Me incorporo rápidamente, sintiéndome angustiada y desorientada por aquel mal sueño. Mis manos estrujan las sábanas mientras mi corazón ralentiza sus latidos. ¿Que clase de sueño fue ese?Pesadilla mejor dicho.
Bueno, que haya participado Dylan podría convertirla en una.
¿De verdad crees eso?
Me refriego el rostro con ambas manos, exasperada por la situación. ¿Por qué ahora sueño con ese chico? Ni que fuera tan importante para mí. Apenas lo conozco.
Pues, no cualquiera te tiene una semana entera pensando en él.
Resoplo con fastidio al pensar en eso. Aun espero que aparezca por la puerta del aula y se siente junto a mí. Idiota.
Giro la cabeza y veo que el despertador marca que solo faltan tres minutos para que comience a sonar. Bueno, es un progreso. Últimamente no vengo durmiendo bien, me despierto muchas veces durante la madrugada, cosa que antes jamás me sucedía.
Me echo hacia atrás y fijo la mirada en el techo. No quiero cerrar los ojos porque ese bosque vuelve a aparecer otra vez delante de mí. Y él también. Su voz, su mirada, su tacto...
Por más real que se haya sentido sé que no es verdad, solo fue un producto de mi imaginación. Y a decir verdad me apena que sea así. No entiendo este comportamiento en mí. Ese chico realmente se ha portado grosero conmigo reiteradas veces, no merece que lo tenga en pensamientos y mucho menos en mis sueños. Por mucho que su físico me parezca atractivo, si es un idiota seguirá siendo un idiota con un rostro bonito. No debo dejarme llevar por las apariencias.
Bajo el disfraz de un ser extremadamente cautivador, podría estar el discípulo del diablo.
...
—Te ves terrible —me dice Jill una vez que subo al auto.
Me abrocho el cinturón y echo la cabeza hacia atrás en el asiento.
—No me lo recuerdes —murmuro con cansancio.
—¿No has dormido? —me pregunta Penny mientras conduce hacia el instituto.
Sí, pero no.
—Una pesadilla me despertó —confieso sin ánimos.
—Tranquila solo ha sido una. Yo siempre tengo la misma pesadilla cada cinco días —Jill mira a su prima y se lleva una mano a los ojos para dramatizar el momento—. No volveré a hacerle masajes en los pies a la tía Molly.
Su comentario me causa gracia y me río por primera vez en el día. Me cae bien su tía Molly.
Me detengo a observar el exterior. Los vidrios se encuentran un poco empañados. Hoy no hay un buen clima, parece que lloverá en cualquier momento.
No tardamos mucho tiempo en llegar al instituto. Agradezco estos pocos minutos con mis amigas, me ayudan despabilarme para no parecer un zombie viviente.
—Las veo luego —me despido de ellas justo frente a la puerta de mi salón.
—Adiós —responden ambas al unísono.
Entro al aula que se encuentra más revoltosa que nunca. Mis compañeros están sentados en todos lados menos en sus asientos, charlando y riéndose como siempre.
Y yo aquí, más simpática que nunca yendo a sentarme a una mesa vacía para hablar con la pared a mis espaldas.
¿Algo de esa oración que no haya sido sarcasmo?
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CAITLIN | LIBRO I ~ Almas Gemelas
Novela Juvenil¿Que la vida es justa? ¿Que siempre hay finales felices? No, nadie cree en eso, ¿o sí? Antes pensaba que podía darme un respiro de la monotonía de mi vida si me sumergía dentro de un mundo diferente, llamémoslo... libro. Sí, ellos han sido mi oxíge...