Supernatural

Capítulo ocho

El cuerpo de la chica callo de rodillas pues ya no podía mantenerse de pie de lo mal que se encontraba mientras sangre goteaba de su nariz y un poco de su boca, Dean no dejaba de gritar y gritar pero sabía que ese era el final de la chica, no conseguía liberarse, no podía, echó un vistazo a su arma tirada en el suelo como si con mirarla está saliera volando a sus manos, pero aquello no pasó, volvió a mirar hacia donde Bella estaba y esta le devolvió la mirada durante unos segundos hasta que se escuchó un disparo y el espíritu desapareció. Los ojos de Bella se cerraron y callo contra el suelo.

...

Dean miró a su hermano, que era quien había disparado ya que había logrado desatarse, pues Bella había aflojado bastante sus ataduras.

Rápidamente fue hasta Dean para desatarle y éste en cuando estuvo libre, corrió hacia donde estaba la chica, la cogió en brazos y subió corriendo las escaleras con Sam detrás disparando al espíritu cada vez que volvía a aparecer.

Una vez estuvieron fuera, al lado del coche donde el espíritu no podría llegar, Dean dejó a la chica en el suelo para examinarla e intentar reanimarla.

-Vamos Bella, vamos pequeña despierta, no me hagas esto -Decía con un tono desesperado mientras le tomaba el pulso pero estaba tan asustado que no podría decir con seguridad si tenía o no, pues sentía su propio corazón acelerado en todo su cuerpo.

Sam se encontraba detrás de Dean, mirando la escena, rezando al cielo por que Bella no estuviera muerta, que se recuperara, que solo fuera un susto.

-Venga nena, abre los ojos joder -gritaba una y otra vez Dean zarandeando el cuerpo de la chica, pero ésta no abría los ojos, se acercó a su boca para ver si la chica respiraba, pero no respiraba, la había perdido, después de todo, después de ser ellos los que debían protegerla la había perdido, había muerto por salvarlos a ellos, debió imaginar que eso pasaría.

Dean agachó la cabeza mientras una lágrima caía por su rostro, Sam miraba la escena desconsolado, no podía creer que todo hubiera acabado así.

Pero en el silencio de la noche solo roto por alguno de los sollozos de los hermanos, una gran exhalación se escuchó mientras Bella se incorporaba de golpe.

-¡¡Déjame en paz maldito cabrón!! -gritó la chica haciendo que ambos hermanos se llevaran un gran susto.

-¡¡Joder!! -gritó Dean que casi se cae de espaldas ya que era el que más cerca se encontraba de Bella, se quedó mirándola durante un par de segundos y ésta le devolvía la mirada un poco confusa de lo que había pasado, pues hace un momento se encontraba luchando con un espíritu y ahora estaba a las afueras de la casa con los hermanos a su lado llorando.

-¿Me he perdido mucho? -preguntó a lo que Dean simplemente la abrazó con fuerza, con tanta fuerza que Bella no pudo evitar quejarse, pues poco más y le rompe una costilla.

Sam también abrazó a la chica y le contó lo que había pasado y ella no había visto.

-Vaya, menos mal que te desataste a tiempo -le dijo la chica intentando animar un poco el ambiente, Sam solo sonrió pero Dean la miraba enfadado.

-Dean, lo siento pero...

-Ven, vamos a curarte, no podemos ir contigo así por el pueblo -dijo con tono seco mientras la cogía por el brazo y la llevaba hasta el asiento delantero del impala, donde la hizo sentarse, fue a por el botiquín y a los segundos estaba fuera del coche, arrodillado frente a Bella que simplemente le miraba mientras Dean comenzaba a curarle los cortes que tenía.

Bella sabía que Dean estaba enfadado con ella por no haber cumplido su promesa, pero tenía que ir, de no haber ido los hermanos probablemente estarían muertos.