Capítulo 35.

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Reescrito.

Marina aprovechó la corta risa de Shadow para alejarse de ambas Sei Dunkels y mantener calmado al pequeño vampiro mientras Nigthmare y Honey estaban a cada lado del joven inconsciente de Karter.

— Nigthmare, no puedes noquear a las personas solo porque entras en pánico.— riño señalando al rubio en el suelo.

Nigthmare ladeó la cabeza:— ¿Ah? «¿Ah, no?»

— ¡No! —exclamo Honey logrando hacer chillar al bebé. Bufo.—...Marina.

— Ambas deben relajarse para que su aura dejé de asustar al pequeño Shadow.— pidió señalando al pequeño.

Nigthmare negó inmediatamente.

Honey suspiro:— Ayúdame.— miro a Nigthmare mientras se agachaba a socorrer a Karter.

Nigthmare desconfiada se hincó en el suelo manteniendo su forma y su aura— sin importarle las palabras de la bruja —. Extendiendo únicamente su gran brazo y garras para tomar de la parte de atrás de la camisa al vampiro. Lo alzo sin mucho esfuerzo, mostrándolo a Honey quien revisaba la respiración de su primo postizo asegurándose que solo fue un golpe simple, por decirlo de esa manera.

Justamente se oyó como la puerta del comedor se abría en el momento menos oportuno posible. Nigthmare reacciono antes que cualquiera y acerco a Karter a su pecho mientras se dirigía a la pared al lado de dicha puerta, usó sus habilidades —mejores que la de Honey— y se camufló con las sombras de la puerta cuando fue abierta. Aquella persona que entro ni remotamente se imaginaba que había tras la puerta que sostenía.

Aquel vampiro era nada menos que Roy.

— Señorita Honey...— murmuró el vampiro de ojos verdes algo asombrado. Cualquiera que conociera mínimamente a Honey sabía que el ultimo lugar para encontrarla es una cocina.— Señora Marina.— con ella no había sorpresa.— Por...casualidad, ¿alguna de las dos a visto a Levi?

— ¿Levi? —repitió Honey dándole una mirada detrás de él donde ella distinguía los cuencos vacíos de Nigthmare asomarse en la pared.

— Si, no lo he visto en todo el día.— comentó Roy bastante extrañado. Su colega no era que amaba de sobremanera su trabajo, sobre todo por el terror que le tenía a la chica de cabello negro pero no era irresponsable.— ¿La ha cuidado a usted?—cuestiono.— Tenía el turno de la mañana.

—No...no, no lo he visto...— contesto la chica sin mirar a nadie más que al vampiro de piel morena.

— A quien buscamos es al mayordomo...— agregó Marina dándole una mirada de "sígueme la corriente" a Honey.

La azabache frunció el ceño por un segundo y luego entendió cuando Marina movió los brazos haciendo hincapié en el bebé.

— Frederick, si, a Fred...porque...como verás tenemos a mi pequeño primo Shadow.— Honey señalo a la inocente criatura.— El hijo menor de Byron.

— ¿No seria su sobrino al ser la futura esposa del señor? —indago Roy haciendo la pregunta con seriedad sin estar buscando molestarla, realmente lo preguntaba aunque todos sabemos que la enfureció sus palabras.

Honey le sonrió:— ¿Qué lo vas a cuidar dices?

— ¿Qué? —exclamo mirando tanto a la azabache como a la mujer mayor. Sobre todo cuando Honey se acerco a Marina y el llanto del bebé resurgió.— Yo no dije....

—Wow, Roy, que amable...— Honey le entrego rápidamente a Shadow—...Eres.— completo volviéndole a sonreír.— Cuídalo hasta que aparezca Fred.—agrego Honey haciendo un movimiento con su cabeza para que Marina la apoyara. La bruja entendió y se posicionó tras el pobre Roy y le indico a Nigthmare salir por la puerta del comedor.— Es raro que ya no haya aparecido, suele hacerlo cuando lo nombran.— comento la azabache para darle tiempo a Nigthmare de moverse.

Honey Sei. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora