Capítulo 66

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Cuando uno piensa que las cosas están encaminadas por el camino correcto nosotros mismo buscamos la manera de desviarnos y hacer que nuestro alrededor sufra por ello

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Cuando uno piensa que las cosas están encaminadas por el camino correcto nosotros mismo buscamos la manera de desviarnos y hacer que nuestro alrededor sufra por ello. Estuve en ese punto que no sabia que era mejor hacer algo por cambiarlo u detenerme a ver como todo pasa sin hacer nada.

—Señorita su teléfono esta sonando. —La voz de Reynolds me saca de mis pensamientos.

Mi madre me llama para animarme y decirme que todo estará bien y que solo deje que sea mi corazón quien hable y derriba esa muralla que he colocado entre dos. Sus palabras me hicieron sentir como aquella niña que necesita esos brazos que la hacen sentirse segura y protegida.

Esta niña necesita de los brazos de su amor.

Pero, también esas mismas palabras llegaron después de un día frio de tormenta para recordarme que no existe nada mas que esa calidez y tranquilidad que siempre he sentido cuando estoy en los brazos mi Dandy. Ese hombre enamorado que siempre mostro sus sentimientos de manera espontánea, pero con ese toque de diversión. Sus palabras vuelven una y otra vez demostrándome lo importante que he sido en su vida.

«Solo digo lo que siento, Amy, pero no siempre escucharas todo lo que me haces sentir.»

—En este momento me encantaría escucharlas.

«Solo quiero perderme en tu magia.»

Entramos al restaurante con una ráfaga de imágenes de cada una de las veces que estuvimos estado aquí, en su lugar preferido.

El miedo se apodera de mi haciendo que me detenga. Vamos, Amy, me animo sacudiendo la cabeza tratando de aclarar mis ideas, repitiéndome una y otra vez 

«No es momento de dudar, es el momento de hacer lo que es correcto».

Una cálida sonrisa me recibe y siento que mis miedos se alejan al recibir ese cálido abrazo.

—Amy, que alegría verte por aquí.

—Hola, Yan, ¿Cómo has estado? — Mis nervios vuelven.

—Bien, estas muy bella con el embarazo. ¿Cómo están?

—Muy bien, gracias. —Puedo notar ojos tristes y rastro de haber llorado, aunque intente ocultarlo con esa hermosa sonrisa. ¿Qué le habrá pasado? no me atrevo a preguntarle. Elliot lo mas probable que ha conversado y la ha ayudado con lo que la inquieta. mi Dandy siempre tiene las palabras exactas para aliviar cualquier angustia.

—Elliot, me comento que estas mucho mejor y lo feliz que esta con la llegada de sus pequeños. —Sonríe con ternura.

—Si. Estamos bien, mi dandy no quiere apartarse de nuestro lado.

—Es compresible y aquí estoy yo ocupándolo. —Niego sonriendo. —Ahora esta en el reservado revisando los planos, además algunas sugerencias para remodelación de mi casa.

—Esta muy ocupado. —Temiendo que no quiera recibirme.

—Para ustedes nunca lo estará y estoy segura que esta ansioso por verte de nuevo. —Acaricia mi mejilla con ternura. —Ve con él y veras que recibirás las mejores de las bienvenidas.

—Gracias, me alegro verte. —Me despido.

—Igualmente, cariño.

Pasamos por el área de salones privados y no puedo evitar que mis manos tiemblen con el palpitar de mi corazón al estar frente a la puerta.

—La estaré esperando en la entrada. —Informa.

—Gracias. 

Toco con timidez la puerta y su profunda voz se escucha en el interior. Abro la puerta dándome la bienvenida esa mirada azul que tanto amo.

—Amy—Se sorprende.

—Elliot... yo. —Siento como mis ojos se cristalizan.

Me quedo en medio del salón sin dejar de miramos por lo que parece una eternidad. Su postura no cambia y estoy empezando a pensar que Yan estaba equivocada.

—¿Que ha pasado? —Pregunta con voz ronca.

—Moría por verte. —Susurro provocando que arquee su ceja con incredulidad y lo entiendo después de lo que había pasado hace unas horas. —Recuerdo que el día de mi accidente esa mañana llegaste ansioso a mi oficina y esa fueron tus palabras...

«Morías por verme.»

—Lo recuerdo perfectamente. Ese día pensé que me volvería loco al no saber dónde estabas y sentí morir cuando me llamaron del hospital.—Dice serio.

—Sí, mi último pensamiento antes de perder el conocimiento fue para ti. —Le sonrío con nerviosismo. —Dandy, eres muy importante para mi y lamento lo que...

—No deberías estar aquí, Amy.—Me interrumpe, demandándome totalmente fría al imaginarme que he echado todo a perder.

Siento que no será fácil llegar a él después de todo lo que sucedió en mi casa, pero no me rendiré y tratare que permita que mi corazón le diga todo lo que siente y pueda lograr que sus enormes alas me cobijen.

Enamorada de un Dandy (#2) Sin editarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora