Presionó un beso en su pecho, directamente sobre su corazón. —Me encanta escucharlo golpear. Dejarme saber que estás lleno de vida y amor.
(R.Cohen)
Alec estaba recostado sobre el pecho desnudo de Magnus.
Su mejilla frotándose contra la piel suave y cálida, podía escuchar claramente el latir de su corazón. Cerró los ojos y se concentró en eso, en el latido de Magnus, en el subir y bajar de su pecho, en su aroma a sándalo, en el brazo que lo rodeaba, sosteniéndolo con firmeza contra él...
Alec suspiró, iba a mirar hacia arriba para saber si Magnus también estaba despierto, pero no hizo falta, su mano se quedó sobre el estómago de este –más y más territorio nuevo por conocer–. Era perfecto volver a dormir juntos.
Alec no sabía qué había sucedido con su familia después de que se fueron ellos dos. Sabía que tenía que volver, por supuesto, todavía faltaban algunas semanas para la mayoría de edad de Izzy y no podía dejarla sola. Fue a ella a quien le avisó que estaba con Magnus, que estaba bien –más que bien–, y que volvería al día siguiente.
Después de varios textos y mensajes de voz –súplicas de Jace, "Por favor, Alec, somos hermanos, tienes que entenderme y perdonarme", y amenazas de Robert, "Tienes sólo una oportunidad, Alexander, para rectificar tu error y dejar, de nuevo y esta vez para siempre, a ese hombre"–, Alec decidió apagar el móvil.
—¿Cómo está mi corazón? –Alec lo preguntó, pegando más su cuerpo al de Magnus, sus caderas chocando contra Magnus, sus piernas enredándose juntas, presionó más su mejilla contra su pecho y su mano contra su estómago...sólo tratando de sentirlo más, más, sólo un poco más, algo más fuerte, más duradero.
Alec sintió su propio corazón saltar contra su pecho cuando entendió lo que deseaba.
Usó su pierna, pasándola al otro lado de Magnus, para impulsarse, quedando sobre él. Sus rodillas a ambos lados de las caderas de Magnus, sus manos sobre su pecho, sintiendo con sus latidos se aceleraban.
Magnus no hizo ningún movimiento, simplemente sus manos fueron a las caderas de Alec y sus ojos se abrieron lentamente. El brillo del maquillaje que usaba ayer ya no estaba, pero había uno completamente mejor en su mirada. Sus labios se torcieron en una sonrisa. —Aquí –presionó las caderas de Alec con sus manos, provocando de éste se retorciera un poco, una de esas manos subió hasta su pecho, sobre su corazón–, aquí conmigo. Como lo prometimos cuando niños, ¿recuerdas?
Alec asintió. Todo su cuerpo ardía al contacto con Magnus. Y su propio corazón estaba tan acelerado que Magnus obviamente tenía que sentirlo.
—Alice dijo que no podíamos vivir sin corazón, que él nos mantenía vivos. Pero yo quería dártelo... Y entonces llegamos a la mejor conclusión...
Magnus sonrió ante el recuerdo: —Si lo necesitábamos para vivir, simplemente nos quedaríamos cerca del otro...para siempre. No puedes irte porque tienes mi corazón y lo necesito para vivir...
Alec suspiró y cerró los ojos, inclinándose más hacia Magnus. Sin palabras, no las necesitaban, con silencios, con miradas, con el corazón siempre se entendieron, desde la primera noche de tormenta en que Alec se coló en su cama.
Las manos de Magnus se movieron a la espalda baja de Alec mientras éste bajaba su cuerpo, amoldándolo al de Magnus, hasta que sus pechos se tocaron y él estuvo entre las piernas abiertas de él, sus labios se encontraron a ciegas.
Alec recordaba que, en una de las ocasiones en que tuvo que irse a Francia, Magnus se lo dijo: si alguno de los dos empezaba a olvidar, sólo tenía que poner la mano sobre su pecho y sentir el latido para recordar que el otro estaba ahí, que seguían juntos.
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Mi pequeño corazón (Malec)
FanficTERMINADA» ¿Quién dijo que había que crecer para entregar el corazón? ¿Quién dijo que sólo los adultos pueden amar, cuando los más sinceros y puros sentimientos vienen en nuestra infancia? Porque Alexander Lightwood había dado su pequeño corazón a a...