Capítulo 52.

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Reescrito.

Roy miro la ventana del auto sintiéndose aún impotente por aquella "conversación".

— ¿Cómo pudiste perderla de vista?

Emily reclamándole en la parte de atrás tampoco le ayuda.

— Tu fuiste quien se largo nada más llegar.— recrimino girando su cabeza hasta la sirvienta.

— Fui hacer un encargo que ella me pidió.— justifico.

— Yo también trato hacer lo que dice pero ella es...

Una sola mirada de la transformada le cerro la boca, discutir de Honey con Emily es completamente en vano. Negó siquiera a mirarla y continuó de copiloto en el auto. Los tres junto al chófer del señor Greyson se mueven de camino a la mansión tras la futura señora.

— No debe estar en la mansión.— murmuro Emily dejando la pelea del lado.

— ¿Por qué lo dices?

— Es la señorita Honey.

— ¿Me dirijo a la residencia de los Turner? — indagó el chófer.

— No desea ver a la señorita Nyx así que...

— Puede estar en cualquier parte del clan.— resumió el moreno soltando un profundo suspiro.

— Hay que buscarla.— sentencio la transformada.— Da la vuelta, iremos a los lugares que conozco donde puede estar.

— Detén el auto.— dictaminó Roy por encima de Emily. El chófer intercambio miradas entre ambos y el camino.— Ahora.— repitió en el mismo tono pero la amargura en su voz fue el punto decisivo que tomo el conductor.

Nada más parar el movimiento salió disparado del auto azotando la puertas tras él.

— ¿Qué haces?, ¿A dónde vas? — cuestiono Emily.

— Me tomo un maldita respiro de ella.— confeso sin ninguna pizca de sutileza o paciencia. Esta harta, completamente harto.— Y, sin embargo, seguiré un consejo de Honey, caminaré solo. Ustedes pueden buscarla si le da la gana.

El chófer se hallaba tan sorprendido que su expresión no podía disimularse, recientemente todo aquel que se atrevió a hablar mal de la señorita Honey fue echado a patadas de la mansión.

— Como quieras.— acepto Emily para sorpresa de los presentes.— Arranca, volvamos al parque.

El chofer obedeció a la sirvienta luego de mirar a Roy una ultima vez, con preocupación arranco dejándolo solo en el camino. No pudo importarle menos lo que hizo y sin embargo la presión de su pecho no disminuyo.

Trato de apartar eso y todo lo demás que lo hunde en el fondo más profundo de su cuerpo, incito a sus piernas a caminar de una vez. Finalmente lo logro, busco concentrarse en el ambiente, la paz y el silencio. Luego de tantos murmullos y tensión le vino como una gentil lluvia luego de una sequía.

¿Cuándo fue la ultima vez que tuvo ese tipo de soledad y aparente tranquilidad? No ha tenido un verdadero momento así en mucho tiempo.

Dio un vistazo al cementerio cuando este cruzo su camino, se debatió si visitar a sus padres sería oportuno. Aunque estuviesen muertos y sus almas desaparecieron de este plano...detestaría que lo vieran así. Abatido y en conflicto.

Justo cuando dio la vuelta para seguir vagando hasta la mansión oyó sonidos extraños; ramas rotas, pisadas rotundas...y un gruñido seco.

Con su velocidad acelerada se introdujo al cementerio buscando la amenaza, ese gruñido debió provenir de un lobo; salvo que este finalmente enloqueciendo.

Honey Sei. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora