Canción para los días lluviosos, mientras estemos los dos irá todo bien, canción para la noches en vela, aunque a veces la tristeza se cuela está todo bien. Mira, nadie nos puede parar, mira el sol de nuevo saldrá. Después de la tormenta siempre llega la calma, se impone el amor y sé que me amas. Toma, te doy mi vida para que estés protegido, para que puedas volar. Para que pierdas el miedo, darte todo sé puedo. Para eso está mi corazón... 🎶❤
👆 recomendación de RebeFernandez5
* * *
Magnus pensó que esa sonrisa era sólo de Alec. Fue él quien lo hizo sonreír por primera vez en aquella ocasión en que se metió en su cama y lo abrazó, prometiendo protegerlo siempre. Lloviera o no.
Con cuatro añitos, Magnus tal vez no entendía completamente el concepto de "amar". O, por el contrario, él lo sabía más que los adultos que creemos saberlo todo, que podemos decir que un niño no sabe lo que es amar.
Porque Magnus miraba a Alec, adoraba su bonita cicatriz que hacía su ceja especial, sentía su mano en la suya, y se decía que no le importaba si a los demás no les gustaba nada de él, no mientras tuviera a su príncipe Aleg, mientras a él le gustara.
Todos merecemos una familia feliz, pero Magnus conoció la felicidad y el amor fuera de la suya, lo mejor que pudo pasarle fue ser abandonado en los Pequeños Ángeles. Porque ahí encontró su corazón y ahí dio el suyo.
¿Quién más puede decir que encontró el amor puro a los tres años?
Ellos podían. Y lo harían.
Después de que todos dijeron a Magnus algo bueno, algo que les gustaba de él, y le dieron un abrazo -Jace haciendo muecas y Alec un abrazo que se alargó hasta lo imposible, apretando tanto que dolió pero Magnus sólo se rió-, se dirigieron a la cocina por el pastel que Bianca había mandado para el pequeño Magus.
Como Cristie no dejaba a Bianca ir al orfanato a menos que fuera llamada por alguna emergencia, y no sabía la relación que la unía con Alice, a veces ella les mandaba regalos a los pequeños o les hacía videollamadas a escondidas.
Alec, Magnus, y Jace, amaban a la princesa de Alice.
Y la princesa había mandado un gran pastel que decía "¡Feliz cumpleaños, Magus!" con letras brillantes -porque Magnus amaba los brillos- y una imagen Mu y Presi.
Pero cuando todos corrieron con Magnus al comedor, Alec se quedó sentado mirando sus manitas.
-¿Qué pasa, Alec? -preguntó Alice-. ¿No quieres estar con Magnus en su cumpleaños? ¿No quieres pastel?
Alec hizo un puchero, sus ojitos ya llenos de lágrimas. -No tengo un regalo para Magus. Dijo que ya no le buscara chocolates porque podía caer otra vez y Quisti no me deja cortar fores, dijo que soy un niño malo.
Alice abrazó al pequeño Alec y sacó una cadenita de su bolso -el regalo de Bianca, ella iba a entender-. La puso en la manita del pequeño Alec. -Este es tu regalo para Magnus.
Él niño sorbió por su nariz y limpió sus ojitos para ver la cadena de plata y el dije. -¿Qué es? ¿Qué dice? -pasó su dedito sobre las cinco letras-. Son letras -dijo muy orgulloso, luego un puchero-. Pero no sé leer, Alice.
El dije era un pequeño corazón alado, por un lado decía Malec, en un paréntesis con letras más pequeñas: Maleg. Por Magnus y Alec, Magus y Aleg. Y por el otro lado una A y una M entrelazadas.
MALEC
(maleg)A&M
-Dice Malec, Alec. Es una palabra que junta tu nombre y el de Magnus.
-¡MALEG! -gritó el niño feliz y Alice sonrió pensando que Bianca tenía razón.
Antes de que Alec pudiera correr a dárselo a Magnus, ¡El mejor regalo del mundo mundial!, le dijo a Alice: -Pero sólo es uno, Maleg somos dos. ¿Dónde está el mío?
Alice revolvió su cabello y le dijo que después le daría uno igual.
-Bueno -y entonces corrió con Magnus.
Magnus amó su dije, eran ellos dos en un corazón brillante. -Pero mi mejor regalo es tu corazón, Aleg.
Y ahí, frente a todos, se dieron un rápido besito.
(Besó que llegaría a oídos de Cristie).
CONTINUARÁ...
Creo que ya saben quién es la villana de esta historia 😒
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Mi pequeño corazón (Malec)
FanficTERMINADA» ¿Quién dijo que había que crecer para entregar el corazón? ¿Quién dijo que sólo los adultos pueden amar, cuando los más sinceros y puros sentimientos vienen en nuestra infancia? Porque Alexander Lightwood había dado su pequeño corazón a a...