Capítulo XII

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La rutina se convirtió en casa-TCC, TCC-casa y algunas veces, cuando no había mucha gente, Danae patinaba mientras seguía manteniendo un ojo encima de Yuzuru para evitar que practicara saltos. Tracy había estado tratando de convencerla para patinar de un modo más "profesional" pero a Danae eso le intimidaba un poco y siempre se negaba, sabía que aquellos patinadores que ella veía a diario habían patinado desde que habían dado sus primeros pasos, ella no lo había hecho así y aunque había aprendido de muy niña, no había mantenido el ritmo exigente que todos ellos habían llevado, no se sentía lista ni capaz para eso.

Era un domingo primero de abril cuando Danae se encontraba en su cama, revisando su celular mientras trataba de conciliar el sueño, eran aproximadamente las dos de la madrugada y ella estaba a punto ya de dormirse cuando recibió un mensaje de texto que le sorprendió un poco, era de Yuzuru.

"¿Puedes venir al TCC por favor? Es...una urgencia. No le digas a mi madre."

Danae frunció el ceño ante aquello, eran las dos de la madrugada ¿que hacía Yuzuru en el club todavía? Ella misma había vuelto con él y cenado todos juntos no hacía más de cuatro horas ¿y a que se refería con que era una emergencia? ¿Y que no debía decirle a su madre? Aquello comenzó a preocuparle de verdad pero decidió darse prisa; se levantó de la cama y cambió su ropa por la primera que encontró, unos pants de algodón negros y una blusa de franela muy sencilla y delgada color rojo y sus tenis negros incluso sin calcetines; no era lo que normalmente se pondría pero el mensaje de Yuzu le había preocupado de verdad. Tomó su billetera, celular y llaves y salió del departamento cuidando de no hacer nada de ruido al salir para que la señora Hanyu no la escuchara.

No fue hasta que salió del edificio en el que vivían que se dio cuenta de que no se había puesto una chaqueta para cubrirse del frío, pero regresar sería perder tiempo y sería arriesgarse a que la señora Hanyu despertara, por ello simplemente siguió sin importarle que los dedos se le entumecieron por al frío y su nariz comenzara a moquear ligeramente. Casi corrió hasta el TCC, que aunque no quedaba lejos, si implicaba una caminata de al menos diez minutos. Al llegar, abrió la puerta sin problema alguno, algo que realmente no terminaba de cuadrar ¿quien demonios estaría ahora practicando a esas horas? Al adentrarse y caminar hasta el rink encontró su respuesta. Yuzuru estaba sentado sobre el hielo, recargándose de la valla mientras miraba su celular, Danae se dio cuenta de que tenía el pie derecho descubierto, se había quitado el patín y ahora mantenía el tobillo en contacto con el hielo. Dándose una idea del por qué de toda esa situación al ver la escena, Danae no pudo evitar preocuparse, terminó entrando al rink sin siquiera ponerse unos patines y se acercó a Yuzuru con una cara de angustia que muy pocas veces se le podía ver en cualquier otra situación, Yuzuru levantó la mirada al escucharle —¡Yuzu! ¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?—

—Estoy bien, bien...solo, ah, bueno, quise intentar un salto, varias veces y mi tobillo no lo aguantó demasiado, creo que me lo torcí— Con un suspiro, Danae terminó de acercarse y dejó que sus rodillas tocaran el hielo a un lado del patinador mientras su manos, por instinto, comenzaban a palpar con mucho cuidado y suavidad el tobillo desnudo del más alto —¿Te duele mucho? ¿Puedes levantarte o no lo has intentado?— Danae murmuró aquellas preguntas mientras movía muy suave y ligeramente el pie de Yuzu de un lado a otro y de arriba a abajo, prestando atención a la reacción del ajeno para saber si debería preocuparse o si tenía de verdad algún problema —Hace un rato me dolía, cuando caí y me levanté casi no pude ni caminar, alcancé a llegar hasta aquí, porque sí dolía pero puse el tobillo en el hielo y ya no me duele, creo que solo fue por un momento— Danae volvió a concentrarse en los movimientos del tobillo ajeno, volviendo a moverlo con delicadeza y tratando de no hacerle daño para verificar que de verdad cualquier daño o peligro podría haber pasado cuando sintió de pronto algo cálido cayendo sobre sus hombros, al levantar la mirada del pie de Yuzu se dio cuenta de que era la sudadera del joven, ahora sobre sus hombros.

Conticinio 「𝙔𝙪𝙯𝙪𝙧𝙪 𝙃𝙖𝙣𝙮𝙪」《TERMINADA》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora