Capítulo 33.

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Reescrito.

Honey suspiro nuevamente llenándose de valentía en lugar de paciencia como normalmente hace cuando llena sus pulmones de aire y luego lo suelta. Miro la dichosa puerta que conocía tan bien y cuando parecía estar preparada para entrar negó rotundamente.

— Este plan es terrible.— volvió a negar para mirar a Marina y Nigthmare que les daban "apoyo" para cruzar las puertas del infierno que es el equivalente a abrir la puerta de Greyson luego de lo que hizo anoche.

Tipo cometer un suicidio prendiéndote fuego para sufrir con gusto.

— Es tu plan.— le recordó la bruja.

— Por eso es terrible, Marina.

— Querida, yo no le tire una champán a Greyson Caprand sabiendo a la perfección que los necesitábamos calmado para elaborar esta locura.

— Él me provocó.— se justificó.

— Y tu caíste, asumirlo y enfrentarlo.

Honey levantó una ceja:— ¿Qué no debía apaciguarlo?

— Como te salga.— Marina hizo un ademán. — No soy exigente...solo retrasarlo para nosotras hacer la otra parte.— se apuntó a ella y a la "disimulada" figura tenebrosa de Nigthmare.

— Sigo desconfiando de que Nigthmare pueda...— la expresión de Honey hablaba por ella.

— Nigthmare hará lo que sea para volver con los suyos, lo que sea, querida.— recalcó Marina hacia la azabache.

— ¿No puedes darme una poción para ayudarme? — indago.— No soy exigente, con que tenga visiones de mi Castigándome y no sea yo; me conformo.— Honey siendo humilde.

— Mi casa con gran parte del inventario fue destruido, Honey.— le recordó a la chica.— Y no he podido ir a mi cabaña del bosque por provisiones...Solo debes entretenerlo, discúlpate por lo de ayer.— sugirió.

— Me matará.

— Eso no pasará.— aseguró la mujer exasperada.

— ¿Aah? «¿Y por qué no lo matamos si es tan problemático?» —propuso Nigthmare como si nada.

— Adoro tu entusiasmo pero...— Honey tuvo que desechar esa idea mirando nuevamente la puerta, agradecía lo insonora de la habitación, sino, ya habría oído el debate que se llevaba acabo.— Tiene que haber...

Toc toc...

Marina toco con suavidad la puerta callando inmediatamente a Honey y sin más con su carita de inocencia tomo la figura de Nigthmare y la jalo por el pasillo aprovechando la soledad de los mismos. Le mostró a Honey su dedo pulgar en apoyo antes de desaparecer siendo curiosamente imitada por la misma Nigthmare que sin entender mucho le mostró su "pulgar" a la azabache como apoyo; apoyaba por dentro que lo matará.

— Malditas...— siseo Honey mirándolas envés de notar que la puerta ya había sido abierta.

La imponente figura del pelinegro la observaba con un asombro bastante disfrazado por la seriedad de su persona. Traía una camisa azul oscura junto a unos pantalones negros y por los muebles Honey noto el saco que debió estar apunto de ponerse cuando Marina tocó la puerta y huyó cobardemente.

— Mi ira no se ha apaciguado...— le informo sin siquiera saludarla o quedarse viéndola. Greyson se dio la vuelta para buscar su dichoso saco.— Deberías retirarte a menos que busques finalmente tu castigo por lo que hiciste.— le aconsejo dándole la espalda.

— Me tiraste dos veces champán encima.— volvió a justificarse entrando a la habitación por voluntad.— Digamos que quedamos a mano para no decir que aún queda pendiente que te tire otra bebida.

Honey Sei. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora