44. No

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Y cuando un día la gente me recuerde y se refiera a lo que significaba mi vida, no quiero que digan "Alec Lightwood luchó en la Guerra Oscura" o "Alec Lightwood fue cónsul una vez". Quiero que piensen "Alec Lightwood amó a un hombre tanto que cambió el mundo por él".
(Queen of air and darkness)

[Les dejo mi cuenta de respaldo. Porfa, síganla por cualquier cosa: LuConejo2 ]

* * *

«Estoy. Estoy y no me iré ya nunca. Nada ni nadie me volverá a separar de ti, mi corazón. Dios, Magnus, ya eres mi corazón, siempre lo has sido, nunca volveré a irme, te lo prometo, déjame hacer la promesa frente a todos, jurártelo ante el mundo entero, que lo sepan, eres mío y soy tuyo y estoy tan orgulloso de eso. Cásate conmigo, Magnus Bane, una tercera vez, real en esta ocasión y para siempre.»

Y dijo que no.

¡Magnus le dijo que no!






A la confesión de Alec había seguido un largo silencio que terminó convirtiendo su sonrisa en una nerviosa. —Uh –Alec se había reído, una de sus manos acariciando el rostro de Magnus y la otra sobre su pecho–, yo... No fue la forma correcta, ¿verdad? No hubo un momento mágico ni un anillo, no me arrodillé o te dije que... –Alec quiso salir de la cama y arrodillarse al menos, incluso cuando se vería ridículo al estar en ropa interior y en una habitación de Pequeños Ángeles...

Al menos sería de nuevo como la primera vez... Y la segunda... Parecía que el destino estaba en que siempre se comprometieran aquí, justo donde se habían entregado el corazón por primera vez y para siempre.

...pero Magnus lo detuvo, sus dedos rodearon su brazo mientras se limpiaba los ojos con el dorso de su otra mano.

Magnus había negado y Alec había sentido su corazón detenerse. ¿No? ¿Cómo que no? ¡En ningún universo posible Magnus le decía que no!

¿Por qué?

Magnus había sonreído con ternura ante el puchero de Alec. Uno de sus pulgares acariciando aquel labio sobresaliente. —No así, Alexander. No tomes esta decisión, que es tan importante, de forma apresurada. No por culpa, por no haber estado conmigo en cada tormenta. Incluso si ahora no estuvieras aquí de nuevo, nada de esto es tu culpa. Yo tengo que aprender a estar, seguir, y enfrentar mis miedos solos...

Y Alec había negado, su ceño fruncido. —No. Yo estoy aquí, no importa el tiempo que no estuve... Es decir, sí, importa obviamente, y lo siento tanto por no haber estado, Magnus, pero no voy a volver a irme. Yo nunca volvería a dejarte. Magnus...

Magnus no perdió su sonrisa mientras ponía su índice sobre los labios de Alec, callando sus réplicas, ni el amor en sus ojos mientras negaba. —No me pidas matrimonio sin pensar en las consecuencias antes, cariño. No te estoy diciendo que no...sólo...no ahora... En su momento, ¿sí? Algún día, mi corazón.

Magnus había besado el puchero de Alec y había aprovechado su aturdimiento para salir de la pequeña cama.

En su propio pecho había una opresión que intentó ocultar –nunca se imaginó diciéndole a Alec que no, pero él realmente creía que lo había decidido por culpa o se lo había pedido en un arrebato sin pensar, no tenía forma de saber que Alec llevaba días buscando la forma de decírselo–.

—¿Magnus...? –Alec había empezado, pero Magnus ya buscaba su ropa.

—¿Qué hora es? Tengo que recibir a los niños y no me pueden ver así... –y sin una última mirada, Magnus se había apresurado a irse, después de repetir que no era un "No", sólo no ahora, así no.

Mi pequeño corazón (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora