrisas. Estaban de la mano, sentados como todos los demás pequeños ángeles en un gran círculo.
Alec veía feliz a los demás niños, con una gran sonrisa, porque ¡Era el cumpleaños de Magus!, y Alice les había dicho que todos debían decir algo bueno de Magnus.
En cambio, Magnus veía sólo a Alec. Con su mano libre acariciaba su ceja que ahora tenía una cicatriz que la dividía en dos. Le encantaba pasar su dedo por esa pequeña línea pálida. Magnus, como Alec, también notaba como sus pieles contrastaban. "¿Somos diferentes, Aleg?" había preguntado él, con un puchero, observando cómo Alec tenía una bonita piel pálida y suave, y la suya no, y Alec tenía esos bonitos ojos azules y los suyos eran raros, como de un gato. Alec había observado con atención a Magnus y después sonrió y negó. "Somos iguales, tenemos dos ojos -acarició sobre los párpados de Magnus-, una nariz -dio un par de golpecitos con su índice-, una boca -le dio un beso rápido-, dos manos -entrelazó las suyas con las de Magnus y siguió señalando más partes del cuerpo-, y aquí -puso su cabeza en el pecho de Magnus-, tenemos un corazón, Alice dijo que eso que hace bum bum es nuestro corazón, y el tuyo y el mío son iguales, Magus".
Magnus había llorado porque eso era muy bonito. Y cuando Alec preguntó, con pucheros, por qué lloraba, Magnus le dijo "Te quiero mucho, Aleg. Mi corazón es tuyo". Alec se había reído y le dijo que no podía darle su corazón, "Alice dijo que vivimos porque tenemos corazón", "Entonces te doy mi corazón y te quedas conmigo", eso estaba bien, pensó Alec, de cualquier manera estarían juntos siempre. "Entonces también te doy mi corazón, Magus".
Desde ese día, cada noche, antes de dormirse, uno de los dos preguntaba "Cómo está mi corazón?", escuchaban los latidos del otro para asegurarse y se daban un besito de buenas noches.
Magnus cumplía cuatro años. Alice estaba feliz de tenerlo ahí, pero también estaba asustada porque sus niños iban creciendo y nadie los adoptaba. Y, aunque quisiera tenerlos por siempre con ella, también quería verlos con una familia.
Todos estaban diciendo algo que les gustaba de Magnus entonces. Cosas como "Su sonrisa" -eso lo dijo una niña a la que Alec vio feo después de susurrar a Magnus "No le sonrías, Magus, sólo a mí"-. "Cuando juega con nosotros", "Cuando se ríe mucho y hace sonidos graciosos", "Cuando Alec le da flores y estornuda", "Cuando no llueve y me deja dormir" -eso lo dijo Jace con una sonrisa-, "A mí me gustan tus ojos, Magnus, son únicos y hermosos" -le dijo Alice con una sonrisa, aferrando en su mano el regalo que Bianca le había mandado.
Bianca no pudo estar presente porque Cristie no le dio permiso.
Cuando llegó el turno de Alec, todos habrían esperado una lista de cosas que le gustaban de Magnus, ya que siempre los veían juntos y sabían que lo quería mucho...
Alec lo pensó. Me gusta cuando me abrazas. Me gusta cuando me das besitos. Me gusta tu mano en la mía y mirarlas porque no son iguales. Me gusta cuando te doy un chocolate y sonríes. Me gusta cuando llueve, porque puedo abrazarte más fuerte. Me gusta darte flores y que hagas caras graciosas. Me gustan tus ojitos de gato. Me gusta escuchar tu corazón en las noches.
...y sí, había una larga lista de cosas que a Alec le gustaban de Magnus, pero no podía decidirse por una y él siempre se lo decía, así que lo resumió con un: -Me gusta Magus.
Y después, cuando Magnus sonrió enormemente, dijo: -Y me gusta esa sonrisa.
Sin darse cuenta el pequeño Alec que esa sonrisa era sólo suya, ya desde entonces nadie lo hacía sonreír así, y nadie lo haría nunca.
CONTINUARÁ...
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Mi pequeño corazón (Malec)
FanfictionTERMINADA» ¿Quién dijo que había que crecer para entregar el corazón? ¿Quién dijo que sólo los adultos pueden amar, cuando los más sinceros y puros sentimientos vienen en nuestra infancia? Porque Alexander Lightwood había dado su pequeño corazón a a...