Aún Después de Todo. [Finn Wolfhard] [T2. VDV] TERMINADA

14. Cita para muchos.

___'s POV.

Me encantaba la idea de salir sólo con Finn, hace mucho tiempo que no estábamos solo él y yo, siempre no las pasábamos con los chicos. Pero solo me tenía que asegurar lo que pasaría con mis amigos y sus citas.

Cuando nos dirigimos al centro comercial ví a Sadie con Tyler, estaban platicando animadamente y comprando unos helados no tan lejos de donde nos encontrábamos, seguimos nuestro camino.

Al llegar al centro comercial nos dirigimos al Arcade.

-¿A quién buscamos? - dijo Finn adentrándose al lugar.

-¡Tonto! - lo regañe y lo jale para que se escondiera.

-¿Aquí pasaremos nuestra cita? - negué.

-Solo quiero ver si... - me calle unos segundos ya que ví a Jaeden llegando.

-Mira, ahí está Jaeden - Finn se levantó y fue a saludarlo, me di un golpe en la frente y fuí tras él.

-Hola chicos, ¿Qué hacen aquí? - dijo Jaeden.

-Nosotros ya nos vamos - tomé de la mano a Finn y lo alejé rápidamente dejando a un Jaeden muy confundido - eres un idiota.

Escuché unas risas cerca y dirigí mi vista hacia ahí, estaba Lilia y Maddie, ví que señalaron a Jaeden y se dirigían a él. ¡No! No podían entrometerse este día, miré del otro lado e Iris se dirigía hacia Jaeden.

-¡Finn! Tienes que distraerlas - lo empujé e hizo su trabajo.

Miré como los dos chicos se saludaban y había confusión en sus rostros, tal vez habían descubierto mi plan. Aún así no me arrepentía de nada y ellos lo pasarían genial. Mi trabajo estaba hecho.

[...]

-Llevas 30 minutos intentando sacar un peluche.

Dijo el rulitos mientras que yo seguía insistiendo con esa estúpida máquina que tiene peluches, necesitaba a ese Sapo que al verlo al instante me recordaba a Finn.

-No me daré por vencida - dije y de nuevo el peluche cayó dentro de la máquina sin que tuviera una victoria.

Finn se acercó, me dió un pequeño empujón e introdujo una moneda más, comenzó a mover la palanca del juego y veía la máquina de forma rara. Presionó el botón para que la garra bajara y tomó el peluche, se quedó ahí y después la garra hizo su trabajo, el peluche era de Finn.

-Aqui tiene linda jovencita - me dió el muñeco y puse una sonrisa de niña pequeña.

-¿A dónde quieres ir?

Nos miramos complices y sabíamos la respuesta, así que lo dijimos al mismo tiempo.

-¡Bolos!

Así nos dirigimos al lugar, hicimos lo necesario para poder entrar y compramos unas palomitas y refrescos. Era buena en los bolos, pero no tanto como el árbol viviente. Finn comenzó a jugar muy bien, consiguió una chuza a la primera, era mi turno.

Me levanté y fui por una de las bolas, miré una de color morado muy linda así que decidí tomarla. Cuando la cargué fue como si el piso fuera un imán de la bola ya que cayó sin que lo esperara.

-Esto pesa más que tú y yo juntos - le dije a Finn mientras reíamos.

-Elige las azules, pesan menos - el rulitos levantó la bola morada y lo miré impresionada, ¿Cómo por qué era muy fuerte?

Hice mi tiro y conseguí mi chusa.

-Buen trabajo, amor - chocamos los cinco y era su turno.

-¡Finnlard! - escuchamos que lo llamaron y al voltear, ahí se encontraba Wyatt junto a Sophia.