Capítulo XXIII

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Los shows de Niigata y Shizuoka se pasaron tan rápido que Danae apenas y los sintió, cuando menos se dio cuenta ya estaban a tres de julio y ya se encontraba al lado de Yuzuru en un avión de regreso a Toronto y los nervios comenzaron a atacar de nuevo, ahora sin la madre de Yuzuru se sentía diferente. Por milésima vez se dijo a sí misma que no debía tener esa clase de pensamientos, de por si estaba teniendo problemas controlando su imaginación y sus sueños...



—Entonces preciosa ¿que dices a esa cita eh?— Jason Brown se acercó a ella, casi al borde del rink mientras ella tomaba agua, casi se atragantó de la risa. Se encontraban en el TCC, en Toronto y era día de práctica para Yuzuru junto a todos sus demás compañeros, la risa de Junhwan le llegó a su costado, se acercaba a ellos patinando y al parecer había escuchado la pregunta de Jason. Danae no podía dejar de reír. Le agradaban, en el tiempo que llevaba trabajando con Yuzu, también había llegado a conocer a maravillosas personas, tales como Jason, que se la pasaba haciendo bromas sobre invitar a salir a Danae o pedirle que fuera su novia, todo a tono de broma claro estaba, o como Junhwan, al que de cariño le decía simplemente Jun, que se había convertido en algo así como su hermano pequeño —Dany— Jason y Jun le llamaban así de forma cariñosa, Jason ahora le miraba, fingiéndose dolido —¿Por qué te ríes? Es muy en serio, anda, vamos a una cita—

Danae estaba a punto de responder, en medio de más risas, cuando alguien jaló a Jason del cuello de la camisa hacia atrás, hacia el hielo —¡Ya déjala en paz, Jason!— Jason hizo una mueca demasiado exagerada de molestia —Ahhhh ¡Yuzu! ¡No puedes monopolizarla de esa manera! Que posesivo eres— El chico le sacó la lengua juguetonamente al japonés y se alejó patinando de forma teatral, Yuzuru comenzó a reírse a carcajadas, echando la cabeza hacia atrás para luego seguirlo. Danae observó todo esto con una sonrisa y cuando ambos se habían alejado, suspiró, bajando la cabeza —Tú nunca vas a dejar que él vea lo mucho que te afecta ¿verdad?— La voz de Jun de nuevo interrumpió sus pensamientos y ella le miró, con Jun no tenía mucho sentido fingir, el chico tenía apenas 17 años pero era muy perceptivo y sabía ver cosas que los demás no, Jun había descubierto los sentimientos de Danae por Yuzu mucho tiempo atrás, tal vez cuando ni siquiera la misma Danae no los entendía del todo. Danae suspiró de nuevo, sonriendo, la alegría de la sonrisa no le llegó a los ojos —¿Importa?—

—Claro que importa, sufres— Danae se encogió de hombros y levantó la mirada. La vida tenía formas muy crueles de hacerle ver la realidad, en cuanto levantó la mirada, alcanzó a ver a Zhenya, recargándose en la espalda de Yuzuru mientras patinaban juntos, casi sincronizados, Yuzu decía algo mientras le sonreía. Danae apartó la mirada de inmediato hacia Jun y le sonrió, tratando de aparentar que todo estaba bien —Estoy bien, te lo prometo, ahora ve a seguir practicando antes de que Brian nos mate a los dos, a ti por flojo y a mi por distraerlos— Jun rió entre dientes y se alejó de nuevo, Danae se quedó a la orilla del rink, como ya era su costumbre cada que acompañaba a Yuzu a una práctica en el día. Estaba a mitad de tomar agua de nuevo cuando vio de reojo como Tracy se acercaba a ella, Danae la saludó con una sonrisa.

—¡Hola! ¿Qué tal? ¿Cómo ha estado?— Tracy la miró con una sonrisa maternal, ya tan propia de ella —Hola Danae querida, estoy bien ¿y tu?— Danae sonrió de nuevo, haciéndole saber de esa manera que se encontraba bien —Todo bien, es agradable verlos a todos practicar— Tracy miró a Danae y ella ya conocía esa mirada, suspiró, divertida —Sabes que creo que tu deberías estar con ellos ahora mismo, tenías, no, todavía tienes tanto potencial, eras apenas una niña y ya tenías muchísimo talento para el patinaje Danae— Ella negó con la sonrisa todavía pintada en el rostro —Oh no, mi vida ha tomado otro rumbo ya Tracy, no sé si sea capaz de cambiarlo así tan de repente, además, mi trabajo me hace feliz y no me he alejado del todo del hielo, tengo todo lo que necesito, de verdad— Tracy le miró, incrédula pero solo asintió y continuó observando a sus chicos, Danae la imitó, Yuzu ya estaba practicando saltos. Ella misma le había dicho que estaba bien, aunque todavía tenía que cuidar mucho el tobillo y tomar analgésicos cada que lo hacía, ya estaba incluso ensayando un par de nuevos programas que había terminado.

Conticinio 「𝙔𝙪𝙯𝙪𝙧𝙪 𝙃𝙖𝙣𝙮𝙪」《TERMINADA》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora