LII

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Con la respiración ligeramente contenida, dejé una taza de té frente a Saya, que ahora estaba sentada en uno de mis sofás, ella tomó la taza de inmediato y le dio un sorbo —Gracias, Danae— Yo asentí mientras me sentaba frente a ella y esperé. ¿Por qué estaba ella allí ahora? ¿Con que propósito había ido a verme? Había pasado un año ya...¿que esperaba ahora? Me sentía muy confundida, pero también tenía ganas de echarme a llorar y correr hacia ella, abrazarla, asegurarme de que era real que estaba allí, frente a mi. Me contuve mucho, no quería hacer una escena, y la confusión era mucho más grande que cualquier otra emoción, así que solo seguí esperando a que ella dijera algo. Por fin lo hizo.

—Vine hace un par de días a verte, el dos de enero...para ser exactas, no estabas, así que seguí viniendo con la esperanza de encontrarte...hasta que lo hice— Ella me miraba, yo hice cuentas, estábamos a cuatro de enero, tres días seguidos había venido a mi casa...¿por qué? No dije nada y seguí esperando, Saya tomó otro sorbo de su té, suspiró mientras volvía a dejar la taza en la mesa y luego me miró directamente a los ojos —Danae, he venido a verte porque sé que te debo una disculpa, no...es más, sé que una disculpa no es suficiente para todo lo que seguramente has pasado, lo siento, de verdad lo lamento— Sus palabras, en lugar de darme claridad sobre sus razones para ir a verme, solo me confundieron aún más y esta vez no pude quedarme callada —¿Una disculpa? ¿Por qué tú me deberías una disculpa Saya?— Ella suspiró de nueva cuenta y se inclinó un poco hacia mi, como si así sus palabras fueran a ser más entendibles para mi.

—Quiero que entiendas algo Danae, cuando todo el asunto de las fotos explotó, y ellos dijeron que había sido Danae Roy quien había enviado esas fotos, bueno...no solo mi hermano se sintió traicionado ¿sabes? Tanto como mis padres y yo te habíamos dado la bienvenida en nuestra familia y en nuestras vidas con los brazos abiertos, y yo sé que tanto ellos como yo...bueno, nos agradabas bastante, fueras o no fueras la novia de mi hermano, considerábamos que eras una buena persona, con buenos valores, y que por sobre todas las cosas, amaba a Yuzuru...nosotros solíamos pensar así de ti— ¿A eso había venido? ¿A restregarme en la cara lo que había pasado y a darme informes de primera mano de todo lo que había perdido? Tuve que contener la respiración y tragar saliva para evitar las lágrimas, entonces noté que Saya ya tenía lágrimas en los ojos y esto me sorprendió bastante —Entonces, cuando nos dijeron eso y vimos toda esa confianza que te habíamos dado...en la basura, nos sentimos terriblemente mal, y peor aún cuando vimos lo mucho que le dolía a Yuzuru, sé que esto pasó con mis padres también, nuestras emociones pudieron mucho más que nosotros mismos y cuando yo me alejé de ti ese día, fue porque de verdad creía que habías lastimado a mi hermano, que lo habías traicionado...me sentía enojada, traicionada, herida...porque yo ya te consideraba una hermana, tu ya eras parte de mi familia...prácticamente yo ya sentía que estabas casada con mi hermano y te apreciaba como tal, me sentí casi tan lastimada como él Danae, te lo juro...y por eso me fui, dejé que el enojo pudiera más y me alejé de ti, me dije que no volvería a acercarme a ti nunca más, porque habías lastimado y traicionado a mi hermano...— Ella ya estaba llorando, sus lágrimas resbalaban por sus mejillas y aunque yo estaba haciendo todo lo posible por mantener las mías a raya, estaba resultando casi imposible —Pero entonces, luego de un par de meses...cuando el enojo y las emociones negativas se enfriaron, me di cuenta de que algo no encajaba Danae, ¿cómo habrías podido enviar tu esas fotos? ¿Después de todo lo que habías pasado con mi hermano y de lo mucho que habías demostrado quererlo? Comenzó a resultarme imposible, y mientras más pensaba en ello, peor me sentía conmigo misma...algo dentro de mi me decía que algo no cuadraba con la versión que había dado la prensa, y fue en ese entonces, cuando yo ya comenzaba a dudar, que nos llegó la invitación a la boda de tu hermano—

Saya se limpió las lágrimas y yo la imité, estaba siendo difícil verlo desde su perspectiva, me hizo darme cuenta de que no solo yo había sufrido, era extraño —Acepto que fue algo tonto, pero cuando vi la invitación, tuve una idea...verás, las personas que quieren sacar algo de mi hermano, ya sea fama o dinero, generalmente no se detienen ¿sabes? Siempre buscan más, quieren estar cerca de él, ya sea para que los asocien con él o para poder sacar más información de él que puedan vender después...entonces, con esa invitación en mano, se me ocurrió la idea de ponerte a prueba, como te dije, fue algo tonto y tienes todo el derecho de enojarte conmigo, pero yo fui quien envió ese regalo en efectivo a la boda de tu hermano, Yuzuru ni siquiera llegó a enterarse de que nos habían invitado, fui yo la que planeó todo, porque...sabía que si de verdad habías sido tu la que había vendido las fotos a la prensa, querrías más...y te estaba dando la oportunidad de que lo hicieras, si hubieras sido tu la que había vendido esas fotos, aprovecharías la oportunidad de vender una noticia más, que Yuzuru te había silenciado con dinero, o que te había pagado por estar con él...no lo sé, sabía que inventarías algo descabellado para vender a la prensa si se te presentaba la oportunidad, así que te la di...y no lo hiciste— Yo respiré profundo, limpiándome las lágrimas de nueva cuenta, negando —Quemé el dinero...no quería quedármelo— Saya rió entre dientes un poco, y este sonido se mezcló con un jadeo por estar llorando, volvió a limpiarse las lágrimas —Esto solo me demuestra lo equivocada que estuve Danae, y lo mucho que te debo una disculpa...luego de enviar el dinero esperé, esperé a que hicieras algo con esa noticia...pero no lo hiciste, y esto solo me hizo dudar aún más de la versión de la prensa y conforme más pasaba el tiempo más comenzaba a convencerme de que tu no habrías podido hacerle algo así a Yuzuru...aún así, me obligué a seguir esperando, porque no tienes una idea de la gente que ha traicionado a mi hermano Danae, gente a la que creíamos amigos, incluso nuestra propia familia, él se a visto apuñalado por la espalda tantas veces, que ya toda nuestra familia, o al menos la más cercana nos cerramos alrededor de él y es muy difícil que nos permitamos abrir nuestra confianza hacia alguien, no quería cometer un error ¿comprendes? Me preguntaba a mi misma a diario ¿que pasaría si yo venía a ti y te daba una oportunidad de nuevo, y que si tu de verdad habías vendido las fotos, y qué si volvías a aprovecharte? Tenía mucho miedo y muchas dudas, así que esperé, a pesar de saber que tu no estabas haciendo nada para merecerte ese trato...a pesar de que algo en mi cabeza me repitiera una y otra vez que tu no habías podido hacer algo así...—


Estaba siendo un tanto difícil escuchar aquello, así que me puse en pie y suspiré, cruzándome de brazos, este gesto era ya un gesto involuntario, un gesto que me ayudaba a sentir que no iba a romperme a pedazos, Saya bajó la cabeza y siguió hablando, no pasó desapercibido para mi que ni siquiera podía mirarme a los ojos —Esto me hace sentir avergonzada y te juro que entenderé perfectamente que estés molesta conmigo, pero seguí esperando, quería ver si al cumplirse el aniversario de la separación con mi hermano tu aprovecharías el acontecimiento para hacer algo...tenía todavía muchas dudas, y esperé...pero en cuanto pasamos el año nuevo y tu seguías tan silenciosa como siempre con la prensa...bueno, vine a buscarte, para pedirte una disculpa— Entonces ella también se puso en pie y clavó sus ojos, esos maravillosos ojos que tanto se parecían a los de Yuzuru, en mi —Lo siento Danae, lo siento muchísimo, ahora entiendo que no debí dudar de ti, estoy convencida ahora de que no fuiste tu quien vendió esas fotos, podía verlo en tus ojos...y aún así lo ignoré, me dejé llevar...y te pido disculpas por ello, espero que pronto puedas perdonarme por haberte abandonado de esa manera, pero también espero que entiendas que amo a mi familia, y que nosotros ya hemos sido heridos demasiado por entregar nuestra confianza a personas equivocadas en el pasado...lo siento, de verdad lo siento Danae— Yo le miré y volví a limpiarme las lágrimas, pude ver su sinceridad, pude verlo en sus lágrimas y en la forma en la que me miraba...y no pude poner mucha resistencia a ello.

Comencé a jadear en busca de aire en cuanto el llanto se hizo más intenso y extendí mis brazos hacia ella, ella los tomó sin dudarlo y rodeó la mesa de centro que nos separaba para poder abrazarme, también llorando. Yo me aferré a ella con fuerza mientras lloraba, jadeando mientras intentaba hablar —No podía...yo...nunca hubiera...hecho algo así...yo no fui Saya, yo no fui, te lo juro...yo no...yo lo amaba...lo amaba demasiado...y lo perdí, te perdí a ti, perdí todo mi futuro y...me sentía tan sola...estaba rota...estoy rota...— Podía escuchar los sollozos de Saya por encima de los míos, y sentía como sus delicados y delgados brazos me apretaban mientras yo me deshacía en llanto, el pecho me dolía tanto que apenas y lo podía soportar, y lo único que me mantuvo cuerda y conectada a mi misma era sentir las caricias de Saya sobre mi pelo y después de un momento, sus murmullos conciliadores, las promesas de que todo estaría bien.



Tuvo que pasar al menos media hora para que me calmara de nuevo y cuando pude hacerlo, me senté al lado de Saya, recargando mi cabeza en su hombro y sujetando su mano con fuerza, como si así pudiera asegurarme de que ahora no se iría a ningún lado, ella tomó un poco de té antes de mirarme —¿Estás mejor?— Yo asentí con lentitud, con la mirada perdida al frente, escuché el suspiro de Saya —Danae, me gustaría que también supieras...que Yuzuru no tiene ni idea de que estoy aquí ¿de acuerdo? Sé que él se ha sentido muy herido, pero fuera de ahí, casi no he tenido oportunidad para que él me cuente gran cosa, se la ha pasado en Toronto la mayor parte de este año y apenas y he podido verlo, pero...si sé que por su cabeza no pasa la idea de que tu seas inocente, esto lo sé por mi madre, porque ella lo ve todos los días...Yuzuru es terco, y lo sabes, y él está seriamente convencido de que has sido tú...y no creo que nada de lo que yo pueda decirle o hacer pueda cambiar su opinión, yo he venido a pedirte disculpas porque es algo que pesaba en mi consciencia, pero espero que entiendas que no puedo hacer nada para cambiar la forma de pensar de mi hermano, no quiero pelearme con él tampoco...espero que entiendas esto ¿puedes hacerlo Danae?—

Yo me quedé un buen rato en silencio. En pocas palabras, ella me estaba diciendo que por mucho que ella hablara con él o intentara convencerlo, sería prácticamente imposible que Yuzuru cambiara su forma de ver las cosas, y la verdad esto ya me lo esperaba...en mi vida nunca había conocido a alguien tan obtuso como Yuzuru Hanyu. Cerré los ojos y asentí débilmente, luchando de nuevo con las lágrimas que amenazaban con derramarse de mis ojos de nueva cuenta.

—Yo puedo...y quiero, si tu me lo permites, seguir siendo tu amiga, tu mejor amiga...como antes, si tu quieres, pero esto no quiere decir que pueda cambiar algo ¿lo entiendes?— Yo me tomé mi tiempo de nuevo, pero después de un minuto, volvía  asentir, todavía con la mirada perdida. Luego me limité a apretarle al mano a Saya con un poco más de fuerza, con eso me bastaba. Saya sería una prueba y un bonito recuerdo de lo que había tenido antes, mi amistad con ella representaría una sutil pincelada de lo que antes había sido el cuadro de mi vida, resplandeciente de color...aunque ahora solo fuera un pequeño fantasma de lo que había sido, me alegraba poder contar al menos con ello, era algo que podría conservar si Saya seguía siendo mi amiga, y eso me bastaba.

Conticinio 「𝙔𝙪𝙯𝙪𝙧𝙪 𝙃𝙖𝙣𝙮𝙪」《TERMINADA》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora