Una tarde de baile y vinos su amor nació y se convirtió en la adición más grande que ellos algún día pudieron imaginar.
Elliot & Amy:
Querer volar tan alto como el halcón sin imaginar que jamás había volado más alto que el cielo de esa hada.
Ellos s...
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Elliot me llamó para invitarme al cine y después a cenar. La película estuvo muy divertida y más las intenciones pervertidas no se hicieron esperar. Meter manos en lugar público; algo que me pareció una completa locura, su risa no se hizo esperar al ver mi rostro horrorizado por su insinuación.
Llegamos al "YK Greek Cuisine, el cuál es nuestro lugar preferido. Donde descubrí a un hombre totalmente diferente del que los demás conocen.
Conversamos de sus nuevos proyectos y de la nueva estrategia para la próxima cosecha. Me sorprendieron mucho sus sugerencias, las que pueden ayudarme para la presentación de la nueva campaña. Sonreí cuando se ofreció a ayudarme con el diseño y acepte encantada.
Su sonrisa encantadora al ver a la señora Yan entrando al reservado y caminar hacia nosotros. Se levanta para recibirla con un cálido abrazo.
—Hermosa como siempre, Yan. —Saluda.—Si tuvieras unos años más estaría tras tuyo como la miel. —Ríe.
Sé que lo dice por jugar con ella, pero con los años ella se conserva muy bien.
—Tan galante, Elliot. - Sonríe.—Eso hubiese sido una experiencia inolvidable. —Me guiña un ojo.
—Más que inolvidable.
—Pero creo que hubiese tenido una competencia muy fuerte. No podría con su belleza y ternura que sin siquiera esperarlo me hubieras dejado por ella. —Sus ojos me miran con ese brillo que me enamora cada dia. —Qué gusto volver a verte, Amy —Saluda con amabilidad y una tierna sonrisa.
—Señora Yan, el placer es mío. —Nos observa con ternura.
—Llámame Yan. Me gusta mucho verlos juntos. Cuando Elliot está a tu lado, los ojos les brillan de una manera única. Hacen una linda pareja.
Su mirada hace que me sonroje y mi respiración se acelera. Niega divertido.
—Elliot, deberías abrir los ojos y mirar a tu alrededor. Cariño, dejarás que venga otro y te la lleve. No deberías dejarla escapar. —Me mira con complicidad.
—Eso jamás, Yan. Amy es todo para mí y la amo como nada en este mundo. —Sonríe y besa mi mano. Los ojos de Yan se abren por la sorpresa. —Yan, estoy cumpliendo lo que alguna vez me dijiste y hoy quiero presentarte a la mujer que me quita el aire, el sueño y me hace volar tan alto. Mi querida novia, Amy Steele.
—Eso me parece maravilloso. —Nos felicita. —La casa invita y les haré llegar el vino de su elección. —Dice antes de despedirse.
La velada transcurre divertida. Salimos del restaurante rumbo a su apartamento, el cual se ha vuelto mi hogar. Ser parte de su refugio y que comparta cada detalle de él me hace muy feliz.
