El mundo tiembla bajo mis pies cuando luego de tanto tiempo vuelvo a tener frente a mí aquellos ojos grises que tanto he extrañado.Nuestros corazones bombean frenéticamente a un mismo ritmo, completamente sincronizados, como si fuesen solo uno.
Es extraño volver a sentirme así. Él es quien controla cada una de mis emociones, y por más barreras que haya creado sigue sin perder su magia, logra que con una mirada vuelva a quedar expuesta emocionalmente ante él.
No puede suceder otra vez, no caigas en el mismo juego.
Es difícil ocultar lo que siento cuando se crea entre ambos una energía que me atrae indudablemente hacia él. Creía haber olvidado lo que se siente, pero no puedo negar que ahora es mucho más fuerte que antes. Al parecer el tiempo no hizo más que fortalecer y hacer más resistente nuestra conexión.
Si presto más atención soy capaz de percibir, muy tenuemente, la fina capa translucida que está a milímetros de su piel: su escudo.
No sé exactamente que decir, estoy paralizada frente a él, viendolo como si fuese un fantasma.
Soy consciente de que percibo mucho mejor que antes cada emoción que lo embarga en este momento. Inquietud, inseguridad, amor y... ¿miedo?
Al rechazo.
Me alegra que tenga dudas sobre lo que piense de él, porque le puedo asegurar que mi reacción no será la que se esté imaginando.
Olvídense de que correré a sus brazos. No lo creo. He pasado por un mes espantoso, casi no he dormido ni comido bien pensando que algo malo le podría haber sucedido, pero ahora el señor decide aparecer nuevamente en el colegio como si nada, como si todo siguiera igual. No pensó siquiera en verme antes en mi cuarto, en su casa o en cualquier otro lado que no sea aquí, para poder hablar en privado.
Es doloroso querer alejarme de él sabiendo cuanto aún lo amo, pero tendrá que ser así. No quiero pasar de nuevo por lo mismo.
—Caitlin... —Dylan pronuncia mi nombre en un suave susurro, despertando el centenar de mariposas que habían estado durmiendo desde hace semanas en mi estómago.
No sé que decir, mi mente está en blanco.
Al ver que no consigue ninguna respuesta de mi parte, hace un amago de levantarse, pero en seguida reacciono y extiendo una mano delante de mí.
—No. No lo hagas —le advierto con voz temblorosa—. No te quiero cerca.
De repente, una mano se enrosca en mi brazo y me obliga a quitar la mirada de esa persona que una vez tanto adoré.
Lo sigues haciendo.
—Caitlin —murmura Kyle, con el semblante preocupado—. Dylan necesitaba volver.
—¿Necesitaba? —pregunto confundida—. ¿Cómo sabes tú eso?
Kyle se queda mudo por los primeros tres segundos, y luego empieza a hablar atropelladamente.
—Bueno... ya sabes, yo estaba... Dylan me dijo que...
Esperen un momento, ¿Kyle sonando nervioso? Algo huele mal aquí.
Yo ya me he dado cuenta hace rato. ¿Tú no?
No puede ser... ¡Él lo sabía!
Bingo.
—Tú sabías muy bien donde estaba. ¿Te seguías comunicando con él? —pregunto horrorizada por mi descubrimiento, e intentando mantener la voz baja para no acaparar la atención de los demás.
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CAITLIN | LIBRO I ~ Almas Gemelas
Teen Fiction¿Que la vida es justa? ¿Que siempre hay finales felices? No, nadie cree en eso, ¿o sí? Antes pensaba que podía darme un respiro de la monotonía de mi vida si me sumergía dentro de un mundo diferente, llamémoslo... libro. Sí, ellos han sido mi oxíge...