There's an old voice in my head that's holding me back, well tell her that I miss our little talks. Soon it will be over
And buried with our past, we used to play outside when we were young and full of life and full of love 🎶[Hay una vieja voz en mi cabeza que me está entreteniendo, bueno, dile que echo de menos nuestras pequeñas charlas. Pronto todo habrá terminado, y estára enterrado en nuestro pasado. Solíamos jugar fuera cuando éramos jóvenes y estabamos llenos de vida y llenos de amor.]
👆 recomendación ❤
* * *
Los niños, cuando se cansaron de besarlos y abrazarlos, corrieron de nuevo hacia el jardín.
Alec sonrió, recordando, ahora Max y Rafa tenían libertad, corrían sonrientes, mientras que ellos habían tenido que ir a escondidas de Christie, como cuando Alice lo llevaba a cortar flores para Magnus. Su Magus.
Max Lightwood se retrasó para preguntarle a Magnus: -¿De que color quieres una flor, Magus? ¡Voy a traerte una!
Magnus sonrió, aunque no miró a Alec. -Blanca.
Max hizo una mueca. -¡Pero hay muchos colores!
Alec esperó a que Magnus lo dijera, si todavía se acordaba...
-Y los lienzos en blanco pueden tomar la forma y color que queramos, Max. Esa flor blanca...
<<Es chiquita, pero un día va a crecer, y puede ser de colores. Por eso me gusta.>>
Alec miró hacia el cielo, las nubes, y negó con una sonrisa triste.
<<-Y también son blancas. ¿Crees que cuando crezcan puedan ser de colores?
-¡Yo creo que sí!>>
Cuando Alec volvió a mirar, Max ya había corrido por flores. Magnus volvió había vuelto a sentarse, estaba estirándose y tratando de sobar su espalda. -¿Qué piensas, Alexander?
Alec decidió ser honesto. -En ti, en mí, en aquellos tiempos. La inocencia de creer que las flores, y las nubes, algún día crecerían y serían de colores.
-Está bien creer. Si no creyéramos en nada, ¿qué sería de nosotros? Eso nos hizo felices, nos hizo sonreír en su momento. Sí, después crecimos y nos golpeó la realidad, nos dimos cuenta que la vida no funciona así, pero eso no borra las sonrisas y risas que nos provocó creerlo. Y tal vez no es del todo falso, no funciona para las nubes y las flores, pero si para nosotros -le sonrió a Alec, mientras se ponía de pie y le ofrecía su mano-. Nosotros somos como esa pequeña flor blanca, crecimos y la vida que llevamos, las decisiones que tomamos, nos han moldeado hasta ser lo que somos ahora. Nos convertimos en esto, somos de un "color" ahora, después de todo.
Alec sentía que se le estaba acabando el tiempo, sabía que tenía que despedirse ya, pero tenía tanto que decir. -¿No te molesta? ¿Tener todos estos recuerdos?
Había electricidad en sus manos, en los breves instantes que se mantuvieron juntas.
-No, nunca me molestaría. A veces dolió, dolió mucho y deseé, no voy a negarlo, poder olvidar, borrarte de mi mente, de mi pasado. Pero ya no más. Eventualmente, tenemos que aprender a valorar lo que tuvimos, lo vivido, y saber que tal vez nunca lo olvidemos. Y está bien. Fueron buenos momentos, cuando dejó de doler, al menos en su mayor parte, pude dejar que esa caja de recuerdos se abriera de nuevo. No siempre, y no es contra ti, es simplemente que no podemos vivir del pasado, pero de vez en cuando está bien recordar de nuevo.
Eso le recordó a Alec. Puso la mano en su hombro de nuevo. -¿Tienes una respuesta para mí?
Los ojos verde dorado de Magnus se fijaron en aquellos azules. Él recordaba, con total claridad, la noche de tormenta, cuando de repente hubo un peso sobre él y vio -a través de las lágrimas- a aquel rostro pálido y los ojos celestes muy abiertos. "No llores, Magus". Su boquita en un puchero.
Magnus apartó la mirada. -Tengo una respuesta y tengo muchas preguntas. Espero que tú también las tengas, respuestas quiero decir.
Alec estaba casi saltando de emoción. -¿Eso es un sí?
Magnus volvió a mirarlo. De nuevo, parecía aquel niño alegre, el que lo contagiaba a él, el que lo hizo sonreír de nuevo, incluso cuando sus padres lo habían abandonado en Pequeños Ángeles.
Si lograban una nueva historia o no, Magnus supuso que eso no importaba, hay personas que siempre serán nuestra debilidad. Podían romper tu corazón, pero también eran los únicos capaces de repararlo por completo. ¿Y quién iba a entenderlo mejor si no quien ya tenía su corazón?
-Sí. <<Para ti, Alec, siempre es un sí.>>
La sonrisa de Alec fue enorme y contagiosa. No dudó en lanzarse a abrazarlo, lo apretó como si no quisiera dejarlo ir nunca. Magnus sintió que no podía respirar, pero no se quejó, porque había creído que nunca volvería a tener esto. Y estaba equivocado, al menos por unos días lo estaba recuperando... No, no recuperando, Alec tenía razón, esto no era recuperar el pasado, era una nueva oportunidad.
Alec se separó, casi vibrando de emoción. -¡Gracias, gracias, Magnus! Te aseguro que sabré ganarme esta oportunidad. Todavía tengo tanto que decirte, mañana... -pensó en el chocolate y lo que Magnus había dicho-, puedes mandarme un texto con alguna de tus preguntas, voy a responderla... Y el viernes, en la fiesta... -se ruborizó, pensando en su disfraz.
Los ojos de Magnus se entrecerraron. No por confirmar que Alec vendría a la fiesta, ya lo suponía, sino por su reacción.
-¡Sólo haz tu pregunta! Prometo ser sincero... Y me gustaría, después, cuando estés listo, salir contigo. No tiene que ser una cita, sólo quiero tiempo a solas, creo que lo necesitamos para hablar...
Los nervios hicieron a Alec hablar sin parar. Tenían que irse ya. Miró a Max y sólo entonces se dio cuenta. -¿Dónde está Izzy? -Magnus iba a responder, pero él no esperó-. Tal vez fue al baño, voy a buscarla. Por favor, cuida a Max un momento.
Magnus sí sabía dónde estaba Isabelle. Tal vez no la había visto, pero, por dios, era su madre. Había reconocido el sonido de la puerta abrirse, y la había sentido tras ellos. Y ahora Alec iba ahí también.
Magnus miró al cielo y casi deseó que saliera bien, después negó. Si Alec quería ganarse esto, tenía que luchar por ello, y eso incluía a dos madres sobreprotectoras... Aunque ellas habían querido mucho a Alec, tal vez tanto como a él, sólo tenía que ser sincero con ellas. Empezando por Alice.
CONTINUARÁ...
De nuevo no ganó maratón esta historia 😭 se quedó a un voto, ganó El diario de Magnus 🙌
Pero intentaré actualizar esta historia como si fuera maratón ❤
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Mi pequeño corazón (Malec)
FanficTERMINADA» ¿Quién dijo que había que crecer para entregar el corazón? ¿Quién dijo que sólo los adultos pueden amar, cuando los más sinceros y puros sentimientos vienen en nuestra infancia? Porque Alexander Lightwood había dado su pequeño corazón a a...