Reescrito.
Honey hacía uso de toda su fuerza contra su contrincante y mayor problema directo. Incluso intentó usar sus poderes para comprimir la maleta pero esta no cedía.
— ¿Tanto escándalo para cerrar una maleta? —inquirió su hermano mayor con cierta burla en su gruesa voz. Honey le dio un repaso con su mirada de niebla debido al uso sus poderes, ella noto el cabello rojo de Lucian húmedo más la toalla, era evidente de dónde venía.
— ¿Me ayudas, chico con fuerza sobrenatural? —pidió con cierto sarcasmo en su agotada voz, llevaba más de quince minutos tratando de cerrar su maleta.
— No tengo nada mejor que hacer.— se encogió de hombros para entrar a la habitación de su hermana menor.— ¿Enserio no puedes cerrar una maleta tú sola? —preguntó viendo el equipaje que llevará ella para el conservatorio.
Las burlas de Lucian no fueron nada al lado de la carcajada que soltó Honey cuando falló en su primer intento y en el segundo, también en el tercero pero aquí le pidió a su hermana que se sentará sobre la maleta, su peso ligero algo debía hacer.
— Vamos, hermano.— Honey lo alentó cuando ya iba por la mitad del cierre.— ¡Tu puedes, Luc!
— ¿Metiste un cadáver aquí? —Bromeó con ella haciéndola reír, el humor de Lucian es particular contando que jamás cuenta chistes o dice algo con el fin de reír pero con Honey le sale natural al igual que la protección. Honey sabía que su enorme hermano le haría bastante falta, aunque a los gemelos les duela Luc es el favorito de Honey y ella el de él.— Listo...— se dejó caer en la cama cuando lo consiguió, su hermana lo veía aún encima de la maleta.— De nada.— Lucian se acomodo en la cama revolviendo su cabello rojo en el proceso.
El cabello rojo de Lucian es de sus características más obvias, cada hermano lo define muchas cosas que rara vez tienen que ver con el otro. Los únicos hermanos que se parecen físicamente son los gemelos y por obvias razones, además de provenir de la misma madre no como Luc o Honey.
Los Moore son una familia particular y no hablo por la pequeña Sei dunkel sino por el historial amoroso de su padre, Infamius se casó dos veces de las cuales aparecieron Lucian con sus treinta dos años aunque parece de veinticinco, los gemelos parecen tener más edad que Honey pero menos que Lucian, ellos dos son vampiros sangre pura — fruto de un revolcón—, su madre los dejo con su padre cuando eran niños y este a los años se volvió a casar con una humana y tuvieron a la pelinegra de ojos púrpura.
Aunque sus lazos sanguíneos no sean sumamente fuertes eso no importa en lo más mínimo para los Moore, crecieron en la misma casa y toda la vida han sabido que tienen donde apoyarse y aunque figura maternal jamás le ha durado, su padre el asesino, ha hecho lo imposible por sus cuatro hijos, ahora mismo lo vuelve hacer al dejar que su pequeña deje el nido sin alguna necesidad...Vamos que Lucian tiene treinta y tantos y nunca pensó en dejar su casa.
— Te voy a extrañar, Miel.— susurro Lucian cuando la nombrada se bajó de la maleta para acostarse junto a él, la recibió estrechándose a su pecho.— Demasiado...
— Regresaré... — prometió abrazándolo.— ¿Por qué no volvería?
— ¿Tu favorito, verdad? —indagó sin demostrar interés cuando si lo tenía y sabía la respuesta.
Ella rodó los ojos.
— Conoces la respuesta.— Lucian rio abrazándola solo un poco más, él era el único que sabía que iba a partir en dos días y no la semana entrante como muchos suponían, aún así, se habló con Axel para que convenciera a Taurina e hicieran mañana la presentación de despedida.— Necesito hacer unas cosas...