10. Príncipes

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Era temporada de tormentas y Magnus estaba triste.

Llevaba ya meses ahí, sabía que no iban a llevárselo, pero cada vez más niños se iban con nuevas familias. Magnus empezaba a pensar que tal vez Alec se iría pronto, y eso lo ponía todavía más triste.

-¿Magus? -Alec se metió a su cama esa noche, ignorando cuando Jace intentó detenerlo y que se quedara con él. "Toma a Mu, él te cuida a ti" le había dicho-. Magus no llores -Alec ya estaba haciendo pucheros.

Magnus miró a Alec, su trajecito de vaca, su cabello oscuro y revuelto, sus ojitos azules, y ese pucherito. Los labios de Alec temblaron y luego empezó a besar a Magnus, besos inocentes de un niño pequeño que creía en los cuentos que hablaban de besos mágicos, besos descuidados y apenados. En la frente, las mejillas, la nariz, su barbilla, uno dio en los labios de Magnus...

-No llores, Magus -insistió Alec-. Yo te cuido si llueve.

Magnus asintió y se acurrucó contra él. -¿Beso? -dijo muy bajito. Alec asintió y dejó un beso en su frente.

-Yo te curo con mis besos, Magus. Como en los cuentos.

-¿Eres mi pincipe? -preguntó Magnus, ya adormilado.

Alec lo pensó durante tanto tiempo que Magnus ya estaba dormido cuando dijo: -Y tú el mío, Magus.

Si se querían mucho, Alec lo cuidaba y lo abrazaba, tenían a Mu y Presi, y se daban chocolates y besos eran príncipes para el otro, ¿verdad? Como en los cuentos...

Magnus ya no contestó, y Jace ya se había dormido. El pequeño Alec se quedó pensando qué otra cosa regalaban los príncipes.

¡Zapatos!

Había un cuento de la princesa y el zapato que todas querían... Pero Magnus ya tenía zapatos.

¡Besos!

Los príncipes, al final del cuento, daban un beso. O para despertar a la princesa.

Pero ellos ya se daban besos a veces.

¿No había cuentos con chocolates? Él daba chocolates de Magus, ¿era un mal príncipe?

Él no quería ser un mal príncipe.

Apenas amaneció, dio un beso a Magnus...pero él no despertó. Entonces -después de mover a Jace y buscar a Mu entre las cobijas- corrió a buscar a Alice.

-¿Qué te regala tu pincipe? -preguntó Alec.

-Uumm... -Alice se quedó pensando-. Una vez me dio flores.

Alec dijo "¡Siii!" y corrió dando vueltas, luego se detuvo e hizo un puchero. -No tengo fores, Alice.

-No llores, Alec -Alice lo abrazó-. ¿Para qué quieres una flor? ¿Te gusta una de tus compañeritas?

Alec negó. -Es para Magus. Quiero ser un buen pincipe y que no llore si llueve.

Alice sonrió y lo llevó al jardín. -Mira esa -señaló una de colores-, lleva esa a Magnus. Rápido antes de que Cristie nos vea.

Cristie era la directora.

Alec cortó la flor y corrió a despertar a Magnus.

Magnus despertó estornudando porque su príncipe le puso la flor en la nariz, pero fue un día feliz porque despertó con un arco iris frente a sus ojos y dos pequeños cielos mirándolo.

Ese día el príncipe Aleg le dio su primera flor al príncipe Magus.




CONTINUARÁ...

No recuerdo si ya lo dije, sí haré la historia después de su infancia ❤

Mi pequeño corazón (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora