Supernatural

Capítulo cincuenta y cinco

-Chicos -dijo poniéndose frente a ellos -ignorasteis una orden muy clara.

-Si señor -contestó Sam.

-Pero te salvamos -mencionó Dean.

-Es cierto -dijo John -esto me asusta mucho, sois todo lo que tengo, pero sí, somos más fuertes los tres juntos -dijo mirando a sus hijos, pero rápidamente reculó -los cuatro -añadió mirando a Bella esta vez -así que, iremos a por ese demonio, juntos.

-Si señor -dijeron los hermanos a la vez.

-Si señor -dijo Bella sintiéndose por primera vez parte del equipo, no es que antes la hiciesen a un lado, pero siempre se sentía distinta, eran Sam y Dean y a veces John contra todo mientras ella se quedaba a un lado, siempre en la trinchera, esperando que los chicos volviesen sanos y salvos, o que la salvasen de cualquier peligro, pero ahora, ella formaba parte del mismo equipo, tenía mucho que aprender aún, pero ya no estaría a un lado, ahora podría ayudar a los hermanos.

-Y tú, Nikita -dijo John mirando a Bella -tienes que entrenar mucho, antes de de poder alistarte en esta guerra. Estoy de acuerdo con que te unas a nosotros, pero no te dejaré ir sin saber que estás cien por cien preparada, no dejaré que Dean pase por lo mismo que pasamos Sam y yo, ¿está claro?

-Como el agua -dijo Bella, pero John la miró interrogante -digo... si señor -añadió, haciendo que John sonriera.

-Bien, pues tenemos trabajo que hacer.

...

Los Winchester junto con Bella se encontraban en Colorado, en un motel de turno, tanto John como los hermanos habían seguido entrenando a Bella, tanto en la lucha como en la teoría, ahora que iba a ser cazadora por fin, debía saber todo de cada criatura sobrenatural que los Winchester conocían.

Por las noches, Bella leía el diario de John mientras que Dean la aclaraba cualquier duda que la surgiera, por el día, Sam y John la entrenaban, incluso Dean ayudaba, la enseñaba algunas llaves y sobre todo a aprender a cubrirse.

-Joder Sam, como te pasas, todavía veo doble -dijo Bella mientras se ponía un poco de hielo en el pómulo derecho, donde tenía un gran moratón, regalo del último entrenamiento con Sam.

-¿Que yo me paso?  Tenía que pararte de alguna manera -replicó Sam limpiándose los restos de sangre -Creo que me has roto la nariz -añadió el chico, recostándose en una de las camas, Bella le había dado una buena paliza esta vez.

-Ya, puede que me haya emocionado un poco, pero era la primera vez que te ganaba -dijo Bella, levantandose de la silla donde estaba, para acercarse a ver a Sam, ahora se sentía culpable -Ven, dejame ver -dijo la chica, sentandose junto a Sam para ver si el chico estaba bien.

-Ah Bella joder -se quejó Sam cuando la joven le palpó el rostro.

-Lo siento, solo quiero ver si realmente esta rota, aguanta un poco -dijo la chica intentando ser más suave esta vez -no parece rota, vivirás, solo es un golpe -dijo después de examinar a Sam, volviendo a su silla con su preciado hielo.

-Ya, pues duele como si lo estuviera, espero que mi padre vuelva pronto con los calmantes o no podré dormir bien esta noche -dijo el joven Winchester.

-No seas nenaza -dijo Bella ganándose una mirada asesina de parte de Sam -además, no todo es culpa mía.

-Ya, he reconocido a Dean en ese movimiento, creía que él solo te ayudaba con la teoría -dijo Sam recordando como Bella le había sorprendido con esa llave, él no esperaba que supiese hacerla pues no se la había enseñado, y John tampoco, ese fue el principio para que Bella cogiese las riendas del entrenamiento.