Mi pequeño corazón (Malec)

49. Las vueltas que da la vida

Tarde o temprano, tendremos nuestro turno de estar en la posición en la que una vez tuvimos a otra persona.
(Ashly Lorenzana)

* * *

"Alec ya no quiere verte porque eres un enfermo, ¿no lo entiendes?"

Y Magnus estaba aquí, de pie frente a él, tantos años después, después tanto daño a esos dos corazones. Por fin frente a frente.

Y no podía creerlo. Por Dios, que no. No podía estar sucediendo así este reencuentro.

"Tal vez cuando eran niños Alec te pedía un beso, pero eran besos de niños, Magnus."

Magnus sentía sus labios temblar, estaba perdiendo el control de su propio rostro, de su cuerpo.

Sus ojos ardían con lágrimas contenidas por la rabia. Sus manos se habían cerrado en puño sin que se diera cuenta.

Su corazón estaba tan acelerado. Porque, maldita sea, el hombre que arruinó su vida, que lo hizo dudar de él mismo, que lo hizo pensar que todo en él era incorrecto estaba hoy besando a otro chico.

Y entonces Magnus se rió.

-Este no es un beso de niños, Jace -quería decirle, pero no encontró la voz para hacerlo.

Sus rodillas se sentían débiles, sus piernas temblaban, sentía que iba a desvanecerse.

"Ahora hemos crecido y mi hermano quiere amigos de verdad, no de los que quieren obligarlo a ser como ellos, él quiere casarse y tener hijos, quiere una familia que tú nunca vas a poder darle."

-¿No? ¿No, Jace? -Magnus quería gritárselo y no podía-. ¿Por qué, demonios, dos chicos no podemos formar una familia? ¿No lo harías tú con él, él a quien estás besando tú? Tú. Tú, Jace.

-M-Magnus... -Magnus dio una respiración inestable cuando, después de tanto tiempo, escuchó su voz. Las manos de Jace temblaban cuando logró reaccionar, se separó del chico de ojos verdes, y se giró hacia Magnus. Dio sólo un paso antes de detenerse, su expresión era de pánico total.

-No me digas que no es lo que parece -Magnus se sorprendió y alegró cuando su voz fue firme. Intentó sonreír, pero él mismo sintió como sus labios sólo se torcían en una mueca.

Jace mismo pareció imitar su gesto. -Magnus, por favor...

Magnus se sentía histérico, porque, ¡Maldita sea!, le había roto el corazón el sentir a Alec alejarse, pero fue Jace quien se encargó de destrozar cada pieza ya rota cuando le dijo todo aquello:

"Alec no merece a alguien que lo obligue a ser un desviado, porque lo haría por ti, ¿sabes? Por el recuerdo, pero no porque sea feliz siendo como tú."

-¿M-Magnus? -Jace no parecía saber qué hacer o decir cuando comenzó a reírse.

-¿Jace? -el ojiverde parecía confundido, puso su mano sobre el hombro de Jace pero ni eso hizo que éste apartara su atención de Magnus. El chico de cabello platinado miró a Magnus de arriba a abajo y después a Jace, obviamente sin comprender.

-¿Un desviado? -Magnus preguntó, restregando sus ojos con fuerza, limpiándose las lágrimas que no sabría decir si fueron por la risa, por el llanto, la rabia, la frustración o todas las que no pudo derramar ni compartir con nadie en años.

-¿Perdón? -fue el chico de ojos verdes quien lo dijo, mientras Jace sólo cerraba los ojos con fuerza, como si le hubieran dado un golpe.

Sebastian no creía que Jace realmente lo amara, pero eso no iba a impedir que lo defendiera de un homofóbico. Mucho menos cuando Jace estaba apenas saliendo, descubriéndose y tratando de aceptarse. No se merecía esto.

-Seb... -Jace no pudo ni siquiera decir su nombre, su mano se alzó para pedirle silencio.

-¿Un desviado, Jace Lightwood? -Magnus comenzó a gritar sin darse cuenta. No era su intención y de no haber sucedido esto, él nunca habría sacado el tema de nuevo, nunca habría traído estos amargos recuerdos al presente, pero aquí estaban. No fue él quien lo propició.

Y entonces Jace fue...Jace. Porque no podía evitarlo: -Por favor, baja la voz. Esta es mi boda, no quiero un escándalo. Mi papá...

Sebastian resopló y se alejó un paso de Jace.

"Déjalo en paz si lo amas como dices." Y ese había sido el final.

-¡Lo amaba! -le gritó Magnus, ni siquiera escuchando lo que Jace dijo o notando el "Es mi boda"-. ¡Lo amo! Lo amo y lo dejé porque tú me lo dijiste, "Déjalo en paz si lo amas como dices". Me dijiste, Jace, que yo contagiaba a tu hermano, que era incorrecto, sucio, pedirle un beso cuando ya no éramos niños...

La boca y los ojos de Sebastian estaban tan abiertos mientras miraba a Jace, esperando que lo negara.

-...me dijiste que él quería todo lo que yo no podía darle, que merecía algo mejor. Y yo te creí, ¡te creí! Dime, dime, aunque ambos ya lo sabemos, ¿dijo Alexander eso alguna vez?

Las puertas del salón se abrieron entonces y Alec, que venía a preguntar qué sucedía, se detuvo cuando escuchó eso último: -¿Magnus?

Los tres lo miraron.

-¿Dije qué? ¿Yo dije qué?

Y entonces una pequeña grieta que podría ser enorme y devorarlos a todos se abrió.

CONTINUARÁ...

Hola 🙌 ya estamos en los últimos capítulos 😞 y el karma le está llegando Jace, ¡sé que desde hace mucho esperaban este momento!, por fin Alec lo sabrá 🙊 ¿qué creen que pasará?

Espero que entiendan la reacción de Magnus 💔 todo lo que él está sintiendo justo en este momento...

Como les dije en el aviso anterior, decidí crear una versión de esta historia con personajes propios, en ningún momento voy a borrar este fic, pero espero que puedan apoyar la historia original, haré algunos cambios y mejoras 😅

Y los invito a leer, o releer, Amor entre libros, estoy resubiendo la versión corregida y daré una noticia importante pronto ❤