Capítulo 24.

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Reescrito.

Honey giro su cabeza para evitar el beso que término en su mejilla, humedeciéndola. Cody no quiso darle tregua, agarró su barbilla y la hizo verle directo a sus ojos marrones con motas doradas llenas de determinación.

— Purple...— susurró sobre los labios de la azabache.

Una ventisca cruzó la cara de Honey antes de tratar de quitarlo de nuevo, Cody era guapo pero eso a la azabache no le importaba o eso creyó...

— Cody...Lobo tonto.— musito enfocada en él pero sus alarmas se activaron por lo que no enfocó...— ¡Cody! — alertó empujándolo.

Apenas lo movió, más se alejo ella por las acciones y la ola de emociones que cruzaron entre ellos. Instintivamente la azabache se desvaneció empujando nuevamente a Cody en el proceso logrando esquivar el ataque del vampiro de ojos grises.

— ¡Travis, basta! — Honey reapareció en el mismo lugar dando pasos de borracha hacia el vampiro que tiene sometido por el cuello a Cody. Todo paso muy rápido.— ¡Travis...!

— ¡Este perro pudo matarte, Honey! — la regaño con un tono que vagamente vino a su mente. Ella se agachó cuando el cuerpo de Cody voló contra un árbol haciendo un ruido lastimoso de algo roto, como huesos por ejemplo.

La azabache se tapó la boca al ver como el cuerpo de Cody quedo boca abajo siendo sostenido por sus codos a duras penas. Ella dio pasos rápidos hacia él pero tropezó con sus propios pies sucumbida a las consecuencias de sus poderes y el uso que le daba.

Desde el suelo, vio los ojos amarillos lleno de enojo de Cody «No es para menos» sus colmillos se asomaron y el vapor que salía la hizo recordar a Lucian pero rápidamente tuvo que enfocar sus ojos, pensamientos...Todo en como Travis volvió abalanzarse contra él poniéndolo boca arriba del tronco con su pie contra el cuello de Cody.

— No debiste entrar en territorio ajeno, cachorro.— mascullo Travis retrocediendo solo unos dos pasos de él para volver con más fuerza dando una vuelta sobre su órbita haciendo la patada más potente contra el pobre que apenas se levantaba para combatir con la amenaza inminente.

Fue el turno de Travis de recibir algún golpe. Cody interceptó la patada a nada de su cuerpo pero la pudo alejar moviendo a Travis lo suficiente para darle un puñetazo en la bella cara del vampiro de ojos grises.

¡La cara no, perro!

Honey se volvió a tapar la boca en cada golpe de ambas partes, sus rostros giraban acorde de los impactos de puños, uno que otro rodillazo con fin en el pecho de Cody.

— ¡Travis, para! — exigió corriendo para detenerlos, él ojis-gris aturdió a su oponente con un golpe en la sien.— ¡Travis...! —los pies de Honey dejaron el suelo por las manos frías que atraparon su cintura.

— Yo que tu, no me atravieso.— advirtió Calum. Su voz heló la sangre al sentir su frialdad para detenerla en el acto. Honey pataleo queriendo quitarlo pero ese jodido vejestorio no colaboraba.

— ¡Suéltame! — intento darle con su codo pero lo evito aprisionado sus brazos a la cintura.— Ambos, paren. Calum suelta o verás.— giro su cabeza para que viera que no jugaba, sus ojos verdosos se abrieron un poco por la mirada vacía y aterradora de la chica, sin embargo no la soltó.

Honey Sei. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora