-Quiero recuperarlo, Izzy.
-No voy a apoyarte, Alec. Lo siento. No puedo. Eres mi hermano, te amo, pero Magnus es mi amigo y lo heriste. Creo que es tiempo de que ambos sigan adelante. Solos.
-Yo no quiero seguir... Quiero... Quiero arreglar lo que hice.
-¿Quieres su perdón? No creo que Magnus te odie o guarde rencor. Creo que lo lastimaste, pero te ha perdonado.
-¡Claro que quiero su perdón! Pero también quiero volver, quiero que vuelva a mi vida y volver a la suya.
-¿Por qué ahora, Alec?
-Porque ya soy un hombre.
-¿Y ahora sabes lo que quieres? ¿Sabes que no está mal amar a otro hombre?
Izzy tal vez tenía apenas diecisiete, pero era mucho más sabia que sus hermanos mayores a veces.
-No. Porque ahora tengo conocimientos que antes no, ahora veo posibilidades que a mis quince no.
-¿De qué hablas?
Entonces Alec se había derrumbado. Sacado un llanto que guardó tal vez cuatro años, porque nunca pudo llorar la pérdida de su amor, no sin que hubiera preguntas al respecto.
Isabelle lo había escuchado, sosteniéndolo en sus brazos aunque era más chica, sus dientes rechinando con cada detalle que Alec agregaba.
-Max ha hecho tan feliz a mamá -Alec decía-. Es lo que siempre quiso, ¿y si Robert se lo quitaba por mi culpa? Pero hoy sé que podemos luchar, Izzy. Ella no tiene porque perderlo porque yo amo a alguien que él no aprueba.
-¿Tú amas a Magnus? -los ojos de Izzy se entrecerraron un poco cuando casi sonrió.
Alec la miró como si fuera tonta. -Yo amo a Magnus desde aquella noche de tormenta. Mi Magus. Lo he amado siempre y eso no ha cambiado ni cambiará.
-Eres un idiota por no decirnos esto antes a mamá o a mí, pero entiendo tus razones. Eres tan noble que te sacrificas por los demás. Y él lo sabía cuando te amenazó. Es un idiota...
-¡Izzy! Es nuestro...
-No digas padre, porque no lo es. Tal vez a Max, porque es su hijo biológico y le ha servido, lo quiere, y a Jace porque es alguien manipulable, pero a ti y a mí no hace más que dañarnos. Pagar facturas no lo hace padre. Ofrecernos el mundo con sus millones, no lo hace un buen padre.
Izzy tenía razón. No había mundo que lo hiciera feliz, no cuando su mundo era Magnus y estaba tan cerca y tan inalcanzable a la vez.
-¿Y entonces? ¿Qué hago? -preguntó Alec-. No quiero que mamá se sienta culpable o que Magnus crea que son simples pretextos cuando le cuente la verdad.
-No se lo vas a decir.
-¿Qué?
-No se lo vas a decir -Izzy frunció levemente el ceño-. ¿Qué planeas? ¿Ir con Magnus, pedirle que te escuche, explicarle tus razones, que abra sus brazos para ti y se borren de golpe cuatro años de rechazo y dolor? Si yo fuera Magnus, aunque lo entendiera, te daría un golpe. No puedes con palabras borrar el daño, vas a actuar, vas a ser merecedor de su perdón y su amor.
-¿Y si ya no me quiere?
Ella se encogió de hombros. -Al menos lo intentaremos?
-¿Nosotros, en plural?
Ella asintió. Una sonrisa traviesa adornando sus labios. -Nosotros tres.
-¿Tres? No. No quiero que Jace se entere.
-No Jace, no seas tonto, ¿me crees estúpida?
-Pero dijiste tres... Ah, no, a mamá tampoco quiero involucrarla...
-No hablo de ella.
-¿Entonces? -Alec no entendía nada.
-¡Oye, Max! -Izzy gritó y su pequeño hermanito corrió hacia ellos, dejando su libro para colorear olvidado un momento.
Aquellos ojitos se abrieron enormes, llenos de curiosidad, mirando de Alec hacia Izzy.
-¿Qué te parecería ir a una escuelita nueva? -Izzy aplaudió una vez-. Con muchos amiguitos, y hay juegos, y un maestro brillante y divertido.
-¡Sí, sí, sí!
-Izzy, no creo que Robert dejé que llevemos a Max a clases a un orfanato.
Izzy sonrió ampliamente. -Él no lo sabrá. Él y Jace van a Francia un par de semanas para traer a Clary y ultimar detalles de la boda. Tienes dos semanas, hermano, para volver a enamorar al nuevo maestro de Max.
-Pero, Izzy...
-No hay peros, Alec. Lo haces y punto. Conoces a Magnus desde niño, y lo que no sepas de él por estos años, te lo diré yo. Cuando él te haya perdonado y aceptado de vuelta...
-Si lo hace.
-Cuando suceda, entonces, no como pretexto y excusa barata, sino como explicación, entonces él sabrá tus razones. Y el pequeño Max -ella besó ruidosamente su mejilla y el niño empezó a reír-, es nuestra arma secreta. Robert lo usó para el mal, y a nosotros nos ayudará para el amor.
CONTINUARÁ...
Vamos por el Malec 🙌 por cierto, empecé una historia, "Antes de nacer", es rara de explicar, pero tal vez quieran leerla ❤
Varios detalles no se han tocado o muy poco. Por ejemplo, el dije "Maleg", el cuaderno que le dio Alec a Magnus, las fotos, las flores, los recuerdos de ambos... No los he olvidado, en su momento todos serán importantes ❤
ESTÁS LEYENDO
Mi pequeño corazón (Malec)
FanficTERMINADA» ¿Quién dijo que había que crecer para entregar el corazón? ¿Quién dijo que sólo los adultos pueden amar, cuando los más sinceros y puros sentimientos vienen en nuestra infancia? Porque Alexander Lightwood había dado su pequeño corazón a a...