2. Vuelve, mi corazón

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Pasaron cuatro años. Y Alec no sólo no lo buscó, rechazó sus llamadas y se negó a recibirlo cuando fue a su casa.

Sus mamis Bianca y Alice habían hablado con Maryse, que estaba feliz con su embarazo, y ella les dijo que no entendía las razones de Alec para actuar así. "Él adora a Magnus. Todos estos años lo único que quería sólo era volver para poder estar juntos. Tal vez es cosa de la adolescencia, se le pasará pronto y volverá a buscar a su amiguito."

¡Pero ellos eran más que amigos! Izzy fue la que más insistió a Alec para qué le dijera la razón para ya no querer ver a Magnus. "¿Te hizo algo? Porque si te hizo algo, aunque sea mi mejor amigo, ya no lo quiero".

Alec había negado. No quería que Izzy le guardara rencor a Magnus. Él era bueno, era el mejor, merecía sólo amor y cosas buenas.

Pero, entonces, ¿qué decirle a Izzy para convencerla?

Sintió su corazón romperse cuando lo decidió: -No me ha hecho nada y sé que es tu amigo. Creí que lo quería más que como amigos, ¿sabes?, como novios... Pero lo he pensado y fue su influencia sobre mí, no es que me obligara, Izzy, sólo lo mucho que lo quiero me confundió. Prefiero que sea un buen recuerdo y no arruinar lo que teníamos. Ya no quiero verlo.

Con eso Isabelle había quedado un poco más convencida.

Y lo que decidió a Magnus a no buscarlo más fueron las palabras de Jace, que había espiado las conversaciones de sus hermanos y lo dijo a su conveniencia: -Alec ya no quiere verte porque eres un enfermo, ¿lo entiendes? Tal vez cuando eran niños Alec te pedía un beso, pero eran besos de niños, Magnus. Ahora hemos crecido y mi hermano quiere amigos de verdad, no de los que quieren obligarlo a ser como ellos, él quiere casarse y tener hijos, quiere una familia que tú nunca vas a poder darle. Alec no merece alguien que lo obligue a ser un desviado, porque lo haría por ti, ¿sabes? Por el recuerdo, pero no porque sea feliz siendo como tú. Déjalo en paz si lo amas como dices.

Y Magnus lo hizo. Se concentró en sus estudios, en su familia, en sus amigos, en los niños de Pequeños Ángeles a los que visitaba regularmente...

...y que justo ahora le estaban deseando ¡Feliz cumple!

Se quedó mirando al ojiazul frente a él, había cambiado mucho y, a la vez, no, lo reconocería así pasaran mil años.

Aleg! -el niño tiraba del pantalón de su...el que fuera su pequeño príncipe.

Magnus hizo una mueca. Ver al pequeño, y escuchar ese nombre, le recordaban aquellos momentos felices.

Sin dejar de ver a Alexander Lightwood, devolvió su atención a su llamada, ahora era una voz femenina: -¿Mags, sigues ahí? Los niños dicen que no respondes...

Había tanto silencio entre ellos que Alec llegó a escuchar lo que la mujer decía. Su ceño se frunció, ¿quién era? ¿Magnus tenía novia? ¿se iría a casar o se habría casado ya?

No seria tan raro, Jace estaba ya comprometido...

-Bien, Cami -respondió Magnus y Alec sintió que se derretía sólo con esa voz profunda, ya de un hombre, ya no un niño o un adolescente-. Diles que estoy comprando el pastel y pronto llego a casa.

Él dijo "Casa" porque Pequeños Ángeles era su segundo hogar.

Para Alec, fue claro que ya tenía una vida y alguien con quien compartirla. ¿Tendría hijos a pesar de ser tan joven?

Aleg! -Max lloriqueaba, hasta que Alec lo cargó en sus brazos. Magnus pensó pedir el pastel, pagar, e irse e intentar olvidar este encuentro, pero entonces el niño le habló: -¡Hola! Yo quero ese -señaló uno de chocolate-, ¿y tú? Soy Masss -alargó la s lo más que pudo como si eso fuera a hacerla la x, luego sonrió orgulloso y Magnus no pudo resistirse a su encanto.

-Yo también quiero de ese. Es la favorita de Rafa. Yo soy Magnus -le ofreció su mano y el niño apretó sus dedos con un "¿Magus?", Magnus asintió, "¡Me gusta! Él es Aleg".

-Hola, Alec -la sonrisa de Magnus se perdió y su voz fue fría cuando miró a su pequeño corazón. Después ordenó rápidamente y, después de pagar, y tomar su pastel ya en su caja, dijo adiós a Max.

Max dijo "¡Adiós, Magus!" muy sonriente y después dijo a la señorita que atendía que también quería uno de esos.

La mano de Alec fue rápida deteniendo a Magnus, su voz se rompió un poco: -¿Mag-nus? -se aclaró la garganta y lo intentó de nuevo-, Magnus, ¿podemos hablar?

Magnus sonrió, aunque veía a Max y no a él. -No, Alexander, no podemos. Me tengo que ir. Adiós...Alec.

Entonces él salió, sin mirar atrás, y Alec supo que ahí iba su corazón, seguía con él, y tenía que recuperarlo, tenía que haber una forma de ser feliz sin afectar a su familia. Él no podía vivir sin corazón.




CONTINUARÁ...

Creo que seguirán odiando al pobre Trace 🙊 y a Robert 😒
Y sobre Alec, él tenía quince años cuando Robert le dijo eso, hizo lo que cualquiera habría hecho por proteger a quien quiere 😞

Mi pequeño corazón (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora