Detective -George Shelley-

Capitulo 51 "Golpe bajo"

Maratón 1/?

-¿Dónde está ella?- la pregunta sale de mi y miro fijamente a la rubia quien se encuentra recargada sobre su auto cargando en brazos a Ian. Apenas iba a preguntar por el estado del pequeño cuando ella me responde.

-Ian se encuentra bien, lleva dormido desde antes de llegar aquí. Mia se encuentra adentro, no he logrado que reaccione.- informa despacio y la preocupación es notable en su voz, solo doy un asentimiento con la cabeza para seguido entrar a la casa.

En cuanto cruzo la puerta, el silencio reina. Observo con detalle cada rincón del living, todo está hecho un caos, vidrios regados por todo el piso, los muebles fuera de su lugar, otros rotos, manchas de sangre tanto en el piso y unas salpicaduras de la misma sustancia roja en las paredes, todo debido a una pelea, la mamá de Mia realmente dio todo de sí para no rendirse fácilmente contra su agresor. Suelto un suspiro y me dirijo al pasillo que da a las habitaciones. La primera puerta tiene la puerta abierta levemente, me acerco y al estar debajo del marco de la puerta un sentimiento de tristeza me invade al ver la escena.

El cuerpo de la madre de Mia boca abajo sobre el suelo y sobre un charco de sangre. La castaña ojiazul arrodillada a un lado mirando sin expresión alguna el cuerpo sin vida de su primogénita.

-¿Nena?- pregunto en un susurro lo suficientemente alto para que ella me escuchara pero no obtuve respuesta alguna, ni siquiera una mirada.

Me acercó más a ella y me pongo en cuclillas a su lado. -Cariño, ven.- mis manos rodean su pequeña cintura para levantarnos, una vez de pie, Mia seguía sin quitar la vista del cuerpo. Comienzo a caminar obligando a la castaña caminar también pero cuando la iba a girar para que dejara de ver a su madre, la castaña pone resistencia.

-No quiero dejarla.- murmura apenas audible, logre escucharlo dado al profundo silencio que ronda en el lugar.

-Amor, tenemos que irnos. No estamos a salvo aquí.- digo suavemente. Mia suelta un pequeño suspiro y solo deja que la guié, ambos salimos de la casa, Perrie quien ya no tenía a Ian en brazos se encontraba afuera esperándonos, eche un vistazo y el pequeño junto con Max y Hatchi se encontraban dentro del Audi perteneciente a la rubia.

-Tenemos que llegar a la bodega. Perrie lleva a Ian. Yo llevaré a Mia.- mencionó. Mi rubia amiga asiente y sin más se sube al auto y comienza a conducir.

-George. ¿Escuchas ese sonido?- mi castaña susurra por lo que prestó más atención a mi alrededor, agudizando mi oído logro escuchar un pequeño bip bip.

-Mia, abajo.- grito un poco fuerte.
Ambos corremos para escondemos detrás del auto y agacharnos, así cubriéndonos.

A los segundos la casa en la cual hace unos segundos estábamos, explota sin más. Tanto maderas como vidrios salen volando pero por suerte ninguna llega a nosotros. Escucho a Mia comenzar a sollozar a mi lado.

-¡¿Por qué?! ¡Mi mamita! ¡Ella no tenía que morir!- comienza a gritar. Rodeo su pequeño cuerpo entre mis brazos dándole un cálido abrazo y reconfortándola. Por unos segundos nos quedamos así. Hasta que note por el rabillo del ojo como la gente comenzaba a salir de sus viviendas para ver lo que había ocurrido con la casa vecina a las suyas.

Sin decir nada nos levanté, abrí la puerta de copiloto para meter a Mia, está no se opuso y simplemente se quedo sentada limpiando sus lagrimas. Rodee y entre al piloto para prender el deportivo y salir de ahí. Al ya estar un par de cuadras más lejos, comienzo a acelerar.