Capítulo once

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Pero aún a pesar de todo, de saber que Bella estaría mejor, que Bobby sería feliz con ella, Dean se sentía horrible, no quería dejar a Bella, ella se había convertido en una gran parte de su vida, Bella era la fuente de su felicidad, de sus sonrisas, era la luz de su día y cuando ella se marchara todo volvería a las tinieblas.

.....

Los chicos y Bella llevaba ya un par de días en aquel motel, aún a pesar de haber terminado el caso, se habían quedado unos días más, según Dean para descansar, pero la verdadera intención de Dean era atrasar todo lo posible la despedida de Bella, el dejarla con Bobby, solo de pensarlo le estaba matando. ¿Cómo se lo diría? ¿Que sería de ellos sin Bella? ¿Que sería de él sin ella? Pero tenía que hacerlo, debía hacerlo.

Por suerte para Dean una llamada inesperada de Jerry, un antiguo amigo de su padre pidiendo ayuda le dio unos días más.

Debían verse con aquel hombre, ya que dijo que era mejor contárselo en persona, así que fueron al lugar acordado. Nada más llegar fueron a ver a Jerry. Al parecer, uno de los vuelos de la compañía para la que trabajaba el hombre había sufrido un accidente, dejando solo siete supervivientes. Se decía que había sido un fallo técnico, pero Jerry estaba seguro que había sido otra cosa, por eso los llamó, pensó que Sam y Dean podrían ayudarle, y no se equivocaba.

Los chicos se pusieron a investigar lo sucedido enseguida, debían ver los restos del avión pero para ello debían pasarse por agentes de seguridad nacional para poder colarse en el deposito. Pararon en una tienda de fotocopias y mientras Dean pasaba a hacer los carnets para poder colarse, Sam y Bella se quedaron en la calle esperándole.

-¿Y que tal lo llevas? -preguntó Sam a la chica, a lo que ésta solo le miro de forma inquisitiva.

-¿El que?

-Lo de Dean, lo que me contaste, ¿cómo lo llevas?

-Bien, ya te dije que no tengo problema Sam, estoy bien -dijo la chica, aunque ya no era tan verdad como ella quería que fuera, ella estaba bien con lo que sentía por Dean y en no contárselo, pero la razón por la que no quería decírselo era para que su relación no cambiara, pero estaba cambiando y no sabía por qué.  Dean estaba siendo más frío con ella, incluso había cambiado a la hora de dormir, ya no la dejaba abrazarle, si se acercaba a él, éste se apartaba ligeramente. Una idea le pasó por su cabeza, tal vez Sam...

-Oye, tú no le has dicho nada ¿verdad? -preguntó la chica.

-¿A Dean? claro que no, te dije que no lo haría, ¿por qué lo preguntas?

-Últimamente está raro conmigo, le noto más distante -dijo la chica, había encontrado en Sam a un gran amigo a quién contarle sus problemas y eso estaba haciendo, había descubierto que Sam nunca ponía problemas en escuchar, siempre estaba ahí para ella y se interesaba por todo lo que le pasara.

-No sé, puede que solo esté algo estresado por encontrar a nuestro padre -dijo rápidamente Sam cubriendo a su hermano, él sabía por que Dean había cambiado, era por que tenían que separarse de ella dentro de poco, pero Dean le pidió que no se lo contara a Bella, que esperara, que ya se lo contaría él cuando viera la ocasión, aunque la ocasión nunca llegaba.

Bella se encogió de hombros pensando en lo que Sam le había contado, puede que tuviera razón, llevaban bastante tiempo buscando a su padre y no sabían nada de él, por lo que era normal que Dean estuviera actuando de forma distinta.

Después de un par de horas esperando en las que Sam y Bella investigaron un poco más sobre el caso, Dean por fin apareció con los carnets en la mano.

Nada más volver, Sam le contó lo que había averiguado junto a Bella mientras le habían estado esperando. En la grabación de la cabina había una psicofonía, una voz decía claramente sin supervivientes, pero aquello no tenía sentido, siete personas habían sobrevivido al accidente, por lo que decidieron ir a interrogar a los supervivientes, en especial a uno de ellos que había ingresado voluntariamente en un psiquiátrico.

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