Una tarde de baile y vinos su amor nació y se convirtió en la adición más grande que ellos algún día pudieron imaginar.
Elliot & Amy:
Querer volar tan alto como el halcón sin imaginar que jamás había volado más alto que el cielo de esa hada.
Ellos s...
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Nunca imagine que aquella mañana que arrastre a Christian a esa vendimia iba a cambiar mi vida de manera drástica. Esos hermosos verdes me hicieron preso de ellos sin siquiera imaginarlo, llevándome a bajar el vuelo y querer solo desear perderme en ellos.
Hemos tenido que cruzar ese laberinto que llamamos destino para saber qué es lo que nos espera y lo que debemos dejar pasar. Deje pasar muchos atajos y decidí continuar por donde cada paso que daba existían innumerables obstáculos, pero cada uno de ellos siempre me llevo hasta ella. Donde y con quien debía estar.
Mi hermosa hada de ojos verdes, quien con su magia pudo convertirme en ese halcón que pudo extender sus alas y volar como jamás había imaginado. Ahora estoy aquí esperando por ella para cerrar este camino lleno de momentos alegres, tristes y de pérdidas, sabiendo que juntos podemos enfrentar esas dificultades que nos tiene este nuevo camino.
—Si alguien me habría dicho que después de aquella mañana nuestras vidas estarían marcadas por dos hermosas hechiceras lo habría tomado como loco.—Dice Christian a mi lado.
—Ni que lo digas. En ese momento nos lanzaron un hechizo que ni en un millón de vidas podremos liberarnos y si encontramos la manera de hacerlo, bros, no estoy dispuesto que eso pase.
—Estoy totalmente de acuerdo en ello. Elliot, sigue amándola como hasta ahora y siempre busca que sus días grises tengan ese color que nos proporciona el amor.
—Vivo para ello.
Mi mirada se pierde en aquella figura que mira todo a su alrededor con esos ojos llenos de curiosidad, pero reconociendo que todo aquello es tan real como el amor que nos tenemos. Sus ojos me buscan y en ellos se desbordan las lágrimas que nunca he querido provocar en ellas y que solo en ese hermoso rostro este reflejado en brillo que le otorga una infinita felicidad.
—Camina hacia tu dandy enamorado, mi hermosa hada. —Como si mis palabras llegaran a ella, sus pasos la llevan a recorrer ese largo camino que la separa de mi.
—Llego el momento que tanto había espera. —Confieso abrumado por el cumulo de sensaciones que me arropan en este momento por tenerla por fin a mi lado. —Estas absolutamente hermosa. —Sin poder soportar mas tiempo sin tocarla, mi pulgar recorre su rostro con delicadeza borrando sus lágrimas.
—No mas que yo. Eres todo un dandy. —Sonrío de esa manera que tanto ama.
Dejándole claro que lo soy y solo te pertenezco a ti.
—¿Lista para ser completamente mía, hermosa?
—Siempre lo he sido. — Entrelazo nuestras manos.
Escuchamos al reverendo hablar de la importancia del amor en la pareja y como cada uno debemos ser esa parte fundamental en el matrimonio. Esa unión que no solo la hacemos antes Dios y nuestros allegados, sino que la hacemos ante nuestras almas.
