Capítulo 61

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 Después de esa noche que pasamos juntos, Amy, se negó a regresar a su casa de sus padres, por más que trate de convencerla mis argumentos no lograron su objetivo

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Después de esa noche que pasamos juntos, Amy, se negó a regresar a su casa de sus padres, por más que trate de convencerla mis argumentos no lograron su objetivo. Llegamos al acuerdo que pasaría el resto del día en casa de sus padres, mientras esté trabajando. Siempre la encontraba esperándome impacientemente y con algunas bromas de su hermano por lo infantil que se veía arrogando su vestida ansiosa por mi llegada.

La llevaba en brazos desde el estacionamiento hasta nuestra habitación, acompañados con su risa y sus besos traviesos en mi cuello. Estamos disfrutando de nuestra reconciliación al máximo y de esa alegría que echaba de menos.

Hoy me sorprendió al llegar a la constructora acompañada con un vaso de café unos Cinnamon. Al ver mi ceño fruncido y la preocupación grabada en mi rostro.

—Edward tenía una cita con Davis y me trajo. —Sonríe dándome un beso.

—¿Edward?—Levanto mi ceja, imaginando todo lo que tuvo que soportar su hermano para acceder a traerla consigo. —Ahora debo atender a un cliente y no quiero dejarte sola. —Comento buscando la carpeta con los planos.

—No te preocupes por ello. Tu oficina está llena de papeles por ordenar y estoy segura que Melina se sentirá feliz por dos manos adicionales que le ayuden con este desorden. —Sin poder evitarlo suelto una sonora carcajada por su inocente observación.

—Más que agradecido estaremos todos por ese par de manos.—Comento. 

Sus ojos me miran felices por no negarle algo tan simple como ordenar mi escritorio. Se pone de puntilla y me besa. Espero que cuando este buscando algún plano o documento pueda encontrarlo sin tener que llamarla para preguntarle donde se le ocurrió guardarlo. 

—Lo colocaras por orden alfabético en aquella mesa, gracias por ayudarme.

—Me pagaras la ayuda con un delicioso almuerzo. —Arregla mi corbata y besa mi barbilla.

—Te llevaría a casa y cenaríamos acurrucados en nuestra cama, ¿Te gusta mas esa?

—Me parece muy bien. Se te hace tarde, cariño.—dice al escuchar el toque en la puerta.

Melina informa la llegada de Jim Cooper, salgo para reunirme con el dejando a mi pequeña traviesa conversando de lo que hara mientras me desocupaba. 

Puedo decir que, nunca había visto mi oficina tan ordenada en los años que tengo trabajando. Melina quedo sorprendida por lo organizada y dedicada que es.

Nos dirigimos a nuestro apartamento y al llegar nos dimos una relajante para luego cenar en la cama. Decidimos ver una película, pero en el transcurre la misma, he sentido a Amy algo distraída.

—Hermosa.—La miro de reojo y noto que algo la tiene pensativa. —Te he notado distraída. —Le digo, frunce los labios y lleva a su boca tres palomitas de maíz.

Enamorada de un Dandy (#2) Sin editarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora