6. Reencuentro maleg

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Robert había mirado largo rato de Jace a Alec.

Alec no era el hijo que él quería. Era demasiado blando, muy apegado a Maryse desde ahora. Y su relación con ese niño huérfano y raro sólo empeoraba todo, afortunadamente Jace le dijo cuando iban a ir a visitarlo.

Aunque tal vez era buena idea llevar a Alec, una temporada lejos de Maryse y de los recuerdos del niño huérfano le harían bien.

-Bien, hazle una maleta -le pidió a su esposa. A Jace iba a comprarle todo lo que quisiera o necesitara, pero no a Alec.

Maryse iba a reclamar, pero luego se lo pensó mejor. -¿A qué hora salen para tenerlo todo listo?

-En la noche. Voy a llevar a Jonathan a comprar su regalo antes.

Jace sonrió, mientras Alec se inclinaba hacia él y preguntaba quién era Jonathan, y si cumplía el mismo día que Jace...

-Cuando regresemos, quiero que Alexander esté listo.

A Alec no le gustaba "Alec" ni "Alexander", él era "Aleg" como Magus siempre le decía.

-Va a estar listo, Robert, no te preocupes.

-¡Vamos a ir a Fansa, Alec, juntos, y en avión! -Jace gritó ilusionado, dando saltitos, sólo para ser reprendido por Robert.

Jace se fue con Robert, repitiendo "Francia" correctamente hasta que se lo aprendiera.

Maryse se apresuró a pedir a una de las empleadas que preparara las maletas de Alec, mientras ella tomaba a sus dos hijos pequeños y llamaba a Alice.

Era extraño que no contestara, así que Maryse fue hasta Pequeños Ángeles, donde le dijeron que Alice ya no trabajaba ahí y que a Magnus no se le permitían las visitas.

Alec empezó a llorar. ¿Por qué no podía ver a Magus? ¡Alice había dicho qué sí! ¡Y era su esposo, su pincipe, tenían que dejarlo!

Maryse abrazó a su hijo sin entender nada. ¿Cómo que Alice ya no trabajaba ahí y no podían ver a Magnus?

Con un Alec desconsolado, regresaron a casa.

* * *

Alice no podía comunicarse con Maryse, el número sonaba ocupado y Magnus moría por contarle a Aleg las nuevas noticias, así que Bianca les aconsejó llamar a la casa de los Lightwood.

Una de las empleadas les dijo que ni la señora Maryse ni el señor Robert estaban, y que si buscaban al señor mejor fuera ya porque esa noche salían de viaje él y los niños.

-¡Vamos, vamos! -Magnus tiró de las manos de sus mamis, no sabía qué tan lejos estaba Francia pero él quería ver a Alec hoy-. ¡Rápido, rápido!

Alice miró a Bianca. Seguramente Maryse no tendría problemas en recibirlos, pero Robert sí.

Pero ver la carita de su hijo, y no saber cuánto duraría el viaje de Alec, las animó a ir.

Dos autos estacionaron casi a la vez. El de de Maryse y el de Bianca.

Alec y Magnus empezaron a intentar abrir las puertas para salir en cuanto vieron al otro.

Magu! -la pequeña Izzy gritó cuando vio al niño de ojos bonitos.

Alec y Magnus corrieron hacia el otro apenas fueron libres. Se estrellaron sus pequeños cuerpos en un abrazo fuerte, sus manitas acariciando el rostro del otro y después entrelazándose, sus pieles diferentes contrastando, y sus corazones reconociendo al otro.

-¿Beso? -preguntó Alec, con un puchero, cuando se separaron un poco.

-Beso -Magnus besó las manitas de su príncipe-, beso -después sus mejillas-, beso -su nariz, su frente...

Alec acentuó su puchero, aunque luchaba por no sonreír sintiendo los besitos de su pequeño esposo.

-Beso -repitió señalando su boca.

Magnus sonrió antes de darle un rápido besito.

Maryse estaba explicando a Alice que Robert se llevaría a Jace y Alec de vacaciones a Francia, sólo unos días seguramente.

-¿Eso? -preguntó la pequeña Izzy a Bianca, imitando a su hermano mayor y a Magu.

-Beso -Bianca sonrió y besó la mejilla de Izzy.

-Voy a Fansa, Magus -le estaba diciendo Alec-, pero regreso pronto.

Seguro volvían en unas horas, el pequeño Alec pensó, Francia debía estar cerca si era un regalo para Jace.

-Jace quiere que vaya, pero voy a volver contigo -las manitas de Alec no dejaban de acariciar las mejillas de Magnus. Lo había extrañado tanto-. Si llueve, cierra los ojos y piensa en mí, Magus.

Magnus recordó lo que Alice le había dicho. -Si llueve, es que el cielo llora, Aleg, entonces voy a sonreír para que no esté triste.

En ese momento, otro auto llegó. Era Robert.

Maryse se apresuró a tomar a Alec, Bianca soltó a Izzy y fue hacia Magnus. Magnus estaba tratando de quitarse su dije Malec/Maleg para dárselo a su príncipe, la cadena se rompió cuando Robert gritó.

Alice y Bianca tomaron a su hijo. Magnus gritó "¡Adiós, Aleg, te quiero mucho!".

Alec gritó que iba a volver de Francia pronto cuando Robert lo agarró de la mano y lo subió al auto.

Maryse le gritó a Robert, ella quería despedirse de sus hijos, pero no la escuchó o no le importó.

La pequeña Isabelle se agachó y recogió el tesoro brillante que encontró: el dije de Magnus.

Tal vez no sólo las brujas -Cristie- separaban a los príncipes, también había dragones malos que vigilaban a las princesas en los cuentos. Robert Lightwood era ese dragón que mantenía a Alec lejos de su príncipe.




CONTINUARÁ...

A partir de aquí, ya avanzará la historia, seguirán otras etapas en sus vidas 🙊 pero tranquilos, habrá malec aunque el destino no quiera 😌❤

Mi pequeño corazón (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora