Capítulo 32.

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Reescrito.

Honey cerró la puerta tras ella luego de abandonar la habitación con Nigthmare adentro. Se cercioró por tercera vez de haber eliminando cualquier patético rastro de lágrimas de su pálido rostro, la azabache sabía que había dejado a Nigthmare confundida y no era la única. Ese llanto culminante fue para ella algo tan nuevo y atemorizante que no quisiera repetirlo en su vida.

— Niña Horn.— Saludo Frederick asustando a la nombrada que se dio de la impresión un golpe con la puerta al retroceder.— Lo siento, ¿La asuste?

— Si...— admitió respirando nuevamente tras aquello— Hacía tiempo que no me daba estos sustos, Fred...— murmuro despegándose de la puerta al sentir la energía de Nigthmare. Debió oír el tremendo golpe que se dio.

— Hace tiempo que no rondaba por la mansión, me hacia mucha falta su presencia —halago con un semblante tan amigable como lo es el mayordomo— Creo que de tanto pedir compañía se lleno la mansión.— opinó en broma refiriéndose a todas las visitas; desde Karter y Shaddow hasta Irina y Mika.— Él señor me contó que cenarán arriba en la tercera planta.— sonrió muy alegre por eso, se nota cuanto apoya una relación del mayor con ella.

— ¿Tercera planta?

— ¿Nunca se ha percatado que la mansión tiene tres pisos, niña? —frunció el ceño ligeramente al ver la completa cara de confusión de Honey.— Creí que el señor al menos se lo había mencionado aunque comprendo perfectamente porque lo ha mantenido oculto, me sorprendió bastante cuando me dijo que cenarían arriba...

— ¿Por qué nunca supe de la tercera planta? —interrogo.

— Le ahorraré que el señor lo tenga que decir.— murmuro.— Vera, niña Horn. Antes del señor Greyson hubo otro dueño de este lugar...otro líder, el líder original de este clan. Este lugar solamente ha pasado por dos líderes.— explicó.— El antiguo dueño de la mansión usaba esa planta para cosas indebidas... — mascullo con un tono que no pudo ella descifrar. — Cosas malas, niña. No me gustaría decírtelas de manera explícita...

— Comprendo, Fred...— lo corto bastándose de la información dada.— ¿ahora para qué la utiliza Greyson?

Para lo mismo, concluía ella.

— Para nada.— contestó.—, cuando tomamos posesión de la mansión, se Limpió y acomodó un poco como esta planta; la misma decoración y estructura y no se agregaron habitaciones.— explicó.—La tercera planta es como una suite principal. De hecho, la verdadera habitación principal se ubica en ese piso.

— Pero si no la usan,  ¿Para que lo hicieron en ese piso?— me cruce de brazos sin entender bien.

— El dueño original tenia su habitación ahí con...Lo demás.— no entró en detalles.— Cuando el señor Greyson tomo el lugar, quitó todo lo que había y paso años cuando decidió arreglar el lugar acorde al resto de la mansión que remodeló inmediatamente al tenerla. En total, la tercera planta tiene la gran habitación principal, un baño privado, un gran vestidor y otra habitación pequeña que si bien recuerdo estaba en el diseño original y el antiguo dueño tampoco ocupaba...o creo que si después de todo había rasguños en las paredes y puert...— divagó sin notar lo que estaba soltando.— Ya no hay rasguños ni nada que pueda alarmarla, niña. Incluso tiene una pequeña terraza muy bonita.

— Creo que veré que tan bonita es y si aún hay algún rasguños.— mascullo alzando una ceja.— ¿Cómo llegó a ella?

— Casi finalizando este pasillo debe cruzar a la derecha y hallará las escaleras. Esta poco iluminación por las razones mencionadas aunque imagino que eso será de su agrado.— le sonrió con ternura a la pequeña azabache, Honey le recordaba a alguien importante en su vida.

Honey Sei. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora