Supernatural

Capítulo sesenta y nueve

El cazador sonrió con ternura, volviendo a besar a la chica con pasión mientras la daba la vuelta, colocándose él encima. Con agilidad metió sus manos bajo la camiseta que ella estaba usando de pijama mientras dejaba un camino de besos por el cuello de esta, arrancándole algún que otro gemido a Bella.

-Dean, tú hermano está a metro y medio de nosotros, durmiendo -dijo la chica al saber las intenciones del cazador.

-Entonces tendrás que ser silenciosa para no despertarle -dijo Dean con picardía, giñándole un ojo antes de volver a atacar el cuello de la chica.

Entre besos y caricias Dean consiguió convencer a la Bella de dejarse llevar y olvidar que su hermano estaba a escaso metro y medio de distancia. En otro momento habría esperado al día siguiente para cogerse ellos otra habitación o se habrían ido al Impala, pero Dean la necesitaba en ese momento. Cuando Bella le besó, todos sus miedos y preocupaciones se esfumaron, necesitaba que siguiese así durante un rato.

Bella intentó guardar silencio todo lo que pudo, pero en el momento del clímax, necesitó la ayuda de Dean para guardar silencio, quien la besó al ver que ella no podría seguir callada en ese momento, pues no querían despertar a Sam y menos en ese preciso momento. Dean llegó poco después y entre jadeos consiguieron recuperar el aliento. Después de aquello, Dean volvió a dormir tranquilo y sin pesadillas, abrazado a su chica, y Bella al fin pudo dormir unas pocas horas. Lo justo para poder mantenerse despierta el día siguiente.

...

Era temprano, los primeros rayos de sol comenzaban a hacer su aparición por la vieja habitación del motel en el que los chicos habían pasado la noche. Pero Sam ya se encontraba vestido y listo para salir a por un café bien cargado a la cafetería que habían visto a la entrada del pueblo. No había pasado buena noche.

Después de rescatar a Bella y Dean y resolver el caso, condujeron durante horas para alejarse todo lo posible del lugar, y cuando la noche cayó, pararon en el primer motel que encontraron, por desgracia para Sam, no había más habitaciones libres, eso no era un problema, ya había compartido muchísimas veces la habitación con su hermano y con Bella, el problema fue que ni la chica ni Dean consiguieron controlar sus ganas de estar juntos esa noche. Por una parte lo entendía, habían estado días sin verse y habían sido considerados al esperar que el chico se durmiese antes de empezar con lo que solo iba a ser una sesión de besos, pero la cosa fue a más, hasta que los jadeos y gemidos de la chica despertaron a Sam. Por un momento pensó en recriminar a la pareja que no respetasen que él estaba allí con ellos, pero pensó que eso sería aún más incomodo, por lo que decidió fingir que dormía, pero después de aquello el joven Winchester no pudo pegar ojo. Por lo que en cuanto se cercioró que su tanto su hermano como su amiga estaban completamente dormidos, se duchó y se vistió, dispuesto a tomarse un café bien cargado en aquella cafetería tan mona que había visto al llegar al pueblo. El problema es que quedaba un poco lejos para ir andando, por lo que decidió coger las llaves del Impala. Sabía que Dean se enfadaría si cogía el coche sin permiso, pero no estaba dispuesto a recorrer los casi 10 kilometros de distancia después de la noche que había pasado por culpa de su hermano, se lo debía, además, volvería antes de que Dean y Bella se despertaran.

Con silencio, se acercó a la silla donde reposaba la chaqueta de su hermano, sacando de esta las llaves del impala y salio de la habitación con el mismo sigilo que un gato.

Una vez en la cafetería, ya más relajado disfrutando de su café, pensó en si debía hablar con los chicos sobre lo de anoche o si debía hacer como si aquello nunca hubiese pasado. No es que eso sucediera continuamente, normalmente, Dean y Bella solían ser cuidadosos y o se pedían alguna habitación a parte o se aseguraban que él no estuviese. Muchas veces ponían escusas estúpidas para quedarse ellos solos, pero al menos agradecía aquello. Por lo que decidió no decir nada por esa vez, además, era un día especial, Bella y Dean habían pasado por unos días un poco malos con el caso anterior.