Reescrito.
Honey traía la mirada pérdida en algún punto de la habitación, se sentía agotada y no entendía si había descansado toda la tarde, la noche y mañana de hoy. No lo entendía aunque era evidente que se debía al estrés que a la pobre se le ponía encima, además de la falta de alimento y toda la luz que ha recibido.
— ¿ya se siente mejor niña Horn? —cuestionó Frederick entrando con el almuerzo de la joven notando que su desayuno está integrado.— Niña, si sigue así el señor se enterará y se molestará.
— Lo detesto tanto Frederick.— masculló aún mirando la nada, no quería moverse, no quería bajar como había prometido a estar encima de él en ropa interior con más luces en su cara. No quería.— Quiero irme, irme de esta casa.
— Niña, por favor. No lo haga tan difícil.— pidió dejando el almuerzo junto al desayuno.
— Greyson no es mi amigo, mucho menos mi novio. No le quiero, soy una puta para él ¡Carajo! Ni me ha preguntado si quiero esto, no me ha dado anillo....
— ¿Quiere un anillo?
— ¡Quiero irme!
— Niña Horn...— trato de tomarle la mano para calmarla pero la puerta se abrió dejando ver el gran cuerpo del guardia Roy.— ¿Qué sucede? —interrogó con dureza.
— Disculpe Frederick, señorita Honey pero...En la puerta está Nyx Turner. Quiere ver a la señorita. — apuntó con su cabeza a la azabache.— Pero el líder no está y no se si puede recibir visita estando castigada.
— ¿castigada? —repitió dignándose a mirar a Roy y Frederick.— ¿estoy castigada?
— Siempre lo está ¿no? —murmuró Roy sin saber si lo estaba o no.— ¿Qué hago, Frederick?
— Danos un minuto.—pidió el mayordomo, Roy obedeció y se inclinó ante Honey temblando con honestidad por la mirada que esta le dedicó. Al ser amigo de Levi sabe perfectamente que esa pequeña chica podría ser un demonio si la situación lo buscaba.— No tenía entendido que estuvieras castigada.
— Él me castiga por todo.
— El señor Greyson es particular pero no busca...
— Trate de justificarlo y juro que le golpearé con esta lámpara.— señaló el objeto de su mesa de noche. Frederick se lo pensó bastante, no sólo había una lámpara sino su desayuno y almuerzo. Demasiadas posibilidades de impactar.
— Si prometes almorzar dejaré que pase la señorita Turner ¿trato?
— Trato.— no se lo pensó mucho era eso o llamar a Roy, Levi y Travis que la entretuviera con lo que sea, no interesa si con una batalla a muerte pero su aburrimiento y agotamiento la estaban llevando al extremo.