Capítulo cincuenta y ocho

491 33 11
                                    

Pero Sam, que aún se encontraba consciente aunque bastante herido ya que él camión había chocado contra la parte derecha del impala, le estaba esperando con el colt en la mano. En cuanto el demonio arrancó la puerta delantera de cuajo, vio el arma con el que el chico le apuntaba.

-Largate, o juro por dios que te mataré -amenazó Sam al demonio.

-No lo harás, te reservas esa bala para otro, lo sé -dijo el demonio, pero Sam cargó el arma, no tenía nada que perder, si aquel demonio los mataba, jamas podrían vengarse de ojos amarillos, no importaba que gastase o no la última bala en otro demonio si los iba a matar.

-¿Que te apuestas? -dijo Sam amenazante, apuntando con el cañón a la cabeza de aquel demonio, que tras pensarlo un rato, huyó del cuerpo, dejando al pobre hombre tirado en la cuneta, sorprendido por lo que acababa de hacer pues a lo que él respecta, aquel accidente había sido culpa suya.


...

-Papá, papá -llamó Sam, mirando que su padre no contestaba -Bella -probó esta vez con la chica, teniendo la misma respuesta -Dean -volvió a probar con su hermano, que tampoco contestó -¡Dean! -gritó pensando en lo peor, mientras que el hombre del camión llamaba a emergencias.

Estaba amaneciendo cuando un helicóptero médico llegó al lugar del accidente. Sam era el único que estaba consciente aunque los médicos no estaban seguros del estado del joven. John estaba inconsciente, las pulsaciones eran normales dentro de la gravedad de la situación, respiraba bien y solo tenía algunas contusiones que se sumaban a su ya herida pierna. Bella, aún a pesar de haber estado en el lugar donde más fuerte pegó el camión, tampoco se temía por su vida, tenía algunas contusiones y cortes, pero Dean en el momento del golpe la había protegido con su cuerpo, llevándose él la peor parte, tenía fuertes golpes por todo su cuerpo pero lo que más preocupaba era la enorme brecha en la cabeza, los médicos estaban seguros que se habría fracturado el craneo.

Mientras los evacuaban, Sam no paraba de preguntar si su familia estaba viva, pero los médicos no sabían que contestar, el pronostico de su hermano sobre todo, era bastante grave y desalentador. Ni si quiera estaban seguros si aquel chico soportaría el viaje en helicóptero hasta el hospital.

Una vez en el hospital, curaron las heridas de los chicos mientras que Dean fue intervenido de urgencia. Sam fue el primero en recuperarse, debído al asiento en el que se encontraba en el coche, fue el que sufrió menos heridas, solo unos cuantos golpes y rasguños se unían a los que ya tenían, pero tras varios chequeos vieron que estaba estable, por lo que le dieron el alta.

John y Bella estaban sedados, pero no tardarían en despertar, eso le había dicho el médico, pero la situación de Dean era distinta pues el chico estaba realmente grave.

Dean se despertó sintiéndose algo extraño, pero sabía que el golpe había sido fuerte, se alegraba de estar vivo, pero no sabía nada de Sam, Bella o su padre, por lo que con algo de esfuerzo, se levantó de la cama y fue hasta recepción para preguntar por ellos y tener algo de información.

-Disculpe, hola -dijo saludando a la enfermera, que parecía muy ocupada moviendo papeles de aquí para allá -creo que he tenido un accidente, iba con mi padre, mi hermano y mi novia -dijo esperando alguna respuesta de la enfermera, pero ésta ni le miró.

-¿Oiga? -volvió a preguntar, intentando llamar su atención, incluso chasqueó los dedos frente a la cara de la chica, pero ésta parecía no verle, cosa que le asustó. De modo que, rápidamente, fue de vuelta a su habitación esperando encontrar a Sam, a Bella, o a alguien que le explicara que demonios estaba pasando, pero lo que encontró le dejó en shock. En la cama estaba su cuerpo, conectado a un montón de cables y a un respirador que respiraba por él y le mantenía con vida.

SupernaturalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora