Enamorada de un Dandy (#2) Sin editar

Epílogo

Danielle Swayze.

La lluvia que cae limpia las huellas que dejamos a nuestros pasos, los más fuertes olores y regalándolos la frescura que procede cuando el viento baila sobre nuestra piel. De esa misma manera debería limpiar nuestros cuerpos de esas huellas que dejan los malos recuerdos, las mentiras y las traiciones. Dejando nuestros cuerpos para volver a disfrutar de esa caricia, aquel beso y ese embriagador aroma que te marca la piel y que miles de tormentas no podrán borrar.

Esa huella que solo el verdadero amor puede dejar en ti.

—Hemos llegado señorita. — Escucho lejano.

—Gracias.

Entro al aeropuerto siendo alguien totalmente diferente a la que llegue a este lugar. No esta el dolor y miedo al cambio o esta melancolía a lo que perdí y todo gracias a las experiencias vividas juntos a mis amigos y saber que a pesar de los obstáculos, golpes o desilusiones puedes tener esperanzas. Siento esa sensación de alegría recorriendo mi cuerpo y lo más asombroso es que, esa que felicidad no me pertenece, esa felicidad es de un tercero.

Axel Cooper.

Mi amigo de la adolescencia y que por azares del destino encontró el amor cuando menos lo esperaba dejándolo totalmente cautivado. Ese caballero de ojos fríos con esa mirada que puede provocarte tantos sentimientos y al mismo tiempo puede helar los huesos por la intensidad que proyectan. Una princesa inocente y sobre todo llena de temores e inseguridades lo llevo a poner su mundo de cabeza y a sufrir lo indecible por no tenerla a su lado, pero eso está en el pasado y ahora viven su amor a plenitud, sin miedos, obstáculos y sin secretos.

Un nuevo comienzo.

—Disfrute de su viaje. —Sonríe.

—Lo hare, gracias.

Con mi regreso a Dinamarca iré a buscar «Nuevo comienzo» y cerrar ese capítulo de mi vida que me ha llevo a cuestionarme lo que he hecho mal o que no di en mi matrimonio. Descubrir que no fue el no dar amor o lo mejor de uno mismo por su relación, se trató de no estar con la persona adecuada y estar con alguien que te enseñaría a descubrir que no era la indicada. Aprender a identificar para encontrar a esa persona que muchos llamamos como «Alma gemela» la cual podría estar en que estaría en cualquier lugar esperando por ti , decidirnos a buscarla o esperar pacientemente a que llegue a nuestras vidas.

El amor se manifiesta en el momento menos esperado y en la persona que menos imaginamos. Solo debes estar en el lugar y momento indicado para ser atrapado y seducido por él.

—Diste todo, Danielle solo que no fue suficiente. —Digo con un nudo en la garganta.
Esa vocecita que todos tenemos en nuestro interior aparece. «No, no fue eso. No éramos el uno para el otro y por eso calló y había dejado de amarte.» Tal vez nunca fue amor y solo ese cariño que muchos suelen confundirlo como tal.

Sacudo mi cabeza para dejar de pensar y enfocarme en el ahora, escucho como anuncia el anuncio para abordar.

—Debes levantar la mirada al caminar —Dice una voz ronca en un momento siento como algo me detiene.

—Yo...—Siento unas manos en mis hombros y doy un paso atrás.

—Tu. —Levanto la mirada para encontrarme con unos ojos grises que me miran con fijeza.

—Lo lamento. —Susurro distraída, ladea la cabeza algo divertido y al mismo tiempo sorprendido.

—Maravilloso destino. —Sus ojos se oscurecen haciendo que los latidos de mi corazón incrementen. —Aparece cuando menos lo esperas y más necesitado estás de saciar tu sed.

—No comprendo. —digo con mi voz quebrada.

—El destino tiene caminos que te hace pensar que todo tiene razón de ser. —Sonríe dejándome impresionada por su hermosa sonrisa.

— ¿Destino? —frunzo el ceño haciendo un gesto con los labios. —Sigo sin comprenderlo. —mirándolo extrañada.

—Por supuesto. Te lo aclaré si el destino nos da la magnífica oportunidad de encontrarnos en otra ocasión. —Sus ojos sonríen.

—Creo que me está confundiendo con alguien más.—Murmuro en voz baja.

—No lo estoy, eres alguien difícil de olvidar, nena.

— ¿Alguien difícil de olvidar? —Abro los ojos sorprendida.

—Así es, nena.

—Debo irme. —Sacudo la cabeza trato de poner un poco más de distancia.

—Que tengas un excelente viaje. Hasta la próxima ocasión.

Se aleja con esa seguridad que solo he visto en Axel y Noah, dejándome totalmente sorprendida y con ese escalofrío que presagia la llegada de una tormenta y sin poder apartar la mirada de aquella figura que se pierde entre la multitud. ¿A que vino todo esto?

En ese momento las palabras de Axel me golpeen con fuerza al igual que lo hizo este extraño encuentro.

«No tienes que buscarlo, Danielle. Hará todo y te encontrará.»