Robert y Maryse Lightwood eran una pareja millonaria que hace años buscaba embarazarse, pero nunca lo lograron.
Y como Robert no quería que el apellido Lightwood se perdiera ni dejar su fortuna a cualquiera, decidió adoptar. El problema fue que, por error, llegaron a una Casa hogar sólo de niñas y Maryse se enamoró de una pequeñita a la que llamaron Isabelle.
Eso había sido hacía un par de meses, pero él seguía queriendo un niño, un varón. Así que cuando Cristie llamó y le dijo que tenía al pequeño perfecto para ellos, Robert feliz aceptó. Esa misma semana irían a conocer a su futuro hijo.
* * *
Era viernes cuando los Lightwood llegaron a Pequeños ángeles. Todos los niños estaban en el jardín, a petición de Cristie, aunque nadie sabía por qué.
Magnus y Alec estaban juntos, con Jace al lado de éste último. Alec tenía de la mano a ambos. Los tres niños se veían asustados, aunque no sabían por qué. Estaban todos en silencio con la directora frente a ellos.
-Tengo miedo, Magus -le susurró Alec a su príncipe, inclinándose hacia él.
Jace también tenía miedo, pero él era el valiente, así que no lo dijo. Sólo permaneció tomando la mano de Alec. Mirando a Cristie porque ella parecía mirarlos a ellos. ¿Habían hecho algo malo? ¿Los iba a castigar?
-Yo te cuido, Aleg -Magnus susurró también, aguantando las ganas de abrazarlo y besarlo, de algún modo supo que no era el momento-. Te quiero mucho, Aleg, mucho -sus ojitos se llenaron de lágrimas aunque no sabía por qué.
Alec hizo un puchero e iba a pedirle un beso. Cuando Cristie tropezó cerca de ellos y mojó a Magnus "por accidente".
-¡Oh, pero qué tonta! -ella pasó una de sus largas uñas por la mejilla de Magnus-. ¿Alice, puedes llevar al niño a limpiarse?
En ese momento, Ana, otra de las encargadas, avisó que ya habían llegado las personas que esperaban.
-¿Qué pasó? -Alice llegó corriendo.
-Sin querer mojé al niño -Cristie señaló a Magnus-. Llévalo a limpiarse y secarse. No importa lo que tarden, haz que se vea decente y no como un...
Alice la detuvo antes de que hiciera sentir mal a Magnus. -Dijiste que tenían que estar todos los niños. Todos.
-No importa si él falta -los oscuros ojos de Cristie se fijaron en los de Magnus, después en Alice-. ¿Y quién mejor que tú para acompañarlo?
Alice entendió y se agachó para tomar a Magnus en brazos, justo cuando los Lightwood entraban.
Alec se puso de pie para ir con ellos, pero Cristie lo detuvo. -Pero, Magus... -Alec hizo un puchero.
-Es Magnus, no Magus. Habla bien, Alexander. Y necesito que estén todos aquí...
-¡Pero Magus no está! -lloriqueó Alec-. Yo voy con él siempre. Magus y yo...
-¡Basta! -gritó Cristie. Jace presionó más fuerte la manita de Alec, no quería que la bruja hiciera nada a Alec, Cristie era como las brujas de los cuentos-. Bienvenido, señor Lightwood.
Un hombre alto, muy alto, con gafas oscuras se acercó y ofreció su mano a Cristie.
-Nos encanta recibirlos aquí. ¿No vino su esposa?
El señor Lightwood miraba a cada niño mientras le respondía distraídamente. -Sí... Llevó a su niña, a Isabelle, a los sanitarios. Van a volver pronto, aunque la decisión es mía. Ya le permití tener a esa chiquilla.
Alec se encogió un poco y se acurrucó contra Jace cuando el hombre se quitó las gafas y lo miró. -Me gustan sus ojos -lo señaló-, pero el cabello oscuro le resta puntos...
Cristie se desinfló un poco.
¡Robert tenía que llevarse a Alec!
Alec empezó a hacer pucheros, sus ojos se llenaron de lágrimas. Robert hizo un gesto de desagrado y murmuró "Débil".
Jace soltó a Alec y levantó su mirada hacia el gigante frente a él. -¡Aleg no es débil!
El señor Lightwood sonrió. -Éste. Quiero a éste.
Alec empezó a llorar. Jace estaba confundido. Cristie empezó a tartamudear una protesta...
* * *
Alice estaba sentada en los escalones con Magnus abrazado a ella, llorando. No pensaba regresar con los demás, era claro lo que Cristie pretendía. Ella no iba a dejar que humillara a su niño. -No eres un monstruo -estaba diciéndole Alice-. Tú eres hermoso. Te voy a contar un secreto, ¿te gustaría que yo fuera tu...?
En ese momento una pequeña, de tal vez poco más de dos años, entró corriendo como podía con una elegante mujer tras ella. -¡Isabelle Lightwood!
Alice y Magnus miraron a la niña que se detuvo frente a ellos. -¿Po qué llodas? -preguntó ella, limpiando las lágrimas de Magnus.
CONTINUARÁ...
Falta un capítulo para terminar la primera parte de la historia. Serán tres partes, esta primera de su infancia, la última de cuando ya sean adultos, y una intermedia que será más corta, no se preocupen que igual habrá buenos momentos, la historia no va a perder el estilo que ha llevado hasta ahora :3
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Mi pequeño corazón (Malec)
Hayran KurguTERMINADA» ¿Quién dijo que había que crecer para entregar el corazón? ¿Quién dijo que sólo los adultos pueden amar, cuando los más sinceros y puros sentimientos vienen en nuestra infancia? Porque Alexander Lightwood había dado su pequeño corazón a a...