Rescrito.Ambos rostros trasmitían al otro, Honey aún siendo vacía en el fondo hablaba con total seguridad sin algún tipo de titubeo y Greyson no se quedaba atrás.
— Sobre mi cadáver...— musitó el vampiro a regañadientes sin despegar su mirada tormentosa de ella.— Mi clan, tu mi mujer, Mi responsabilidad.
Honey gruño:— Controla tu lengua o la perder...
— ¡Cazador! — advirtió Mika apuntando con pánico.
Creo que es un mal momento para confesar que Honey jamás ha tratado con cazadores en su vida pero su apariencia se quedara grabada en su memoria. Los cazadores son humanos pero de gran tamaño, fuerza, conocimientos y un arsenal que nunca puede faltar resaltando sus ballestas; aman sus ballestas y este cazador en particular de ojos negros los apunta con una.
Su dedo en el gatillo fue lo último que vio Honey, tarde se dio cuenta cuando Greyson tomo sus caderas para girarlos de manera protectora quedando su espalda como blanco de tiro. Veloz como él solo y la adrenalina fue la responsable de la sensibilidad del oído de la chica; oyó perfectamente el característico silbido del arma haciendo que por reflejo no solo acercara más a Greyson a su cuerpo sino que la llevo por instinto a desaparecer.
Ni ella misma se dio cuenta cuando la oscuridad los absorbió a ambos a una velocidad que jamás había utilizado para hacer la desaparición. Greyson tampoco noto lo que paso pero lo que fácil viene, fácil se va. En el siguiente segundo Honey sintió el golpe de la madera contra su espalda.
Honey parpadeo varias veces antes de finalmente ver y sentir lo que paso, la madera bajo ella le daba una idea a donde se movieron pero no pudo concretar esa idea teniendo al vampiro sobre ella separados por la nada, absolutamente nada más allá de la ropa los separaba. Él estaba arriba y ella abajo, Greyson logró poner las manos al lado de la cabeza de Honey para no aplastarla quedando sus labios muy cerca el uno de otros; sus miradas seguían en shock sin siquiera pensar que respiraban el aire del otro o que Greyson podría besarla si no fuera por el escándalo del exterior que ayudó a extinguir el silencio y pausó por completo la película romántica.
Honey con colaboración del personaje logró quitárselo de encima para analizar, ambos, la situación del momento. La azabache confirmó que estaban en la parte tras el telón de la tarima, el mismo telón negro que los cubría del escándalo de disparos, gritos y más de afuera.
Greyson tomo su brazo cuando trato de levantarse por si misma:— ¿Estas bien?
— ¿Qué haremos? — fue directa ante su duda porque ahora mismo importa más una solución que ella misma aunque si, ella se encuentra bien, quizás con un chichón por el golpe pero ese es el menor de los problemas.
— Tu has lo mismo que hiciste, enfócate en ir donde la bruja.— ordeno incorporándose sin soltarle el brazo para que también se levantara, su voz era impotente aún en el tono bajo que utilizó.
— No voy a huir, Greyson.—dejo en claro con toda la intensión de subir su tono pero muy claro tenia ella que el ambiente de afuera no era prudente ser escandalosos.
Honey alejo el tacto de Greyson y se acercó a uno de los extremos de los telones para ver el exterior pero el vampiro no se lo permitió y la sujeto colocándola tras él para revisar el mismo la situación.
Su expresión no daba ánimos:— No esta nada bien.
— ¿Qué tan malo esta? —indagó tratando de ver pero Greyson la sujeto de la cintura apretándola contra él con fuerza, con temor pero Honey no lo percibió debido que las emociones del exterior la eclipsaban dándole una idea.