Vuelvo la cabeza, no puedo evitar la mirada que dio, y estoy casi muerto, porque esos ojos son todo lo que necesito, y todo lo que quiero es a ti... 🎶
👆 recomendación ❤
* * *
Magnus ya estaba esperando a Alec. Habían quedado de verse en una plaza, en algún lugar entre las casas de ambos.
Magnus estaba girando entre sus dedos lo que parecía una rosa azul. Su mirada perdida.
Ni siquiera notó a Alec llegar hasta que él tocó su hombro. -Buenos días -Alec le sonrió tímidamente-. Para que veas que puedo ser un esposo amable...aunque los años pasen. ¿Cuántos aniversarios no hemos celebrado? -medio bromeó-. ¿Recuerdas la fecha de nuestra boda?
Magnus soltó una carcajada. Pero no era exactamente una burla. Muchas cosas habían pasado, dos corazones se rompieron, los años dolieron, y aunque la verdad no borraba nada de eso, se sentía bien volver a hablar, mirarse a los ojos, haberse besado otra vez -aunque fuera en una ocasión especial-, poder bromear sobre sus bodas...
¿Quién diría que un día podrían hacer eso?
-Podríamos preguntar a mi mamá. A Alice. Fue el mismo día de t-tu... -la voz de Magnus se rompió y se detuvo un momento, apartó la mirada, dejándola en la flor-. De tu adopción. Debe haber un registro, ¿cierto?
Alec seguía de pie al lado de Magnus. Lo dudó un momento... El trato seguía, él iba a ganarse su perdón, una segunda oportunidad, lo de ayer había sido una excepción, ¿podía...?
¿Podía sentarse, como ahora, al lado de Magnus? ¿Podía recargar su cabeza en el hombro de él? ¿Abrazarlo y hablar sin tener que ver sus corazones rotos en las miradas?
Así que me alejo, lo único que hago es sentarme y esperar, tal vez así podre escribir las palabras en mi rostro, y todo lo que quiero es a ti... 🎶
-Ese día siempre será recordado como nuestra separación. La primera. Pero también... -Alec movió su mano hasta entrelazarla con una de Magnus, la que no tenía la flor-, también como nuestra primera boda, en la que prometí ser tu príncipe, y aunque los años pasen, y pongan a prueba nuestro amor, aunque tenga que luchar y recorrer caminos grises y llenos de dolor para salvarte, nunca van a poder separarnos. Tal vez no hubo votos y promesas habladas, no con la sabiduría de un adulto, pero te aseguro que mi pequeño corazón lo dijo: nunca van a poder separarme de ti, Magnus Bane. No a menos que tú quieras.
Magnus volteó a mirarlo. Estaban tan cerca sus rostros. Sus miradas.
-Dolieron mucho esos años contigo en Francia, pero los aguantaba porque sabía que ibas a volver, que no me estabas olvidando, que tu corazón seguía conmigo y el mío contigo. Estos últimos cuatro años, en cambio, me desgarraron porque mi corazón ya no me quería, porque mi pequeño y primer héroe no quería saber más de mí. Entiendo la razón, te juro que lo hago, y no me sorprende de ti, tan noble, mi Alexander, pero sigue doliendo.
Alec tragó, a través del nudo en su garganta. Y se separó lentamente de Magnus, sólo para acomodarse mejor, para poder hablar de frente. Sus manos fueron al rostro de Magnus. Necesitaba verlo mientras lo decía: -Yo sé que nada va a borrar esos años. También me dolieron, pero no es cuestión de comparar, de saber qué corazón se rompió más... Déjame repararlo -una de sus manos bajó hasta el pecho de Magnus-, déjame estar cerca, no me alejes otra vez. Magnus, yo... Yo hoy, sabiendo lo que significa, volvería a darte mi corazón, incluso si volviera a doler por años, porque... Hoy lo sé, aunque creo que siempre lo hemos sabido, te amo. Aunque los demás no lo quieran.
Porque he mantenido mi corazón bajo control, pero últimamente todo este tiempo esta cobrando su precio, dije que lo intenté pero no puedo detener lo que está dentro de mi alma, así que, cariño, por favor, perdóname. Te quiero y sólo tienes que saberlo 🎶
El corazón de Magnus -o el de Alec- latía bajo la palma de su mano. Y la otra sentía la suavidad de su piel, de su rostro. Alec se acercó de nuevo, lentamente, sin dejar de mirarlo.
-Sé que la primera vez fue un desesperado acto de inocencia. Sé que ayer fue por los Pequeños Ángeles, pero déjame cuidarte, déjame quererte, déjame volver a ser tu amigo... Déjame ser un buen esposo...
Sus rostros ya sólo a centímetros. Sus labios tan cerca. -¿Puedo besarte, Magnus? Sin inocencia. Sin pretextos. ¿Puedo besarte, sólo porque ambos, hoy, lo queremos?
CONTINUARÁ...
Hey 🙌, ¿qué les va pareciendo esta tercera parte, y la historia en general? Se ha alargado bastante 🙈 Gracias por seguir leyendo ❤
Y gracias por sus canciones recomendadas 🎶❤
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Mi pequeño corazón (Malec)
FanficTERMINADA» ¿Quién dijo que había que crecer para entregar el corazón? ¿Quién dijo que sólo los adultos pueden amar, cuando los más sinceros y puros sentimientos vienen en nuestra infancia? Porque Alexander Lightwood había dado su pequeño corazón a a...